Un clásico prometedor

Nicolás Schiller Solti

CIUDAD DE MÉXICO, marzo 18 (EL UNIVERSAL). - Se paraliza el país con una nueva edición del Clásico de México entre Chivas y América, los dos equipos más importantes y populares del país.

El Akron será el escenario para un partido en el que se juega mucho más que el orgullo.

A pesar de que Veljko Paunovic nació en Serbia, y Fernando Ortiz es argentino, los dos son conscientes del escudo que representan. "Este Clásico es único. Los demás Clásicos pueden dividir una ciudad y este divide una nación. Es hablar de todo un país y eso quiere decir que la importancia va más allá" aseguró el Tano en una conferencia de prensa en conjunto con el estratega rival.

América y Chivas llegan como dos de los mejores equipos del torneo. Pelean semana a semana por estar dentro de los primeros cuatro lugares de la tabla de posiciones. Los rojiblancos están en el cuarto escalón, con 21 puntos, uno por encima de su acérrimo rival. Los azulcremas tienen a la mejor ofensiva; los tapatíos, una de las más férreas defensas.

Paunovic, que cambió la mentalidad y la actitud del Rebaño apoyado en Víctor Pocho Guzmán, tiene la misión de terminar con la supremacía azulcrema en los Clásicos recientes, ya que, en temporada regular, el Guadalajara no vence a los de Coapa desde hace seis años.

Para esta noche, Pauno contará con equipo completo y se espera el regreso del goleador Alexis Vega; por el otro lado, Ortiz aún no sabe si contará con los uruguayos Federico Viñas y Brian Rodríguez, afectados por diversas lesiones. Así que se cierren las puertas. El Clásico de México, está por iniciar.