Contracara: el desfile sin bogeys de Jon Rahm y la frustración prematura de Emiliano Grillo

Grillo falló el corte por un golpe y quedó afuera del Northern Trust
Grillo falló el corte por un golpe y quedó afuera del Northern Trust

Cumplió temprano con sus deberes, luego ensayó unos tiros y dejó el Club House para ponerse a pensar en el fin de semana. Jon Rahm juega en piloto automático en el primer playoff de la FedExCup, en Nueva Jersey: se mantiene como puntero tras 36 hoyos y hasta aquí no conoce lo que es un bogey en la intrincada cancha de Liberty National. El vasco de Barrika firmó una segunda vuelta de 67 golpes (-4), totaliza 130 (-12) y continúa mirando a todos desde arriba en el Northern Trust. Mientras tanto, Emiliano Grillo no superó el corte y se complicó en su objetivo de llegar hasta la última estación en Atlanta, que garantiza acceder a los cuatro majors el año próximo.

El chaqueño jugó con fuego a lo largo de la vuelta, hasta que terminó quedándose afuera por un golpe, en un límite que se fijó en -1. Le bastaba con firmar el par total este viernes, pero la segunda vuelta de 72 golpes (+1) y el total de 142 (par), lo privaron de mantenerse vivo en una serie que reducirá el field de 125 a 70 jugadores para el torneo de la semana próxima. Más allá de la frustración prematura, Grillo tiene garantizada su participación en el BMW Championship, que se disputará en Maryland: sucede que partió desde el puesto 47º de la FedEx Cup y ahora se proyecta en el 53º lugar, dentro de los 70. Sin embargo, en la siguiente cita tendrá una exigencia mucho mayor y deberá terminar en los primeros lugares para alcanzar su tan ansiado objetivo del Tour Championshp, en definitiva el escenario que buscan todos los jugadores. Los cuatro birdies y los cinco bogeys reflejaron la inestabilidad del juego de Grillo, en una jornada con algunas tarjetas extraordinarias.

No solo la mirada se circunscribe al puntero Rahm, que alternó golpes sólidos con algunos tiros perfectos y otros tantos erráticos, además de su irregularidad en el green. Hubo otros jugadores que ayer aceleraron para dar pelea, como en el caso de Tony Finau (64, -7), escolta a un golpe, seguramente el golfista que más merece ganar un torneo después de amagar tantas veces con el triunfo. Para este jugador nacido en Utah, que tuvo que contar cada centavo de dólar para poder dar sus primeros pasos en el golf, ya parece demasiado lejana su única victoria en el PGA Tour, en el Puerto Rico Open de 2016. Ahora, Finau quiere desafiar al Nº 1 del mundo, de liderazgo firme pese a que venía de un mes de inactividad por un test positivo de covid.

En el show de birdies a un puñado de kilómetros de la Estatua de la Libertad, el campeón olímpico Xander Schauffele y el triple ganador de Majors Jordan Spieth anotaron 62 golpes (-9) e igualaron el récord de campo. En realidad, varios se apuntan a la idea de intentar desbancar a Rahm. Incluso Justin Thomas, un habitual candidato que, si bien no gozó de un día tan inspirado (69, -2), se mantiene a dos golpes de la vanguardia. Al margen del desfile grandes nombres quedó el sinsabor de Grillo, que había declinado formar parte de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y apostó todas las fichas por la FedEx Cup. Hasta ahora, su focalización al circuito no le rindió sus frutos.

El insólito tiro de Matsuyama

Lo más curioso de la segunda vuelta sucedió cuando Hideki Matsuyama pegó su salida en el hoyo 10. Su tiro salió desviado a la derecha y terminó... dentro de la chomba de un espectador. El fan explicó: “La pelota pegó entre mis piernas, dio en mi rodilla y de alguna manera rodó hasta entrar en mi remera”.

Cuando el japonés se acercó al sector en donde había caído su bola, se sorprendió y sonrió, en tanto que el espectador se quedó quieto hasta que dejó caer la pelota frente a la mirada del último campeón del Masters. Fue en ese momento en que Matsuyama marcó la zona para pegar su segundo tiro, no sin antes regalarle una pelota autografiada al hombre que se ganó sus segundos de fama frente a las cámaras del PGA Tour.