Devin Haney, el rey del peso ligero que peleaba en billares de Tijuana y verlo costaba 100 pesos

Devin Haney celebra la obtención de las fajas WBA, WBO, IBF y The Ring. Previamente poseía el centro WBC de peso ligero.  (WILLIAM WEST/AFP via Getty Images) become the undisputed lightweight champion of the world in Melbourne on June 5, 2022. - -- IMAGE RESTRICTED TO EDITORIAL USE - STRICTLY NO COMMERCIAL USE -- (Photo by William WEST / AFP) / -- IMAGE RESTRICTED TO EDITORIAL USE - STRICTLY NO COMMERCIAL USE -- (Photo by WILLIAM WEST/AFP via Getty Images)
Devin Haney celebra la obtención de las fajas WBA, WBO, IBF y The Ring. Previamente poseía el centro WBC de peso ligero. (WILLIAM WEST/AFP via Getty Images)

Devin Haney (28-0, 15 nocauts) reina de manera indiscutida en el mundo. Es el monarca total del peso ligero y amenaza con marcar una era. A sus 23 años, ha unificado todas las fajas mundiales de las 135 libras a costa de el enjundioso pero limitado George Kambosos. El sueño comenzó en un pequeño billar de Tijuana llamado El Perro Salado y, seis años después, se ha cristalizado ante 40 mil personas en el Marvel Stadium de Melbourne. Pero todavía hay muchos pendientes que Devin, poéticamente apodado The Dream, debe resolver si aspira a la supremacía de la categoría más caliente del pugilismo actual.

A los 17 años, decepcionado por no asistir a los Juegos Olímpicos de Río 2016, Haney decidió abandonar el mundo amateur para incursionar en el profesionalismo. Sin embargo, se encontró con un duro obstáculo: en Estados Unidos, la licencia de peleador profesional solo se otorga después de los 18 años. Tuvo que cruzar La Frontera para hacer su debut en Tijuana el 11 de diciembre de 2015. En un plazo de tres meses, el actual campeón indiscutido de las 135 libras peleó cuatro veces en el El Perro Salado. De acuerdo con testimonios de redes sociales, los boletos podían adquirirse desde 100 pesos.

El billar-bar, con una calificación de 4.6 estrellas en Google, no tiene nada que ver con el Marvel Stadium, recinto en el que venció Haney a Kambosos el sábado pasado, pero había un elemento compartido entre Tijuana y Melbourne: en ambos Devin Haney era visitante y el público, naturalmente, estaba en su en contra. La hostilidad le forjó un carácter blindado contra las emociones externas: por eso su boxeo pragmático y efectivo ya era capaz de enardecer al público mexicano y, seis años después, en un inmueble alusivo a superhéroes, Haney se puso la capa y dejó helados a los fans australianos.

The Dream peleó un total de diez veces en Tijuana. Tras las cuatro peleas en El perro salado, realizó seis presentaciones más (alternadas con funciones en Estados Unidos) en distintos recintos tijuanenses hasta el 15 de abril del 2017, última presentación en México con el Salón Sindicato Alba Roja como sede.

La reyerta contra el Kambosos, verdugo de Teófimo López el año pasado en el corazón de Nueva York, se promocionó como una de las más atractivas del 2022. Al final, el combate resultó decepcionante. Devin manejó la distancia a placer y obtuvo una cómoda victoria en la que apenas tuvo complicaciones. El ahora excampeón no pudo replicar la gesta que había conmocionado al mundo y ofreció una actuación soporífera a sus 40 mil paisanos.

The Dream hizo su trabajo y trasladó los títulos a su natal California. La fila para discutirle el reinado es larga y los candidatos llevan impregnado signos de peligro: Gervonta Davis, Ryan García, Vasyl Lomachenko y, unos pasos detrás, el mexicano Isaac Cruz. Haney, sin embargo, se enfrenta a diversas críticas de legitimidad. Es cierto que venció al campeón vigente y que él mismo ya poseía un cetro mundial, pero esa distinción había sido fruto de un ascenso (de campeón interino a campeón). La cima tangible ya le pertenece, pero la simbólica no. Esa tendrá que ganarla contra los nombres citados arriba, a los que podría añadirse el campeón mundial superpluma Shakur Stevenson.

Por lo pronto, The Dream tiene programada una revancha con Kambosos, pues así lo estipula el contrato que sellaron ambos peleadores: si George perdía, como finalmente sucedió, tendría derecho al desquite inmediato y por segunda ocasión en Australia. Visto el desenlace de la pelea sabatina, no tendría sentido ejecutar la cláusula, pero seguramente el orgullo de Kambosos lo hará ir en busca de los cinturones que perdió haciendo gala de insipidez y monotonía.

En tanto, Haney puede regodearse en su contundente éxito adquirido. El californiano se ha sumado a la lista de campeones indiscutidos coronados en los últimos dos años: Canelo Álvarez, Josh Taylor y Jermell Charlo. A los boxeadores actuales cada vez les obsesiona más hacerse de todas las fajas disponibles. Los campeones se reducen pero se engrandecen los legados. Haney ya ha cosechado el suyo con apenas 23 años y el sueño que comenzó entre mesas de billar tijuanenses todavía tiene mucha cuerda.

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