Diego Schwartzman, Roland Garros, los números que lo vinculan con Vilas y Del Potro, y un mensaje: “El tenis me dio más de lo imaginado”

Diego Schwartzman disputará la tercera ronda de Roland Garros ante Tsitsipas
Diego Schwartzman disputará la tercera ronda de Roland Garros ante Tsitsipas - Créditos: @CAROLINE BLUMBERG

PARÍS (Enviado especial).- Diego Schwartzman jugó Roland Garros por primera vez hace diez años. Era el 129° del ranking y llegó al Bois de Boulogne desde el Challenger Tour, la segunda división del tenis profesional, donde todavía se desempeñaba con frecuencia. El Peque se quedó entonces con las ganas de jugar el cuadro principal: después de superar a su compatriota Guido Andreozzi, cayó en la segunda ronda de la clasificación frente a James Duckworth, de Australia. Sin embargo, un año después, cumplió uno de los grandes objetivos que se había planteado durante su formación en las canchas de polvo de ladrillo de Náutico Hacoaj, cuando una carrera en la súper elite parecía lejana.

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En 2014, siendo 109°, el porteño finalmente pasó la clasificación, debutó en el main draw y venció a Gastao Elías (Portugal). En la segunda ronda se enfrentó con una leyenda, Roger Federer, que le dejó ganar once games en tres sets. Desde entonces, Schwartzman siguió evolucionando, se hizo un habitué de los Grand Slams y alcanzó una regularidad sumamente destacable. Incluso, con la victoria de este miércoles ante el portugués Nuno Borges (80°) por 7-6 (7-3), 6-4 y 6-4, en la segunda ronda del Abierto francés, se encumbró como el segundo hombre nacido en nuestro país con más éxitos en el torneo sobre polvo de ladrillo más prestigioso del circuito: 23, uno más que Juan Martín del Potro, 34 menos que Guillermo Vilas (Gabriela Sabatini obtuvo 42).

“El tenis me dio mucho más de lo que hubiese imaginado. Incluso cuando tenía 21 años no imaginaba estar donde estoy o las cosas que gané en este torneo o en mi carrera”, reconoció Schwartzman durante su rueda de prensa en la sala principal de Roland Garros. Llegó a este Grand Slam con el ánimo en modo subterráneo: sus abruptos malos resultados, pero sobre todo sus opacos rendimientos, lo mortificaban. Ahora, ya lo aclaró: pase lo que pase en la próxima ronda, ante el griego Stefanos Tsitsipas, quinto preclasificado, se marchará de París energizado, con un ánimo más parecido al que tuvo en los últimos años, en los que no salió del top 30 y que, incluso, lo llevó al top 10 (8° en octubre de 2020). Además, en medio de la vorágine del torneo parisino, se permitió un momento para mirar hacia atrás y valorar lo conseguido.

Los números lo enorgullecen. Llegó a las 58 victorias individuales de Grand Slams (34 derrotas), ubicándose como el cuarto hombre argentino con mayor cantidad de victorias en los certámenes de mayor jerarquía. Vilas, con 139; Del Potro, con 97; y David Nalbandian, con 86, fueron las únicas raquetas nacionales con más éxito. Vaya dato con el que el Peque infla el pecho. A los 13 años, un médico diagnosticó que nunca crecería más de 1.70m. El doctor no se confundió (tiene esa altura), pero el problema fue lo que ese análisis llevó a creer. Silvana, la mamá de Diego, rememoró aquel momento, ante LA NACION: “Le decían que era buen jugador, pero que con esa altura no iba a poder llegar a la elite. Pero para mí sí iba a llegar. Yo soy muy naturista y no le quería hacer ningún tratamiento de crecimiento. Me daba miedo”.

Diego Schwartzman dio otro paso en Roland Garros
Diego Schwartzman dio otro paso en Roland Garros

“Con los años sí me fui convenciendo de que podía. Y con mi equipo y con toda la gente que me fue acompañando durante estos años, llegamos a convencernos de eso. La gente que estuvo a mi lado me hizo mejor jugador, mejor persona dentro de la cancha. El tenis me dio demasiado hasta acá y, como ya dije, me gustaría permitirme tener algunas semanas malas. En el trajín de todas las cosas, uno se frustra cuando las cosas no salen. Pero ojalá que de a poquito aprenda a disfrutar de las derrotas”, apuntó Schwartzman, que seguramente volverá a pisar un estadio grande para medirse con Tsitsipas, finalista de Roland Garros 2021.

Y añadió: “Siendo sincero, por un lado siempre es bueno pensar en que podés lograr grandes golpes, aunque en algún momento debería haber bajado la expectativa un poco y estar un poco más tranquilo en mi día a día, permitirme tener torneos y semanas malas. Las dos cosas tienen su lado bueno y malo. Pensar en grande a veces puede llegar a generar mayores frustraciones, pero, a la vez, te hace estar preparado para cada torneo con responsabilidad”.

El ánimo le cambió a Schwartzman (30 años). Entonces, ¿se animará a dar el batacazo frente a Tsitsipas este viernes? “Si me preguntás si estoy preparado, digo que sí, porque lo pude hacer en el pasado [el historial favorece por 3-2 al europeo]. En las últimas semanas está claro que no soy el favorito. Intentaré jugar lo mejor posible y seguramente juegue mejor que en las semanas anteriores. Tsitsipas es un jugador que ya hizo final acá y va a ser muy difícil. Al margen, me voy a ir contento de Roland Garros, porque venía de una manera mala: ahora, ganar dos partidos, poder enfrentar a Tsitsipas en una cancha importante, volver a tener buenas sensaciones…, es muy positivo”, aseveró Schwartzman, el tenista que en su momento se sintió un jugador “normalito”, como él mismo reconoció, pero logró mucho más de lo que él mismo soñó.