Cruje Paris Saint-Germain: tercera derrota, Lionel Messi dolorido por las patadas y un director técnico que habla de un plantel “debilitado” en lo físico

Lionel Messi intenta controlar la pelota entre Benjamín Pavard e Joshua Kimmich; PSG cayó frente a Bayern en París en la ida de la Champions League.
Lionel Messi intenta controlar la pelota entre Benjamín Pavard e Joshua Kimmich; PSG cayó frente a Bayern en París en la ida de la Champions League. - Créditos: @Christophe Ena

El proyecto concebido para ganar todo lo que le saliera al cruce atraviesa una serie de derrotas que no experimentaba desde 2011, cuando Qatar Investment tomó la conducción del club. Tres caídas al hilo, cada una por competencias diferentes, oscurecen el horizonte de Paris Saint-Germain. La última y más reciente fue la que deja herida su prioridad: la Champions League. La derrota por 1-0 en el Parque de los Príncipes ante Bayern, por la ida de los octavos de final, lo deja entre la espada y la pared para el desquite del 8 de marzo en el Allianz Arena.

Este traspié se encadena con el que le infligió Olympique, de Marsella, y lo dejó fuera de la Copa de Francia, y con el que se llevó de Mónaco y apretó su liderazgo en la Ligue 1. Salvo en este último cotejo, Lionel Messi participó en la seguidilla.

La serie contra Bayern encontró a PSG sumido en un momento complejo, con problemas en varios frentes. Cinco derrotas en menos de un mes y medio de este incipiente 2023 sembraron muchas dudas sobre la confiabilidad del equipo y la gestión de Christophe Galtier. “Obviamente hay decepción, pero todos sabíamos que esta noche no habría clasificados ni eliminados. Desde el momento en que no tuvimos profundidad, Bayern nos acorraló. Sospechaba que jugando así, sin profundidad, sin verticalidad, tendríamos una primera parte muy difícil. Por desgracia, cuando nos decidimos a poner a Mbappé, recibimos el gol de ellos”, fue el análisis de un entrenador cada vez más cuestionado.

Messi frunce el ceño: no es un buen momento de PSG.
Messi frunce el ceño: no es un buen momento de PSG. - Créditos: @Christophe Ena

Messi estuvo entre algodones, tras unos días de reposo para aliviar contracturas musculares. Durante el cotejo se lo vio masajearse el isquiotibial izquierdo. Con Kylian Mbappé en el banco, a 13 días de sufrir un desgarro; convocado sobre todo por la trascendencia de la cita, para disminuir un poco la sensación de desprotección que sobrevuela al equipo y como recurso ante una emergencia, como ocurrió cuando Bayern se puso en ventaja.

Resumen de PSG 0 vs. Bayern 1

Ante este panorama, PSG encaró la cita con el objetivo de la autopreservación. Mínimos riesgos, máxima cautela. Un 4-4-2 más empotrado en campo propio que dispuesto a acosar a Bayern. Localía no fue sinónimo de osadía. Los hinchas de PSG debieron conformarse con esta versión aguantadora, repleta de prevenciones.

La iniciativa y el control de la pelota fueron del visitante, con una línea de tres en defensa, más João Cancelo y Kingsley Coman como carrileros. También era del equipo alemán la previsibilidad en ataques que Marquinhos y Sergio Ramos se encargaban de desbaratar. Muchos cambio de frente y una cantidad no menor de centros facilitaban la resistencia local. La llave estaba sobre la izquierda, con el duelo que Coman le ganaba a Achraf Hakimi, al que desconcertaba con desbordes o enganches hacia adentro. Tras el cotejo se supo que el marroquí jugó desde los primeros minutos con una distensión muscular.

Kylian Mbappé ingresó y le dio profundidad al ataque de PSG, pero eso no alcanzó.
Kylian Mbappé ingresó y le dio profundidad al ataque de PSG, pero eso no alcanzó. - Créditos: @Christophe Ena

Con Messi ubicado de punta sobre la derecha, el partido pasaba lejos del argentino, el único que quedaba liberado de la presión sobre la salida de Bayern. Messi era un náufrago en el planteo de su equipo. Podía reclamar por algún foul de Matthijs de Ligt, el zaguero que lo tomaba por ese sector. No mucho más. Con mediocampistas que no agarraban la pelota, Messi les daba cada tanto un respiro a sus compañeros con controles aislados del balón. Neymar estuvo enfrascado en un desgaste tan generoso como improductivo.

Yann Sommer, el arquero suizo contratado mientras Manuel Neuer se recupera de una fractura sufrida cuando esquiaba, era un espectador sin intervención. PSG no remató al arco en el primer tiempo. En el último minuto, un tiro libre de Messi, tras una falta que le cometieron a él, rebotó en la barrera. Impotencia total del conjunto francés.

Kingsley Coman no celebra efusivamente su gol en el Parque de los Príncipes, por su pasado como jugador de PSG.
Kingsley Coman no celebra efusivamente su gol en el Parque de los Príncipes, por su pasado como jugador de PSG. - Créditos: @FRANCK FIFE

Galtier quiso tapar el agujero que Coman abría sobre la zona de Hakimi y rearmó la línea de cuatro con Marquinhos en el lateral derecho y el ingreso de Presnel Kimpembe en la zaga. Pero el reacomodamiento que hizo Julian Nagelsmann fue más efectivo. El canadiense Alphonso Davies entró para ocupar el sector izquierdo y Coman fue al opuesto. La conexión entre ambos fue más fructífera, con un centro cruzado más, a la espalda de Nuno Mendes, por donde apareció Coman para definir con un toque que a Gianluigi Donnarumma se le escurrió por debajo del cuerpo.

El 1-0 desató un encuentro que era un nudo propuesto por PSG. Ya el espíritu de conservación no le servía al puntero de la Ligue 1. La mejor manera de estirar a un equipo encogido fue recurrir a Mbappé. Las primeras intervenciones de Kylian denotaron cierta falta de ritmo y de distancia, producto de la inactividad por la lesión. Pero el 7 se entonó enseguida, con la rapidez de quien es una primera figura internacional. Lo necesitaba PSG y también le vino bien al partido, que se hizo más de ida y vuelta, con emociones, ya sin el sopor del primer tiempo.

Neymar tuvo un flojo rendimiento: mucho desgaste, pero sin claridad.
Neymar tuvo un flojo rendimiento: mucho desgaste, pero sin claridad. - Créditos: @Christophe Ena

Obligado a desprotegerse, PSG sufrió en defensa y se salvó del segundo gol en más de una ocasión, a cambio de ser más agresivo en ataque. Mbappé sacó a Bayern de la placidez que transitaba. Y Messi tuvo otro interlocutor, sus apariciones ganaron en continuidad. El cotejo se abría a las dos posibilidades: una derrota más dura para PSG o un empate que habría sido muy valorado por los locales. Dos goles de Mbappé no fueron convalidados por off-sides; Messi dispuso de una ocasión muy propicia al conectar un centro atrás de Mendes con una definición que se desvió en Benjamin Pavard, con Sommer fuera de acción.

“Nos habría gustado jugar como acabamos el partido, pero el plantel en este momento es muy débil en lo físico. No fue posible”, reconoció Galtier.

Messi fue el jugador de PSG que recibió más fouls, 5; el último le costó la segunda tarjeta amarilla y la expulsión a Pavard, que lo bajó antes de que entrara al área, con una tijera que le atrapó un tobillo. Se terminaba el partido y a Messi le dolió el golpe, que bien pudo sacarlo del juego, mientras PSG camina por la cornisa en la Champions.