Dressel y Ledecky quieren prolongar su reinado

Madrid, 16 jun (EFE).- Los estadounidenses Caeleb Dressel y Katie Ledecky tratarán de refrendar su condición de reyes indiscutibles de la natación en los Mundiales que arrancarán este viernes en Budapest y que estarán marcados por la ausencia de estrellas de la talla del británico Adam Peaty, lesionado, o las australianas Ariarne Titmus y Emma McKeon.

A estas bajas se suman las de los nadadores rusos, que no podrán participar a causa de las sanciones impuestas por la invasión de Ucrania, lo que no mermará el atractivo de una competición en la que sólo el húngaro Kristof Milak parece capaz de arrebatar el foco a los nadadores estadounidenses.

CAELEB DRESSEL EN BUSCA DE OCHO OROS

Tras convertirse en los Mundiales de Gwangju 2019 en el primer nadador en la historia en colgarse ocho medallas -6 oros y 2 platas- en una cita mundialista, Caeleb Dressel intentará superar su hazaña y buscará el pleno de triunfos en la capital magiar.

Favorito indiscutible en los 50 y 100 libre, así como en los 50 y 100 mariposa, el nadador de Florida, de 25 años, intentará conducir al equipo estadounidense al triunfo que se le escapó en Gwangju en las finales del relevo 4x100 estilos tanto en la categoría masculina como en la mixta.

Una tarea que se antoja más sencilla ante las ausencias de Adam Peaty, que con una sensacional posta de braza llevó al oro a Gran Bretaña en la localidad surcoreana en el relevo masculino, y Emma McKeon, decisiva en el triunfo de Australia en la prueba mixta.

KATIE LEDECKY, CAMINO DESPEJADO HACIA EL TRONO

Libre de la amenaza de la australiana Ariarne Titmus, que renunció a la cita para centrarse en los Juegos de la Commonwealth, la estadounidense Katie Ledecky encontrará el camino despejado para coronarse como la "reina" de los Mundiales de Budapet, en los que intentará añadir cuatro oros más a su extraordinario palmarés.

Sin la presencia de Titmus, que tras derrotar a Ledecky en la final de los 400 libre en los Mundiales de Gwangju y los Juegos Olímpicos de Tokio arrebató el pasado mes de mayo el récord del mundo a la norteamericana, nadie parece, nadie parece en disposición de discutir el triunfo de la de Washington en la prueba de los ocho largos.

El primero de los cuatro oros que Ledecky -400, 800 1.500 libre y 4x200- tratará de ganar en el Duna Arena de la capital magiar, donde la estadounidense intentará agigantar todavía más su leyenda convirtiéndose en el primer nadador en encadenar cinco títulos consecutivos en una misma prueba, los 800 metros libre.

MILAK DESAFÍA LA HEGEMONÍA DE DRESSEL EN LOS 100 MARIPOSA

Sin rival en la carrera por el título de los 200 mariposa el húngaro Kristof Milak tendrá como principal reto volver a demostrar, como ya dejó claro en la final de los Juegos de Tokio, que puede plantar cara al estadounidense Caeleb Dressel en la prueba del hectómetro mariposa.

Si en la capital japonesa Milak obligó al norteamericano a establecer un nuevo récord del mundo para colgarse la medalla de oro, en Budapest el nadador magiar intentará volver a llevar a Dressel al límite de sus posibilidades.

Todo un desafío para Kristof Milak que se enfrentará a otro desafío no menos mayúsculo en los 200 mariposa, tratar de rebajar los estratosféricos 1:50.73 minutos que el nadador húngaro estableció como récord del mundo en Gwangju 2019.

McINTOSH Y POPOVICI ENCABEZAN LA REVOLUCIÓN JUVENIL

La jovencísima canadiense Summer McIntosh, de tan sólo 15 años, y el rumano David Popovici, de 17, encabezan la nueva generación de nadadores que llega a los Mundiales de Budapest dispuesta a dar su primer paso en el asalto al trono de la natación mundial.

Tras concluir cuarta, con apenas 14 años, en la final de los 400 libre de los Juegos Olímpicos de Tokio, McIntosh ha explotado definitivamente este años con marcas que la sitúan como una clara aspirante al podio en varias pruebas, entre ellas los 400 estilos, en la que la canadiense parte como la máxima favorita al oro.

Más desapercibido ha pasado este invierno David Popovici, pero la cuarta plaza que el joven nadador rumano logró en los 200 libre en Tokio, tras quedarse a tan sólo 2 centésimas de la medalla de bronce, hablan del enorme potencial de un nadador que también apunta al podio en el hectómetro.

SJOSTROM, INCOMBUSTIBLE, SANTOS, LA ETERNA JUVENTUD

Una revolución juvenil que tratarán de contener veteranos como la sueca Sarah Sjostrom, de 28 años, que en ausencia de la australiana Emma McKeon, ganadora de siete medallas en Tokio y que como Titmus ha dado prioridad a los Juegos de la Commonwealth, se perfila como la rival a batir en las pruebas de velocidad.

Completamente recuperada de la fractura de codo que no le impidió colgarse la plata en los 50 libre en la capital japonesa, Sjostrom peleará por el oro en los 50 y 100 libre, así como en los 50 mariposa, tras renunciar al hectómetro, la prueba en la que se coronó con sólo 15 años campeona del mundo en el año 2009 en Roma.

Ocho años antes, en Fukuoka 2001, arrancó su carrera mundialista el brasileño Nicholas Santos que tras convertirse en el nadador de más edad en proclamarse campeón del mundo, al colgarse con 41 años y 10 meses el oro en los 50 mariposa en los Mundiales de piscina corta de Abu Dabi, quiere demostrar en Budapest que está en posesión del secreto de la eterna juventud.

A sus 42 años, Santos llega a la cita con la segunda mejor marca mundial del año -22.73- tan sólo superado por el ruso Oleg Kostin -22.72- que no participará en Budapest por las sanciones impuestas a los nadadores rusos.

Hecho que sitúa al brasileño, medallista en los tres últimos Mundiales, como el máximo rival del estadounidense Caeleb Dressel en la lucha por el título en la prueba corta de mariposa.

Javier Villanueva

(c) Agencia EFE