El drama del futbolista que se escapa de Ucrania a pie, a 20 kilómetros de la frontera, allí donde lo espera el DT de la selección de voleibol

Claudio Spinelli lucha en el campo de juego y, ahora, en un contexto dramático
@fcolexandriya

“Todavía está caminando, pobre... Salió a las 8 de la mañana en auto, llegó a una ciudad que se llama Lviv, a 80 kilómetros de la frontera. Y, de ahí, con un compañero lituano que lo está ayudando, que le está dando una mano, dejaron el auto, porque los últimos 20 kilómetros los tiene que hacer caminando, con dos valijas”.

“El pibe está medio desesperado. Le mandé la frontera que tiene que cruzar, le estoy dando el mayor soporte posible, pero todavía no llegó al cruce. Cuando llegue, va a tener que esperar unas 8 o 10 horas, porque está cruzando una cantidad terrible de gente y de autos”.

Marcelo Mendez, un grito de selección
YURI CORTEZ


Marcelo Mendez, un grito de selección (YURI CORTEZ/)

“El pibe lo está padeciendo. Le estoy dando todo lo que puedo, cuando cruce, voy a ir a buscarlo o mandarle una persona para que lo vaya a buscar. Los ucranianos quieren venir a Polonia, pero tengo entendido que a los hombres mayores de 18 años hasta la edad de 60 o 65, en algunos casos, no los dejan pasar”.

Marcelo Méndez no sólo es un magnífico entrenador de voleibol, de 57 años. Campeón en Brasil, indispensable en la inolvidable medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio. Aquella noche, aquella madrugada, frente al televisor, es una postal que va a quedar archivada para siempre.

Festejos del seleccionado olímpico de Voley Argentino luego de la victoria frente a Brasil y la obtención de la medalla de Bronce.
Santiago Filipuzzi


Uno de los tantos abrazos del alma, de Méndez y el equipo entero (Santiago Filipuzzi/)

Un 3-2 único, conmovedor. El entrenador, sereno, con los lentes de siempre, trataba de encontrar el equilibrio. Se refería al grupo, a la unión. A la solidaridad. Detrás, lloraban todos.

Facundo Conte, el heredero. Su padre, Hugo. Luciano De Cecco, el mago. Méndez era el maestro y, lógicamente, lo sigue siendo. Lejos de las luces, ayuda, colabora. Cuando puede, muestra su mano, grande, enorme, como suele verse en el mundo del voley. Vive en Rzeszów, la ciudad más grande del sudeste de Polonia, en donde trabaja. Ahora, sin embargo, espera. Quieto, en la frontera, el abrazo fraternal con una persona que no conoce, que nunca vio en su vida. Claudio Spinelli, un futbolista. Un trotamundos, de 24 años, con un mágico parecido con Claudio Caniggia. Además, se llama Claudio Paul.

Tigre, Gimnasia, Italia, Eslovenia, Ucrania. El FC Oleksandria, de la Liga Premier de un país devastado rápidamente por la guerra, invadido por Rusia. El hombre de anteojos, que representa una imaginaria fotografía sentado en la cabecera de una mesa familiar, es el que lo espera. De un lado Polonia, del otro Ucrania. En el medio, un drama universal.

El día del casamiento de Claudio Spinelli
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El día del casamiento de Claudio Spinelli (@fcolexandriya/)

La voz de Méndez se escucha a través de una entrevista por A24. La idea no sólo es darle contención a Spinelli: también hospedarlo en su casa el tiempo que sea necesario. Semanas, meses. Su mujer, Cielo López, está en París. El cálculo de Spinelli es de más de un día frente al volante. Luego, por una orden gubernamental, debe dejar el volante. Y caminar, caminar todo lo que pueda, rodeado de personas que tienen el mismo objetivo: escapar del horror.

En Polonia la vida no es un canto a la esperanza. Menos ahora: hay temor en las calles, la gente se desespera en el supermercado por provisiones, hay largas colas en las estaciones de servicio. Spinelli no conoce el idioma, hace un puñado de meses que patea pelotas en ese rincón del mundo, una alternativa económica convertida en una pesadilla.

Spinelli
Spinelli


Spinelli, un trotamundos del fútbol

El atacante jugó 19 partidos en el club ucraniano, convirtió dos tantos y estableció dos asistencias. El padre, Claudio, se refirió al drama en algunas entrevistas periodísticas. “Estoy desde las dos de la mañana hablando con él y es desesperante esta situación. Estaba amargado porque se suspendía la liga, pero nadie pensaba en la reacción de este demente que decidió atacar el país. Ahora se está escapando, agarró sus cosas del departamento en el que vive y está yendo en una ruta hacia Polonia. Es una pesadilla esto”, afirmó, en una charla con Radio 10.

Familias enteras huyen a pie
Familias enteras huyen a pie


Familias enteras huyen a pie

“Nosotros estamos caminando por las paredes. Desde las 2 de la mañana que estoy levantado junto a mi señora. Te volvés loco. Llegar a la frontera mi imagino que va a ser una situación difícil, tuvo una hora de ruta y ahora se les llenó de tráfico. Estoy en comunicación vía Whatsapp y espero que pueda seguir”, fue su mensaje. Horas antes, una charla por TyC Sports provocó el encuentro virtual, entre la desesperación de un padre y el mensaje de un entrenador.

“Ya les digo a la producción que te pase mi teléfono y que tu hijo se comunique conmigo, lo puedo ayudar con alojamiento, conseguirle algún hotel. Acá estoy bien y cualquier cosa que necesite, que me llame porque nos tenemos que dar una mano. La situación es muy fea, muy triste, que volvamos tantos años atrás con tanto rencor, así que en lo que pueda ayudar a tu hijo, contá conmigo”, fue el mensaje de Méndez.

Francisco Di Franco y Fabricio Alvarenga son los otros futbolistas argentinos que tratan de fugarse. La de Spinelli es una historia entre miles. A él lo espera un abrazo del otro lado del mostrador del mapa. Un abrazo desconocido, con la calidez de lo inesperado.