El día que Harris puso a Pittsburgh en el mapa

Jorge Cisneros M.

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 22 (EL UNIVERSAL).- Pittsburgh esperó casi 40 años para que su equipo lograra la primera victoria en Playoffs. Y, cuando parecía que no llegaría, Franco Harris —uno de sus jugadores emblemáticos— apareció.

Era el 23 de diciembre de 1972 y los Steelers habían logrado clasificar a la postemporada luego de años perdedores. Cuando restaba poco más de un minuto en el partido contra los Raiders, Pittsburgh estaba arriba 6-0.

Pero Ken Stabler, quarterback de Oakland, escapó 30 yardas para poner el marcador 7-6.

Con 26 segundos en el cronómetro, Terry Bradshaw se preparó para lanzar el último pase.

Lo hizo a su corredor de poder, Frenchy Fuqua, pero el tremendo profundo de los Raiders Jack Tatum lo golpeó en pleno casco y la pelota rebotó.

No cayó al suelo, viajó en dirección de Harris, quien estaba a unas cinco yardas. El corredor se agachó lo más que pudo, lo tomó antes de que cayera y corrió para marcar el touchdown ganador.

"La Inmaculada recepción", la llamó un reportero, en una paráfrasis del dogma católico. El nombre permaneció para siempre.