Anuncios
Elecciones México 2024:

Cobertura Especial | LO ÚLTIMO

"Eres un rey": deportado Djokovic recibe bienvenida en Serbia

Por Aleksandar Vasovic y Sudipto Ganguly

BELGRADO/MELBOURNE, 17 ene (Reuters) - El número uno del tenis masculino mundial, Novak Djokovic, fue recibido como un héroe el lunes en Serbia, después de que Australia le deportó por no estar vacunado contra el COVID-19, una situación que complicó su búsqueda de un récord de 21 Grand Slams.

La mayoría de los australianos quería que se fuera, pero sus seguidores serbios ondearon banderas nacionales y le aclamaron a su llegada al aeropuerto de Belgrado.

"¡Eres nuestro campeón, Novak!" y "¡Te queremos, Nole!", corearon, usando su diminutivo.

El "Rey de Melbourne", de 34 años, ha ganado nueve veces el Abierto de Australia, está empatado con 20 Grand Slams con Rafael Nadal y Roger Federer y era el primer preclasificado para el torneo que comenzó su andadura el lunes.

No obstante, en vez de empezar la defensa de su título en Melbourne Park, voló a Belgrado vía Dubái tras ser detenido dos veces en un hotel con solicitantes de asilo y expulsado luego por las autoridades migratorias australianas.

"El Abierto de Australia ha perdido un 100% de su valor. Realmente no importa quién lo gane ahora, porque Djokovic es el número uno. Él es el hombre, hay que vencerle para ganarlo", dijo Alek Drakoo, un integrante de la comunidad serbia australiana, decepcionado por no verlo jugar en Melbourne.

La decisión del gobierno australiano está en sintonía con la mayoría de la opinión pública, pero las autoridades fueron criticadas por no resolver la cuestión antes de su llegada.

"Me incomoda que el foco de atención de las últimas semanas haya estado en mí y espero que todos podamos centrarnos ahora en el deporte y el torneo que amo", dijo Djokovic en un comunicado, expresando su decepción pero su respeto por la decisión judicial en su contra.

Según la ley australiana, Djokovic no puede recibir otra visa durante tres años, a menos que el ministro responsable de la inmigración acepte que hay razones de peso o compasivas.

Sin embargo, el primer ministro australiano, Scott Morrison, insinuó que podría haber una forma de permitir a Djokovic juegue el próximo año.

"Existe la posibilidad de que (una persona) vuelva en las circunstancias adecuadas, y eso se considerará en su momento", dijo el lunes a la radio 2GB.

Por su parte, Francia dijo que Djokovic no podrá jugar en Roland Garros en mayo tal y como está la situación ahora, debido a una nueva ley de movilidad con vacunas.

"Esto se aplicará a todos los que sean espectadores o deportistas profesionales", dijo el ministerio en un comunicado, añadiendo, sin embargo, que la situación de la pandemia podría cambiar para entonces. "Ya veremos, pero está claro que no hay exención".

La Corte Federal australiana que falló en favor de mantener la cancelación de la visa a Djokovic -otorgada en un principio con una excepción médica porque había tenido COVID-19 en fecha reciente- molestó a su familia y sus seguidores, que lo retratan con un perseguido.

"Creo que entró a la historia como un héroe, como un hombre y un luchador contra este mal denominado coronacirco", dijo Marko Strugalovic, de 60 años, en el aeropuerto de Belgrado. "Nole, eres un rey, eres un emperador, Nole es la mayor leyenda que camina sobre la tierra, es un santo en vida".

Djokovic llevó una mascarilla y se hizo 'selfies' con los aficionados a su llegada a Dubái procedente de Melbourne, antes de tomar un vehículo de la terminal hasta la puerta de embarque para un vuelo de seis horas a Belgrado. Una vez en casa, evitó a los aficionados y a los medios y se fue directo a su departamento de lujo en el barrio de Novi Beograd.

El español Nadal dijo que el torneo no será el mismo sin su gran rival. "Si Novak Djokovic jugara aquí sería mejor para todos, sin duda", dijo a los medios tras vencer al estadounidense Marcos Girón por 6-1, 6-4 y 6-2 para pasar a la segunda ronda.

(Reporte de Ivana Sekularac, Aleksandar Vasovic, Fedja Grolovic, Branko Filipovic y Chris Pike en Belgrado; Sudipto Ganguly e Ian Ransom en Melbourne, Loren Elliott en Melbourne y Dubái, Alexander Cornwell y Chris Pike en Dubái, Jane Wardell en Sídney y Julien Pretot en París; escrito por Andrew Cawthorne; editado en español por Carlos Serrano)