La continuidad de Marcelo Gallardo en River: cómo y por qué tomó el DT la decisión más difícil de su vida

Escuchó el pedido de los futbolistas el lunes, decidió el martes y lo anunció el miércoles: Marcelo Gallardo alegró al mundo River con su determinación de seguir por un año.
Alejandro Guyot

Marcelo Gallardo caminó en paz con un sereno andar. Respiró con calma. Llevaba puesta una camiseta negra y un pantalón negro del club con zapatillas blancas. Charló con su colaborador Facundo Greco y tardó unos 30 segundos en cruzar el predio para acudir a la sala de prensa. “Buenas. ¿Cómo están? ¿Bien?”, dijo a los periodistas y soltó una sonrisa. Mientras parecía un día de rutina, en las adyacencias del complejo de Ezeiza decenas de hinchas esperaban su palabra. Se congregaron para esperar su decisión. Se armó una vigilia que se extendió en innumerables teléfonos y televisores del país. La expectativa fue total y eclipsó todo en una calma mañana de miércoles feriado. Desde que se conoció a las 11.30 su deseo de hablar, hasta pasadas las 13.30, cuando tomó el micrófono, se paralizaron muchos corazones millonarios. Y todos volvieron a latir con sus palabras: “Elijo seguir estando”. Hubo bocinazos, gritos, cánticos y lágrimas con otra frase para el recuerdo en una historia que sigue teniendo páginas por llenar.

Las últimas dos semanas no fueron fáciles para el entrenador. Tras el 4-0 a Racing, el pálpito sobre su futuro parecía ser adverso. Sucesivos flashes presagiaban un final diferente. La caminata con su hijo Benjamín, de dos años, por el Monumental a pura emoción tras ganar el torneo local. Los abrazos con sus hijos mayores. Santino y Matías, y con su padre, Máximo, y sus hermanas. La necesidad de poner un freno para tomar “la decisión más difícil” de su vida. La expresión sobre merecer replantearse qué hacer por la alta exigencia. La conquista del Torneo 2021, como para saldar uno de los pocos pagarés que le quedaban. La propuesta de Uruguay al acecho. Y la sensación de que quizás no había un momento mejor para finalizar su contrato y cerrar el ciclo más exitoso de la historia del club, tras siete años y medio y 13 coronas. El combo era difícil de digerir. Pero Gallardo nunca tuvo una decisión tomada. Siempre optó por serenarse, procesar sus emociones, medir su energía y tomarse un tiempo para elegir. Tal como lo hizo en diciembre de 2016, el momento en que más cerca estuvo de irse.

La conferencia de prensa de Gallardo en el Campus de River fue sorpresiva; la convocó a las 11.30 y la comenzó a las 13.32.
Alejandro Guyot


La conferencia de prensa de Gallardo en el Campus de River fue sorpresiva; la convocó a las 11.30 y la comenzó a las 13.32. (Alejandro Guyot/)

Hasta que el clic llegó. Este martes por la noche. Antes, el lunes, disfrutó la fiesta que se realizó en el SUM del Monumental para festejar el título local con familiares de los futbolistas y el cuerpo técnico. Se lo vio suelto, distendido, contento. Y los jugadores clamaron por su continuidad. El martes todo se encaminó: el Muñeco se fue a dormir con la decisión tomada. Renovar su vínculo por un año.

Esa misma noche se dio el adelanto. Lo comunicó al manager, Enzo Francescoli, y a Jorge Brito, electo presidente, y tuvo las primeras charlas con dirigentes, que incluyeron lineamientos por seguir para 2022. El miércoles el director técnico llegó a las 8.15 al predio. Se reunió con su representante, Juan Berros, y con el presidente Rodolfo D’Onofrio. Tras el entrenamiento de las 10 comunicó al resto del cuerpo técnico y al plantel su decisión. A las 11.30 se anunció la conferencia de prensa, y a las 13.32 Gallardo se sentó en la sala para hablar. Un año más, y después se verá.

Gallardo saluda a los hinchas que acudieron a Ezeiza antes de anunciar su esperada determinación.
Alejandro Guyot


Gallardo saluda a los hinchas que acudieron a Ezeiza antes de anunciar su esperada determinación. (Alejandro Guyot/)

El clic fue más emocional que racional. Y hoy el entrenador vivirá otra noche emotiva, con el festejo del tercer aniversario del 9/12. Como su vínculo con River es indeleble y no hay forma de que se quiebre, el DT no quiso eclipsar con su definición un día de celebración. Por eso la comunicó antes. Quiso salir del centro de la escena para festejar esta tarde-noche en el estadio y en las calles con la caravana que se hará desde el Obelisco hasta Figueroa Alcorta y Tagle.

La voluntad de Gallardo se entiende por el arraigo y el sentido de pertenencia. ¿En qué otro lugar encontraría la tranquilidad, las herramientas y el cariño para trabajar mejor? El entrenador cuenta con el respaldo del plantel, la dirigencia y los hinchas. Tiene cerca a sus familiares y sus afectos. El equipo, los jóvenes y los refuerzos le han respondido para seguir creciendo. Pretende –y pidió incorporar– al menos dos o tres jugadores de jerarquía. Sueña con el posible regreso de Juanfer Quintero. Y el plan de trabajo que la dirigencia le presentó a principio de año lo seduce: incluye la creación de un Consejo de Fútbol, la incorporación de big data para las divisiones inferiores y el scouting de jugadores, la construcción de la concentración en Ezeiza y el rearmado de las bases del proyecto infanto-juvenil con la búsqueda de un nuevo coordinador general.

