El descubridor de Scola destaca su "gran personalidad"

Vitoria, 4 ago (EFE).- El secretario técnico del Baskonia, Alfredo Salazar, que descubrió a Luis Scola con 16 años, ha destacado “la personalidad” del talento argentino, que confirmó este martes su adiós a la selección albiceleste tras caer eliminada en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 contra Australia (97-59).

En declaraciones a Efe, el cazatalentos vitoriano ha incidido en que nunca ha vuelto a ver "un chico de su edad con esa personalidad”. “Siempre tuvo claro que quería jugar en la NBA”, ha recordado Salazar, consciente de que en el final de la década de los 90, cuando intentó fichar al interior “iba a ser difícil convencerle de pasar primero por Europa (Baskonia) para llegar a su sueño”.

Pero el técnico alavés lo consiguió y convenció a un joven Luis Scola para sumarse al proyecto baskonista. “Tenía una personalidad de un chico muchísimo más maduro, muy seguro de sí mismo y decía que haría todo lo posible por alcanzar sus objetivos a base de esfuerzo y muchísimo trabajo”, ha repasado Alfredo Salazar, que a nivel deportivo ha explicado que “su instinto para anotar era brutal tanto en las selecciones inferiores como en Ferrocarril con 16 años”. Todo era gracias, en parte, a que “su concentración era máxima”.

Estuvo nueve temporadas vinculado al Baskonia, siete de ellas en el primer equipo. “Su impacto fue tremendo desde el primer momento por su capacidad de anotar, su juego y su talento”, ha rememorado el ojeador azulgrana.

“Su juego de espaldas es de lo mejor que se ha visto por Europa y la verdad es que dio mucho impulso al club y fueron unos años muy buenos con él”, ha celebrado Alfredo Salazar.

En siete exitosos años le dio tiempo a conquistar una Liga ACB (01-02), tres Copas del Rey (01-02, 03-04, 05-06), tres Supercopas y otras tres clasificaciones para la Final a Cuatro de la Euroliga de forma consecutiva entre 2005 y 2007. Además alcanzó la final de la primera edición de la Euroliga en el curso 00-01.

“Fuera de la cancha era un chico normal y en la pista su concentración era tremenda”, ha insistido Alfredo Salazar, uno de los primeros en abrir el baloncesto argentino al resto del mundo. EFE

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