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Conmebol ya no apoya el Mundial cada dos años

CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 10 (EL UNIVERSAL).- La Confederación Sudamericana de Futbol, la Conmebol, se manifestó en contra de la propuesta del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, sobre organizar la Copa del Mundo cada dos años.

Para el organismo sudamericano, esto sólo "bajaría la calidad del torneo y sobrecargaría el calendario".

La Conmebol reconoció que de inicio dio el visto bueno a la propuesta, pero desde de un análisis "técnico" decidió cambiar de opinión.

Sus apreciaciones son las siguientes:

-Una Copa del Mundo cada dos años podría desnaturalizar la más importante competición de futbol en el planeta, rebajando su calidad y minando su carácter exclusivo, así como sus actuales estándares de exigencia.

-Una Copa del Mundo cada dos años supondría una sobrecarga prácticamente imposible de gestionar en el calendario internacional de competiciones. En las condiciones hoy vigentes ya resulta complejo armonizar los tiempos, cronogramas, la logística, la preparación adecuada de los equipos y los compromisos. La situación sería extremadamente más difícil con el cambio planteado.

-La idea de la Copa del Mundo es reunir a los futbolistas más talentosos, los técnicos más destacados y los árbitros más capacitados para determinar en una competencia leal y justa cuál es la mejor selección del planeta. Esto no se puede lograr sin una preparación apropiada, sin que los equipos desarrollen sus cualidades y los técnicos diseñen y apliquen estrategias.No existe una justificación deportiva para acortar el periodo entre Copas del Mundo.

-Para la aprobación de un cambio de esta naturaleza es indispensable un proceso amplio y participativo de consultas con todos los actores involucrados. Debe ser el fruto de un debate franco, en el que sean consideradas todas las opiniones y criterios.

Si bien en algún momento la CONMEBOL apoyó el proyecto en cuestión, análisis técnicos mostraron que es altamente inviable. Por ello, en las condiciones actuales, ratifica su respaldo al modelo de Copa del Mundo vigente, con sus plazos y mecanismos de clasificación, por considerarlo coherente con el espíritu que animó a quienes concibieron y fundaron esta competición.