Copa Libertadores: Boca, entre la calma por la clasificación a octavos de final y la preocupación por las lesiones

Marcelo Weigandt, autor del gol que marcó la victoria de Boca sobre Colo Colo y la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores
Marcelo Weigandt, autor del gol que marcó la victoria de Boca sobre Colo Colo y la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores - Créditos: @Mauro Alfieri

Objetivo cumplido. Victoria y clasificación a los octavos de final. Con el triunfo 1 a 0 sobre Colo Colo, Boca selló el primer desafío en la hoja de ruta de la Copa Libertadores. Un éxito que nunca estuvo asegurado, porque las fragilidades defensivas posibilitaron a los chilenos mantenerse con esperanza en el resultado hasta el cierre del partido. Un festejo que resultó un desahogo, aunque tuvo un costo físico: los xeneizes sufrieron las lesiones de Luca Langoni y Miguel Merentiel, mientras que Luis Advíncula y Frank Fabra terminaron tocados; un día antes, quedó descartado de la convocatoria Marcos Rojo. Primer equipo argentino que pasó el corte y ahora, en el cierre con Monagas, un empate le asegurará el primer puesto del Grupo F.

Un clima de final, un ambiente de clásico, una noche de Copa. La Bombonera, un escenario histórico del fútbol sudamericano, y un marco envolvente. El sorpresivo éxito de Monagas sobre Deportes Pereira, que resultaba un alivio para xeneizes y colocolinos camino a la sexta y última jornada, no calmó la intensidad. De los de afuera, que empujaban y a la vez exigían por ese trofeo que se constituyó en un objeto de deseo desde 2007. Ese clamor popular contagió, porque Boca desató un ataque feroz en el arranque: las bandas el espacio elegido para despegar. Pol Fernández trepó por la derecha y por el sector opuesto no llegó a conectar Langoni; Fabra recogió la pelota y cruzó el balón en sentido inverso para que Darío Benedetto peinara el balón y Advíncula, rematara: entre el arquero Brayan Cortés y el poste salvaron a Colo Colo.

Lo mejor del partido

Pero, así como Boca se enseñó agresivo en ofensiva, también era liviano en defensa. Alan Varela intentó diseñar una salida limpia desde el área y Damián Pizarro interceptó el pase; Marcos Bolados definió con una pifia, ante el control de Sergio Chiquito Romero. Un mano a mano, luego invalidado por posición adelantada del juvenil Pizarro, resultó una nueva alarma para el fondo. A la problemática, la tensión y el nerviosismo se le sumó la lesión de Langoni, que venía con poca continuidad. El juvenil se marchó entre lágrimas al vestuario, como si no pudiera quitarse el hechizo de encima: en el estreno del ciclo Almirón se desgarró el isquiotibial derecho y se resintió de la misma lesión. Lleva tres lesiones musculares en 45 días.

Luis Advíncula, figura en el éxito de Boca: el peruano es una pieza desequilibrante en el esquema que diseña Almirón y se marchó ovacionado
Luis Advíncula, figura en el éxito de Boca: el peruano es una pieza desequilibrante en el esquema que diseña Almirón y se marchó ovacionado - Créditos: @Mauro Alfieri

El dibujo 4-3-3 que entusiasma a Almirón no se modificó, a pesar de que los xeneizes ya no cuentan con Sebastián Villa. El colombiano fue licenciado y no tendrá espacio en el plantel, después de la condena de dos años y un mes de prisión condicional por “amenazas coactivas en concurso real con lesiones leves calificadas por el vínculo en contexto de violencia de género” contra su expareja Daniela Cortés. Primero Langoni y después el paraguayo Oscar Romero se apoderaron de la banda izquierda, esa que tenía al cafetero como nombre seguro. Pero ni el juvenil –apenas estuvo 15 minutos en el campo de juego- ni el guaraní que debió adaptarse a una posición que no le es natural, lograron ensamblar la conexión con Fabra; Boca extrañó el tándem colombiano, que jugaba prácticamente de memoria y era un argumento de peso en el ataque.

Miguel Merentiel jugó apenas cuatro minutos: reemplazó a Darío Benedetto, sufrió una lesión en el aductor derecho y debió dejarle el lugar a Luis Vázquez
Miguel Merentiel jugó apenas cuatro minutos: reemplazó a Darío Benedetto, sufrió una lesión en el aductor derecho y debió dejarle el lugar a Luis Vázquez

El tridente Pol Fernández-Varela-Medina, futbolistas con características que se asemejan, quedaba en inferioridad numérica ante la presencia de cinco volantes que desparramó Colo Colo. Leonardo Gil era el líder, el armador y el hombre que filtraba pelotas a los atacantes, con César Fuentes y el capitán Esteban Pavez como laderos; Bruno Gutiérrez y Agustín Bouzat –surgido en Boca- eran los carrileros: el primero se lesionó en los primeros compases y fue reemplazado por Jeyson Rojas, mientras que el argentino jugó condicionado por una rápida amonestación. Maniatado e incómodo, Boca se despertó con Medina –cumplió 100 partidos- como bandera: el juego exigía que uno de los volantes se desprendiera, rompiera líneas y el bonaerense definió tras una asistencia de Advíncula que ahogó Cortés, que retomaba la titularidad, luego de un castigo disciplinario aplicado en abril por el entrenador Gustavo Quinteros. El regreso también fue ayudado por le expulsión de Fernando De Paul ante Monagas. El guardavalla volvió a agigantarse en un mano a mano con Romero y cuando quedó fuera de acción –después de la habilitación de Benedetto al paraguayo Romero-, despejó sobre la línea Saldivia.

Darío Benedetto y una tarea que se destacó más por su función para el equipo que por el lucimiento personal
Darío Benedetto y una tarea que se destacó más por su función para el equipo que por el lucimiento personal - Créditos: @Mauro Alfieri

Con dos equipos que se destacan por la verticalidad para atacar, dejando en un segundo plano las asociaciones y juntar pases, lo mejor de cada uno se expresó cuando dejó avanzar al rival y partir de contraataque. Cambió la posición Romero para el segundo tiempo, más cerrado, alejado de la banda, y Boca en su primera acción colectiva partió el resultado: combinaron Pol Fernández, Fabra, Advíncula, Romero, que cambió la orientación, y Weigandt –como Advíncula en otros partidos- castigó con un remate desde fuera del área fuerte y colocado.

Boca, de repente, era cómodo dominador, pero no es un equipo fiable y Pizarro –de buenos movimientos, pero lento para gatillar- desperdició una oportunidad y posibilitó el cruce de Jorge Figal. La lesión de Merentiel, reemplazó a Benedetto, pero apenas jugó cuatro minutos y dejó su lugar a Luis Vázquez, cerró las ventanas de cambios con 20 minutos por delante. Y terminó más apretado por las debilidades físicas que ofreció, tras las molestias de Advíncula y Fabra, que por la exigencia que le demandó el rival.