El arte de driblar un balón de baloncesto, un baile con gracia con el balón

Stephen Curry #30 de los Golden State Warriors es custodiado por Tyus Jones #21 y Desmond Bane #22 de los Memphis Grizzlies durante uno de los juegos de las semifinales de la Conferencia Oeste de los Playoffs de la NBA. (Foto de Ezra Shaw/Getty Images)
Stephen Curry #30 de los Golden State Warriors es custodiado por Tyus Jones #21 y Desmond Bane #22 de los Memphis Grizzlies durante uno de los juegos de las semifinales de la Conferencia Oeste de los Playoffs de la NBA. (Foto de Ezra Shaw/Getty Images)

Difícilmente hay una jugada más emocionante en el baloncesto.

Un jugador rebota el balón contra el piso una y otra vez, con sus ojos atentos a la izquierda y la derecha, mientras decide un punto de ataque. El jugador hace una finta con una mano y se inclina hacia esa dirección, por lo que el defensa lo sigue. La pelota se mueve hacia el otro lado y el desafortunado defensor se resbala o, en un resultado aún más vergonzoso, se cae. La multitud se llena de “ooohs” y “aaaaaahs”.

Pocas habilidades en el baloncesto requieren de una creatividad más consistente que el manejo del balón. Las oportunidades para hacer mates llamativos y pases vistosos van y vienen. Pero el manejo innovador del balón es una necesidad constante, en particular en la NBA, donde los defensores atléticos están preparados para cerrar cada punto de ataque posible.

La postemporada de la NBA de este año ha mostrado a algunos de los mejores dribladores en la historia del baloncesto, como Kyrie Irving, James Harden, Chris Paul y Stephen Curry. Curry crea espacio para tiros profundos de tres puntos mientras los defensores lo acosan. Harden hace que los defensores muerdan el anzuelo y le cometan faltas por toda la cancha. Irving es un mago de los engaños y los giros para llegar al aro. Paul opera el balón como si estuviera en una cuerda. Los cuatro pueden superar defensores con facilidad.

The New York Times les pidió a tres dribladores legendarios que hablaran sobre el manejo del balón: God Shammgod, Tim Hardaway y Oscar Robertson.

Shammgod, entrenador asistente de los Mavericks de Dallas, tuvo una breve carrera en la NBA, pero sus dribles se convirtieron en una especie de leyenda en las canchas al aire libre de la ciudad de Nueva York. Su movimiento característico —el “cruce Shammgod”, en el que empuja el balón hacia adelante con una mano y luego lo recoge y jala en la otra dirección con la otra mano— influenció a toda una generación de jugadores.

Hardaway, quien jugó en la NBA de 1989 a 2003, fue uno de los mejores armadores de la liga. Su movimiento destacado fue un drible cruzado doble llamado “UTEP Two Step”, en referencia a la universidad para la que jugó, la Universidad de Texas en El Paso.

Robertson, miembro del Salón de la Fama y el primer jugador en promediar un triple-doble durante toda una temporada de la NBA, fue uno de los primeros proveedores del drible cruzado en la década de 1960.

Esta conversación ha sido editada y resumida para mayor claridad.

P: ¿Qué se necesita para ser un gran manejador del balón?

SHAMMGOD: Lo más importante es la imaginación. El simple hecho de aprender a manipular el balón y los ángulos. Para ser un driblador de élite, diría que tienes que saber cómo usar tu cuerpo y tu juego de pies. Driblar es puro juego de pies.

HARDAWAY: No entregarle el balón al rival. Estar bajo control. Saber cuándo atacar y tenderle una trampa al hombre que te toca.

ROBERTSON: Experiencia y tiempo. Comencé a jugar cuando era joven. Era un base. Comencé machacando el balón, driblando y cometiendo muchos errores. Y luego, literalmente, te involucras y conoces diferentes jugadores y lo que intentan hacerte. Y ganas la confianza para penetrar hacia el aro ante cualquiera.

P: Lanzar es una habilidad que ha evolucionado con el tiempo. Los pívots ahora lanzan triples. ¿Cómo ha cambiado el enfoque del manejo del balón?

SHAMMGOD: Ha cambiado mucho a medida que se han contratado diferentes entrenadores para ayudar. Me gusta decir que existe una diferencia entre enseñarle a alguien algunos movimientos y enseñarle a alguien a driblar. La mayoría de las personas, cuando vienen y trabajan con alguien, quieren aprender movimientos. Quieren aprender el “UTEP Two Step” de Tim Hardaway. Quieren aprender el “cruce Shammgod” o el drible cruzado de Allen Iverson. Pero para mí eso no es realmente driblar, sino aprenderse unos movimientos.

HARDAWAY: Cuando jugábamos no había tantas cámaras. No existían las redes sociales. Ahora se captura cada pequeño dato desde cada ángulo, por lo que puedes llegar a tener hasta cinco ángulos de una jugada en la que un tipo se deshace de su defensa y va al aro o le hace un drible cruzado a alguien y logra penetrar hasta la canasta. Cinco ángulos donde ves al tipo resbalar o caer.

