Cristian Romero: "Ser campeón del mundo es lo más importante que me pasó como futbolista"

Marc Atkins/Getty Images

Cristian Romero rememoró lo que fue la consagración de la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022 junto a Argentina. El defensor central dio detalles de cómo vivió la final y también reveló una de las cábalas que tuvo junto a sus compañeros Lisandro Martínez y Nahuel Molina.

"Ser campeón del mundo es lo más importante que me pasó como futbolista, pero este último tiempo me relajé un poquito. Lo dejé un poco de lado porque si no los compañeros de Tottenham se enojan un poco", manifestó inicialmente el zaguero central argentino en diálogo con TyC Sports.

"No me cambió la vida, pero sí me marcó, me cambió futbolísticamente muchísimas cosas. Seguramente para los próximos años voy a estar más tranquilo, sin esa presión en la Selección por haber conseguido todo", agregó el Cuti con respecto al logro.

Además, el defensor explicó el porqué de su grito de gol a Kylian Mbappé. "La foto es hermosa. Voy a contarlo porque siempre los malos de la película somos nosotros, pero Mbappé le estaba diciendo cosas a Enzo. Le dijo un par de boludeces. Yo justo lo fui a sacarlo de ahí y Messi mete el 3-2. Entonces me salió de adentro gritarle el gol en la cara", comentó.

También recordó cómo vivió los penales en la final y afirmó: "Me parece que el único penal que vi fue el de Leo (Messi). Después estaba arrodillado en el piso, Paulo (Dybala) me levantaba a cada rato y yo no quería mirar. Estaba rezando, pidiéndole a Dios que se nos dé y no pude ver toda la definición. Fue la primera vez porque siempre los veo, no tengo problema, pero en ese momento no podía".

"Miraba para el piso y, cada vez que gritaba la gente me daba cuenta que había pasado algo lindo. Cuando iba a atajar el Dibu, tampoco miraba. Estaba mirando al piso y, cuando sentí a toda la gente, porque prácticamente éramos todos argentinos, me di cuenta que lo había atajado. Me levanté y él, festejando, bailando", sumó.

Por último, el central hizo mención a una cábala que develó Rodrigo De Paul que inició tras el duelo ante Arabia Saudita. "Con Licha compartimos siempre la pieza y el Moli siempre estaba con nosotros. A Licha le digo el santo porque es muy creyente y, después del primer partido, yo estaba mal y me decía ‘tenés que cambiar la energía’. Trajo un millón de palo santo y empezó a prender por todos lados. Un humo por todos lados, por eso quedó esa anécdota", concluyó.

Foto: Marc Atkins/Getty Images