Este miércoles el plantel se retiró contento y aliviado del predio. En su grupo de Whatsapp se festejó la continuidad del entrenador. Todos querían seguir teniéndolo como líder. E internamente, en los pasillos del Monumental, la noticia produjo alegría y emoción. “Se me caían las lágrimas cuando lo escuchaba”, confesó un dirigente millonario para LA NACION, y no exageró: la noticia fue celebrada como un título más. “La alegría es gigante por lo que representa que Marcelo siga. Para nosotros es la continuidad de un proyecto. No es fácil generar una comunión tan grande de valores entre dirigentes, plantel, cuerpo técnico e hinchas”, aseguró un integrante de la comisión directiva.

Gallardo nunca escuchó propuestas. Recibió sondeos y estuvo en los radares de Roma, Barcelona, Al-Nassr, Uruguay y Flamengo, entre otros, pero nunca se sentó a charlar. Su prioridad siempre fue River. Y aunque hace dos semanas la sensación parecía ser de final de una era, el director técnico volvió a hacer de las suyas. Tras un hermetismo absoluto, anunció su continuidad. Seguirá otro año, con la nueva dirigencia, que encabezará Brito. Su tanque de energía todavía no está vacío. Tiene más por dar. Y su corazón siempre parece latir al compás del “Gallardo es de River, de River no se va”.

“Vale la pena y lo merezco”

“Elijo seguir estando. Vale la pena y lo merezco”. Las palabras de Gallardo fueron una explosión de emociones en el mundo River. Alegría, exaltación, satisfacción, desahogo, alivio, calma. Eso sintieron colaboradores, jugadores, dirigentes e hinchas. El 2022 no será un año de legado, sino de continuidad.

Después de meses de dudas, interrogantes, sondeos, reuniones, análisis, conjeturas e hipótesis, Gallardo sentó su postura sólo un día antes del festejo en el Monumental: 72 mil hinchas vibrarán con el tercer aniversario de la conquista en Madrid de la Copa Libertadores 2018 y le transmitirán el cariño habitual al Muñeco.

Tal como en 2019, el Muñeco fue el gran impulsor del evento: pidió a los dirigentes abrir las puertas del estadio de forma gratuita para que los socios festejaran la fecha histórica. Durará una hora y cuarto y se espera que el DT tome la palabra. Habrá invitados especiales, un show de música, videos y fuegos artificiales. Además, desde las 17 se hará el citado banderazo en el Obelisco, con la caravana a partir de las 19. Un día especial tras otro día especial.

Hinchas frente a River Camp, a la vera de la autopista Ezeiza-Cañuelas, entusiasmados en recibir la noticia que tanto esperaban: sigue Gallardo.
Alejandro Guyot


Hinchas frente a River Camp, a la vera de la autopista Ezeiza-Cañuelas, entusiasmados en recibir la noticia que tanto esperaban: sigue Gallardo. (Alejandro Guyot/)

Los jugadores, que estarán en la celebración, recibieron la noticia con entusiasmo. El lunes, en la celebración por el torneo local, habían pedido la continuidad del DT. Lo ovacionaron, lo aplaudieron y festejaron juntos el 13er cetro del ciclo. Fue un shock emocional que impactó en el entrenador y que hizo creer a los fanáticos que la continuidad era posible.

Ahora será turno de enfocarse en un nuevo objetivo: el Trofeo de Campeones, que River disputará el sábado 18 en Santiago del Estero contra Colón. Después de la visita a Tucumán en la última fecha del Torneo 2021, ese compromiso tendrá el sabor especial de ser la última función de Leonardo Ponzio, que quiere retirarse como el futbolista más ganador de la historia millonaria, con 17 copas.

Gallardo sostiene a Benjamín ante sus otros hijos al celebrar el título de campeón del Torneo 2021.
Gallardo sostiene a Benjamín ante sus otros hijos al celebrar el título de campeón del Torneo 2021.


Gallardo sostiene a Benjamín ante sus otros hijos al celebrar el título de campeón del Torneo 2021.

Para la dirigencia la novedad de Gallardo fue una alegría absoluta. Luego del triunfo en las elecciones del sábado pasado con 70,6% del total de los votos, el mensaje del DT fue un alivio tanto para D’Onofrio como para Brito y Francescoli. La decisión calma, pero no relaja. Será el turno de redoblar los esfuerzos para sostener la vara alta con la que trabaja el DT. “Con Gallardo todo es más fácil”, se suele escuchar en los pasillos del Monumental. Y en los próximos días, a la espera de su renovación, se empezará a trabajar en el plan 2022, con foco inmediato en la logística de la pretemporada y el mercado de pases.

River vive de festejo en festejo. Hace dos semanas celebró la Liga Profesional de Fútbol. El domingo pasado despidió al capitán Ponzio entre la euforia y la tristeza. Este miércoles vibró con la continuidad de Gallardo. Y este jueves celebrará los tres años de la conquista de Madrid. Cuerpo técnico, jugadores, dirigentes e hinchas se enarbolan detrás de la bandera del Muñeco, sueñan seguir agigantando la historia y apuntan a cerrar el año con otro éxito: ese Trofeo de Campeones puede ser la frutilla del postre.