Dani Alves, el jugador brasileño que se olvidó que juega en Pumas
Dani Alves ha sido bautizado como el Matusalén de la Selección Brasileña en Qatar 2022. A sus 39 años de edad, el futbolista de los Pumas de la UNAM multicampeón y al que solo le falta ganar la Copa del Mundo, está por debutar en su cuarta justa mundialista. Diego Torres entrevistó al astro brasileño para el periódico El País.
Para empezar, el veterano futbolista fue presentado como el refuerzo bomba del conjunto del Pedregal el pasado mes de julio. Alves fue cuestionado por no contar con equipo desde junio, por lo que Dani no negó la conjetura de estar libre desde entonces. “Lo importante es estar bien físicamente. Porque cuando tienes el pie bien, es como ir en bici. Uno no se olvida nunca de hacer las cosas”.
Alves fue criticado severamente por ser el futbolista convocado de más edad en la Canarinha. En múltiples ocasiones, varios medios nacionales e internacionales destacaron que el seleccionador carioca, Tite, no estaba de acuerdo en que Alves viniera a la Liga MX y que eso también podría repercutir en su no convocatoria. Aunque todo le resultó a favor al defensor amazónico.
Además de ello, Alves señaló que va en contra de lo robotizado que se ha convertido el futbol mundial. Destacó que todo comienza desde la formación de los niños, pues el demostrarles desde temprano las cuestiones de lo táctico y estratégico, se les corta el poder de crear o hacer algo diferente.
“La humanidad está robotizada: tienes que hacer esto, esto y esto. Le están cortando el poder de creación al pueblo. Eso interfiere en el futbol. Ves equipos física y tácticamente impecables, pero cuando ves los pases que se dan dices: “¡No!”. Es muy importante estar físicamente, pero la ejecución se hace con buen pie, con buenas decisiones, con encontrar pases y hacer movimientos donde otros no los ven”.
En varias ocasiones, el futbolista de la Verdeamarela se mostró desesperado con Pumas, pues era quien desentonaba en el sistema. En tener la técnica y mirar distinto el juego, tiene razón. Pero es un jugador al que tampoco el físico le da para competir como en sus mejores años. Con el cuadro del Pedregal todos entendían su labor: darle el balón al pie para que no se desgaste y dejarle todas las jugadas a balón parado.
Con respecto a ello, también es consciente de los planteles que lo han rodeado, pues destacó que él mismo ha conversado con Mbappé y que debe de entender este tipo de cuestiones.
“Yo siempre le digo (a Mbappé): Yo tengo buen pase. Pero si tengo cerca a Messi, le doy el balón a él. Si tengo a Neymar se lo doy a él. Ellos me van a optimizar más. Es el problema del futbol cuando untan tantos grandes nombres en el mismo lugar. Hay que saber gestionar eso. Lo que hace poderoso al ser humano es el conocimiento de sus virtudes y sus defectos. Porque tú puedes ser la hostia, pero siempre está la ‘rehostia’. Si yo soy Mbappé, le doy el balón a Messi y Ney, que ellos me asistan, y yo haré 150 goles por año”.
Lástima que en el cuadro universitario él es quien tiene que hacer la mayoría de las cosas, quizá, por ello olvidó señalar que se estuvo preparando con ellos para poder llegar al Mundial.