Dani Alves, el ídolo que rechazó un trato de divo en Pumas UNAM y con un gesto conquistó a todos

Dani Alves se presentó ante la afición de Pumas y esta lo arropó de inmediato. (Foto: Hector Vivas/Getty Images)
Dani Alves se presentó ante la afición de Pumas y esta lo arropó de inmediato. (Foto: Hector Vivas/Getty Images)

Dani Alves llegó como el flamante refuerzo de la Liga MX y ya tuvo sus primeros minutos. El brasileño debutó la noche del miércoles 27 de julio (fecha para enmarcar) cuando los Pumas recibieron en Ciudad Universitaria a Mazatlán; el encuentro finalizó 1 a 1 pero la afición encontró un nuevo ídolo.

Ni siquiera tuvo que empezar el partido para que la hinchada felina, una de las más fieles y exigentes de México, se abalanzara sobre Alves. Parado en el centro del campo, levantando el puño durante el himno universitario. Eso fue todo lo que necesitó para ganar el respeto y admiración de propios y extraños. No solo CU se puso a sus pies, también lo hizo la liga mexicana.

Desde sus primeros toques las gradas le hicieron saber que su papel de ídolo estaba asegurado: no importaba si eran aquellos pases a 1 metro de su compañero o las genialidades técnicas que demostraban por qué es el jugador con más trofeos en la historia (48). Todas sus intervenciones eran coreadas.

Tanto el astro brasileño como Pumas encontraron lo que buscaban. Por un lado, el jugador cayó en un cómodo espacio en el que la gente ya se le entregó, aún cuando no ha hecho “nada” por la institución, no tiene tanta exigencia y aún así ya cuenta con el arropo de la hinchada.

Pumas, por su parte, tiene en Alves al jugador que los puede llevar a ese salto competitivo con el que han anhelado los últimos años. Sus capacidades, si bien no son las mismas que lo hicieron brillar en Europa, se mantienen para sobresalir con facilidad en el torneo mexicano. Además, si se trata de cábalas, el brasileño ha salido campeón en cada club que ha defendido, algo urgente en la institución felina.

Pese a que no porta el gafete de capitán, su liderazgo fue notorio en la cancha. (Foto: Jaime Lopez/Jam Media/Getty Images)
Pese a que no porta el gafete de capitán, su liderazgo fue notorio en la cancha. (Foto: Jaime Lopez/Jam Media/Getty Images)

Sí, Dani Alves dio cátedra de su estado físico a sus 39 años. Jugó los 90 minutos; tuvo un porcentaje de efectividad en pases del 85%; desde el interior derecho expuso que es un futbolista que puede marcar diferencias en la Liga MX; cobró el córner con el que Nicolás Freire igualó el marcador y dio pinceladas de su gran nivel; pero no fue exclusivamente su rendimiento en la cancha lo que le ha válido para ser el nuevo referente auriazul.

Queda mucho torneo para pronosticar si la llegada de Dani Alves a Pumas fue un éxito o un fracaso, pero aquello que sí puede saberse con certeza es que este tipo de fichajes nunca harán daño en el balompié nacional.

Un ídolo sin delirios de superioridad

Cuando llegó como flamante refuerzo se habló de las posibles complicaciones que podría tener a la hora de convivir con sus compañeros, aparentemente futbolistas de otro contextos. La directiva intentó dar todas las comodidades para que “no sufriera”, muchos aseguraron que su papel de leyenda lo colocaría en un plano superior al resto —hablando del trato de la dirigencia— pero no fue así, él mismo se ha encargado de mostrar que sus pies están en la tierra.

  • Viaje con compañeros y no privado

Saliendo de la concentración, previo al duelo contra Mazatlán, una camioneta privada con escoltas lo esperaba en las inmediaciones del hotel para llevarlo a Ciudad Universitaria. Se supondría que el traslado sería en ese vehículo, incluso las puertas se le abrieron para que no tuviera que caminar más que el resto, pero Dani Alves la rechazó de forma contundente.

Con señas aseguró que no viajaría en esa camioneta privada, prefirió caminar hasta el autobús del equipo y realizar el viaje con todos sus compañeros y cuerpo técnico. La decisión fue aplaudida por los asistentes, quienes no perdieron la oportunidad de corear su nombre.

  • Firma de autógrafos

El fervor de su figura propicia que la gente quiera estar cerca de él. En muchas ocasiones la convivencia se limitaría a la cancha, pero Alves ha demostrado ser más sencillo que eso.

Después de una sesión de prácticas, el multicampeón salió de La Cantera y la afición ya lo estaba esperando: pudo haberse retirado sin hacer caso omiso a la multitud, pero no fue así, bajó su vidrio y decidió firmar autógrafos.

No se limitó a hacerlo por cumplir, pidió orden para que pudiera atender a una mayor cantidad de personas. Les pidió respetuosamente que hicieran una fila y la gente, ante el gesto accedió sin chistar.

  • Igualdad dentro del vestidor

Cuando un jugador de tal peso arriba a un club en el que hay otros egos, la convivencia puede ser compleja si no se gestiona de una buena manera. Alves tiene un recorrido de vestidores con figuras mundiales, incluso leyendas, pero dejó saber que no espera un trato distinto por ello o por sus logros.

Andrés Lillini, técnico de Pumas, habló al respecto y dijo que Dani Alves le ha pedido que su trato sea igual al del resto del grupo. Además, mencionó que el brasileño también es una fuente de aprendizaje para él.

"Él quiere un trato igualitario como todos y nada de privilegios. Yo tengo algo que me tocó vivir y cuando más jerarquía tienen, más sencillos son y es algo que aprovechamos bastante. En cuanto a mí, de aprender, de escucharlo, habla bastante y para mí es un aprendizaje muy grande porque debe tener tres mil batallas luchadas y cada una deja algo, entonces todo eso está al servicio de nuestro equipo", aseguró en conferencia de prensa.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO

Han vivido lo peor en autobuses de CDMX, pero esto ya fue extremo