La Copa Argentina: Talleres - Boca, polos opuestos en una final que marcará un quiebre

En el medio de la lucha se resumen los modelos: Diego Valoyes, Michael Santos y Carlos Auzqui, relanzados en Talleres, vs. Marcos Rojo y Carlos Izquierdoz, por los que Boca invirtió mucho dinero
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Los finalistas de la Copa Argentina son polos opuestos. No solo por la actualidad, sino también por la búsqueda durante el pasado para llegar a definiciones como la de esta noche, en Santiago del Estero, desde las 21.10. En Talleres se vive como una fiesta, pero no solo por estar a 90 minutos de escribir su primera gran historia local: gane o pierda, la euforia y el brindis pasan por la ratificación de un trabajo de años, de paciencia, de constancia.

En tanto, en Boca son días sufridos por lo de afuera y lo de adentro. Provoca una convulsión interna la desesperación por volver a ser aquel club que arrasaba con lo que había en el camino y, en efecto, se olvida de las intenciones iniciales de una gestión futbolística que maneja nada menos que Juan Román Riquelme. Todo a los golpes y, lo peor, sin estar convencidos. Una final así solía ser para Boca un consuelo o bien sumar una estrella más: hoy es una obligación para tener algo de paz y sentir el “acierto” de haber puesto a Sebastián Battaglia al mando del equipo, pero que con 20 encuentros dirigidos es mirado de reojo.

Las imágenes de ayer al mediodía son un claro ejemplo. Casi en simultáneo, así como en La Boutique del barrio Jardín explotaba la tribuna de hinchas cordobeses para despedir a su equipo en una práctica abierta, en el predio de Ezeiza predominó el silencio . Todo un síntoma del grado de las expectativas.

La diferencia de trabajo ideado e instrumentado es evidente. Es cierto, luego se trata de 90 minutos en los que –incluso– la dinámica de lo impensado puede ganarles la pulseada a tantos elogios para un lado y tanta crítica hacia el otro. No obstante, no dejará de ser verdad a través de qué método accedieron a este cruce tan importante para ambos.

Sebastian Battaglia, al frente del plantel de Boca; el entrenador sabe que afrontará un partido decisivo para el futuro
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Sebastian Battaglia, al frente del plantel de Boca; el entrenador sabe que afrontará un partido decisivo para el futuro (javier garcia martino/)

En el Xeneize siempre tuvieron todo muy claro. Aquella sonrisa de Riquelme previa a las elecciones sobre el final de 2019 y su sentencia de “el entrenador ya lo tenemos [por Miguel Ángel Russo]” daban más pistas: en realidad, ya tenía la estructura futbolística armada. Incluso, el proyecto con la mirada más adelantada: preparar a Battaglia como técnico de la reserva hasta que sintieran que el ciclo del experimentado DT estaba terminado y así ascenderlo a cargo del plantel profesional. ¿Con qué idea? Una de ellas, el conocimiento de los juveniles para darles rodaje y potenciarlos.

Ni una cosa ni la otra. Es cierto que muchos chicos debutaron, pero las urgencias –y muchas veces la falta de confianza en ellos– los sacaron del primer plano. Y, al mismo tiempo, no se sabe qué sucederá con el actual entrenador después de la final. Porque puertas adentro nadie quiere decir nada al respecto y todo descansa en un “vamos a esperar cómo termina todo”.

Sin decirlo, todo hace pensar que vencer a Talleres sería determinante para su continuidad. Entonces, no hay proyecto: se piensa en quién obtiene buenos resultados. Aunque si hoy está en duda también tiene mucho que ver lo mal que entendió Battaglia el manejo de su plantel y cómo encarar cada partido.

Se respira tensión, preocupación y confusión. Tanto que, por ejemplo, ya se rumorea que varios refuerzos del último mercado de pases (mitad de año) no complacieron en estos cinco meses y el propio Consejo de Fútbol que los incorporó podría buscarles salida. Lo que es seguro es que nadie cambió la ecuación: ni nuevos ni los que ya estaban. La directiva, además, gastó dinero en nombres que –en su mayoría– miran los partidos desde el banco o fuera de él: por ejemplo, Norberto Briasco costó más de tres millones de dólares y Nicolás Orsini, casi U$S 2.000.000. Fuerte contraste con Córdoba.

Michael Santos, uno de los descubrimientos de Talleres que potenció el rendimiento del equipo dirigido por Alexander Medina
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Michael Santos, uno de los descubrimientos de Talleres que potenció el rendimiento del equipo dirigido por Alexander Medina (Fotobaires/)

Andrés Fassi fue un punto de inflexión en la vida de Talleres. El empresario revivió desde la presidencia a una institución que pasó por una época extensa de quiebra y gerenciamiento y, en poco tiempo, logró con sus políticas que el club pasara del Argentino A a la Primera División. Poderoso, con la influencia de también ser parte esencial de Pachuca, de México, su cabeza piensa en proyectos que hagan crecer lo que está en sus manos.

Compras sin una enorme erogación y ventas por números inimaginables: claros ejemplos fueron Piero Hincapié (incorporado apenas por U$S 1.000.000 y vendido a Bayer Leverkusen por algo más de siete millones) y Federico Navarro (de las inferiores se fue a la MLS por 5.000.000 de dólares). El trabajo en las divisiones menores, la búsqueda de futbolistas “perdidos”, como el goleador Michael Santos, que llegó libre desde Copenhague, de Dinamarca, y la seducción a futbolistas que buscan relanzamientos en sus carreras: casos como Héctor Fértoli (flojo en Racing y San Lorenzo) o Carlos Auzqui (sin influir en River).

Obvio, todo consensuado con el técnico de turno: más de tres años de Frank Darío Kudelka, un año de Juan Pablo Vojvoda y ya dos años y medio del uruguayo Alexander Medina. Armar un equipo y sostener un sistema de juego atractivo y en común. Incluso, el refuerzo de este semestre fue haber mantenido la base con la que “Cacique” trabajó en su ciclo y solo con eso, que no es poco, vive un sueño: muchos de sus jugadores son mirados hace tiempo por los clubes grandes y desde el exterior. Esos son los ideales de la T.

Esos aciertos derivaron en la participación en la Copa Libertadores 2019, Sudamericana 2021 y que ahora haya vuelto a clasificar a la próxima edición del primero de esos certámenes . Además, fue el que le peleó hasta donde pudo el Torneo 2021 a River: en los últimos torneos, estuvo entre los protagonistas. Un plan pensado hace tiempo que no puso el freno de mano y va por más.