Sean Dylan Kelly, el piloto con gen argentino que recarga energía con cada visita a Termas

Sean Dylan Kelly posa con la camiseta de la selección en el autódromo de Termas de Río Hondo
Sean Dylan Kelly posa con la camiseta de la selección en el autódromo de Termas de Río Hondo - Créditos: @Instagram

La reunión familiar cada vez que visita la Argentina se convirtió en un ritual. Los Kelly viajan con una semana de antelación y aprovechan la estadía para reencontrarse con los parientes y así reafirmar los lazos sanguíneos, esos que nunca se perdieron, aunque se debilitan por el destierro. Sean Dylan nació en Hollywood, Florida, el 17 de mayo de 2002. Un año antes, Patricio y Andrea tomaron la decisión de emigrar, entre las penurias económicas de un país en llamas y el deseo de descubrir un nuevo sueño.

Son días muy especiales y este año nos vamos a quedar después de la carrera, porque la próxima fecha del calendario es dentro de dos semanas. Los sentimientos son muy importantes y en definitiva no hay nada más importante que la familia”, comenta Sean, en charla con LA NACION, en una de las oficinas que tiene el equipo American Racing, de Moto2, en el autódromo internacional de Termas de Río Hondo.

Sean Dylan Kelly domina la Kalex; el estadounidense con padres argentinos aprovecha la visita al país para reencontrarse con sus familiares
Sean Dylan Kelly domina la Kalex; el estadounidense con padres argentinos aprovecha la visita al país para reencontrarse con sus familiares - Créditos: @Instagram

Estadounidense de nacimiento, los gestos y el modo de hablar convierten a Sean en un argentino más dentro del autódromo. Camiseta de la selección, gorra, bermudas, podría confundirse tranquilamente con los cientos que se pasearon por el autódromo. La gran diferencia es que él es parte de las miradas escrutadoras de un público que disfrutó de una jornada en la que se combinó la llovizna y el viento bajo un cielo plomizo, que no dejó espacio para los rayos del sol. Kelly igualmente corre con licencia de su país. “Nací en Estados Unidos y tengo padres argentinos, así que lo de la sangre argentina la llevo muy fuerte. Pero desde que empecé a correr, a los seis años, siempre lo hice con licencia estadounidense”, relata quien con la visita en 2022 cortó con una década sin pisar la tierra de Andrea y Patricio.

“El año pasado una caída terminó en abandono, era mi tercera carrera en Moto2. Ahora en Portugal tuvimos un resultado peor que el de 2022 [terminó 13ero, su mejor clasificación en el Mundial fue undécimo en Tailandia], pero el segundo entrenamiento de hoy nos genera confianza. La expectativa es estar en los puntos, mejorar lo que hicimos la temporada pasada, en la que en un par de ocasiones pudimos anotar. Pelear constantemente esos puestos es a lo que le apuntamos. No es una tarea fácil, porque la categoría está muy competitiva, muy pareja. Creo que dimos un salto importante en la performance y nos ilusionamos con clasificarnos para la qualy dos, la que define a los diez mejores de la grilla de largada. Sería un avance, un gran impulso para enfocarnos en un objetivo mayor que es terminar en los puestos de podio, aunque la meta final siempre será ganar”, confiesa quien tiene como compañero de garaje al británico Rory Skinner.

La sangre tira: Sean Dylan Kelly y un caso con los colores de la bandera argentina
La sangre tira: Sean Dylan Kelly y un caso con los colores de la bandera argentina - Créditos: @Instagram

“Estar al frente y lograr una victoria es lo que el equipo se propuso. Ellos me están ayudando muchísimo, se observó en cómo avanzamos de un entrenamiento al otro. Las máquinas del parque [29 competidores se presentan en Moto2 en la Argentina] son muy similares y por esa razón son los detalles los que terminan definiendo una posición en la grilla. Estoy sintiendo un mayor feeling con la moto, las sensaciones que se puede tener en una pista cuando el medio funciona como pretende el piloto”, explica quien tuvo un primer contacto fortuito con las motos, ya que la ilusión era probar un karting.

La pasión por las motos la llevo en la sangre, porque mi papá siempre tuvo taller, así que nací alrededor de autos, ruedas, motores, neumáticos. Con cinco años insistí para que me llevaran a una prueba de karting y no se dio, porque no me dejaron por mi estatura. Un vecino, también argentino, estaba en el circuito y tenía una pocket bike, una moto pequeña, y le preguntó a mi papá si quería probarla. No dudé y así empezó la historia. Al año siguiente tenía moto propia”, recuerda el paso inicial en un recorrido que también lo llevó a Europa.

Los títulos en la costa este de los Estados Unidos -ganó 11 campeonatos- promovieron la convocatoria de la Red Bull Rookies Cup. “Tenía 13 años y desaté una segunda mudanza familiar, porque mis padres vendieron todo y me acompañaron a España. Aplican cerca de tres mil pilotos por años y de ahí se eligen 120 para una selección durante tres jornadas. Son días intensos: hay 40 motos, en mi época, en 2015, eran Metrakit 125cm3. Muy viejas, bastante malas, pero lo hacen con intención. No te dicen más que ‘esta es tu moto, andá a la pista’. Quedamos la mitad y de ahí solo eligieron a nueve. Fui el único americano”, repasa aquella experiencia que lo impuso en el radar. Fueron tres años de competición y la apertura de un nuevo escenario.

Anotarse en los puntos, la expectativa de Sean Dylan Kelly para la carrera de Moto2 en Termas de Río Hondo
Anotarse en los puntos, la expectativa de Sean Dylan Kelly para la carrera de Moto2 en Termas de Río Hondo - Créditos: @Instagram

Regresó a los Estados Unidos para correr con Suzuki en la categoría Supersports de la MotoAmerica, una organización de Superbikes fiscalizada por la Federación Internacional de Motociclismo, la misma que rige al MotoGP. American Racing Team inició un seguimiento de su performance para sumarlo a Moto2 en 2021.

“Las conversaciones se dieron medio año antes, cuando estaba enfocado en el campeonato y la verdad que mucha importancia no le di, porque quería ganar el título”, señala sobre el contacto, ese que depositó a Kelly en el gran circo del motociclismo mundial de velocidad. El último piloto campeón de EE.UU., Nicky Hayden, es su referente y en el buzo lleva el número 69, aunque para correr elegía el 40. Ahora debió inclinarse por el 4. “El 40 lo tiene el equipo de Pons”, comenta el piloto con gen argentino que se energiza con cada visita al país, aunque su pasaporte sea estadounidense.