Copa Davis: Guido Pella ganó y anotó el empate para Argentina frente a Belarús en el Buenos Aires

Luego del durísimo impacto que sufrió la Argentina con la derrota de Diego Schwartzman frente al juvenil Daniil Ostapenkov, a Guido Pella le tocó afrontar la misión de tratar de conseguir el 1-1 frente a Erik Arutiunian, el otro juvenil del equipo bielorruso. Y lo consiguió con solvencia, al imponerse por 6-1 y 6-2, en una hora y 12 minutos en el Buenos Aires. Así, la serie queda igualada y continuará este domingo, con el encuentro de dobles en el primer turno desde las 11, y por lo menos el cuarto punto, que tendrá como protagonista a Schwartzman contra Arutiunian

Para Pella, la situación distaba de ser la ideal. El zurdo, dentro la lógica previa, iba a entrar a disputar el segundo punto con la tranquilidad de que Schwartzman había conseguido la ventaja inicial para la Argentina. Pero no fue lo que sucedió, y Pella debió lidiar con la tarea de recomponer un pésimo arranque para el equipo de nuestro país.

En todo caso, Pella buscó imponer dominio desde el comienzo, y rápidamente se adelantó 3-0 en la cuenta. Cedió luego su saque en un game largo, pero se recompuso enseguida para sentenciar el primer set en poco más de media hora, marcando distancias con un juego consistente, frente a un adversario que comenzaba a acumular errores no forzados.

No cambió mucho el desarrollo en el segundo parcial. Concentrado y metido en cada punto, Pella comenzó a tomar distancias con un quiebre en el cuarto game (3-1). El zurdo no necesitó un juego demoledor, pero sí exhibió las distancias lógicas entre un Top 100 consolidado y un adversario que todavía actúa en categorías juveniles. El desenlace llegó por decantación, y un nuevo error del visitante le dio a Pella una victoria muy celebrada por los 3000 espectadores que acudieron al Buenos Aires.

El zurdo, con su triunfo, evitó más complicaciones a un equipo argentino que cierra el primer día con un empate inesperado, pero que de todas maneras deja la serie abierta para tratar de revertir la cuenta en la jornada del domingo; ahora sí, con la necesidad de recomponerse para evitar más (dolorosas) sorpresas.