ROBERTSON: Quienes pueden manejar y driblar el balón son los atletas más exitosos. Si no puedes driblar el balón y superar un defensa, no te va a ir muy bien en el baloncesto.

P: ¿Cómo desarrollaste tu “crossover”?

SHAMMGOD: Cuando era niño, solía mirar cada movimiento de drible que podía imaginar. Luego iba y lo practicaba en cámara lenta. Solía ponerme pesas de 1 kilogramo en la muñeca.

Regateaba en cámara lenta. Veía videos de los juegos en cámara lenta para poder ver el juego de pies del armador o entender cómo hacían algún movimiento. Y luego, la mejor parte para mí era cuando me quitaba las pesas de la muñeca. Es igual que cuando lanzas golpes sin pesas en las muñecas. Cuando te las quitas, es como si tus manos volaran por todas partes.

HARDAWAY: Soy de Chicago. El sótano de mis padres no estaba terminado, así que solía bajar allí cuando hacía frío afuera. Allí driblaba y trabajaba en mi juego. Pretendía que tenía a un defensa frente a mí. Hacía movimientos hacia adentro y afuera entre mis piernas, quiebros detrás de mi espalda, solía pasar horas allá abajo. Solo driblando sin parar.

ROBERTSON: Simplemente mirando a los chicos con los que jugaba en Indianápolis, en un lugar llamado Dust Bowl, al aire libre. Estaba sobre cemento, pero lo llamaron el “cuenco de polvo” (Dust Bowl). Por allí pasaron algunos jugadores de baloncesto realmente geniales. Es algo casi increíble. Estoy seguro que en todas partes del país existen este tipo de jugadores que jugaron excelente al aire libre pero no les fue muy bien cuando entraron a una cancha bajo techo.

P: ¿Quiénes son tus manejadores de balón favoritos?

SHAMMGOD: Por supuesto, los que se me vienen fácilmente a la cabeza: Kyrie, Steph. James Harden, Chris Paul.

Ja Morant #12 de los Memphis Grizzlies rodeado por jugadores de los Utah Jazz durante la primera mitad del tercer juego de la serie de primera ronda de los playoffs de la Conferencia Oeste. (Foto de Justin Ford/Getty Images)
Ja Morant #12 de los Memphis Grizzlies rodeado por jugadores de los Utah Jazz durante la primera mitad del tercer juego de la serie de primera ronda de los playoffs de la Conferencia Oeste. (Foto de Justin Ford/Getty Images)

HARDAWAY: Crecí viendo a un gran jugador llamado Isiah Thomas, un gran manejador del balón. Luego, pasé a ser yo mismo. Luego, pasó a ser Rod Strickland. Guau, Rod Strickland tenía unos movimientos locos que ya nadie reconoce hoy. Y luego vienen los que llegaron después de nosotros. Shammgod, desde Nueva York. Derrick Rose trajo buenos movimientos desde Chicago. Luego ves a quienes juegan hoy. Que Chris Paul, con 37 años, siga haciendo lo que hace con el balón es increíble. Por supuesto, Kyrie. Steph Curry. Ja Morant. James Harden.

ROBERTSON: Creo que Curry es muy hábil en el manejo del balón. También Ja Morant.

Ellos entienden lo que la defensa está tratando de hacerles. Cuando estás allí, tienes que controlar tu velocidad. Hasta cierto punto, no puedes ir a 160 kilómetros por hora porque no quieres chocar contra alguien. Estos tipos entran al juego y observan la defensa.

P: ¿Hasta qué punto el manejo del balón es un arte?

SHAMMGOD: Creo que es arte en toda su extensión. Es una locura, porque hoy en día, incluso si buscas mi nombre en un diccionario, no saldré en los resultados. Lo que saldrá es un movimiento y la forma en que se realiza ese movimiento.

HARDAWAY: Uff, es como el ritmo. Es como bailar. Isiah solía hacerlo. Nate Archibald solía hacerlo. Yo solía hacerlo. Driblar un balón es como bailar y seguir el ritmo de una canción. Si observas a Kyrie, así es como dribla. Si observas a Rod Strickland, así es como dribla.

Cuando ves a Kemba Walker y a Steph Curry, es como si driblaran al ritmo de una canción. Cuando ves esos comerciales de baloncesto y están rebotando la pelota, van al ritmo de la canción. Así es. Es simplemente moverse con gracia con el balón y en realidad tener la confianza de que nadie puede detenerte. Es saber que nadie se te puede pegar, rodearlos, mirarlos a los ojos y ver ese miedo en sus ojos, ese que dice: “Maldición, estoy en problemas”. Ese es el arte de driblar.

ROBERTSON: Yo simplemente creo que lo tienes o no lo tienes.

VIDEO: Golden State Warriors 101-98 Memphis Grizzlies (3-1)