Cine, teatro y libros: en la Argentina, el fútbol está en todos lados

Diego Maradona
Diego Maradona - Créditos: @Sebastián Domenech

Nápoles disfruta arriba el paraíso (su cielo siempre azul). Pero sufre bajo tierra el infierno (la lava amenazante del Vesubio). La ciudad es entonces “el purgatorio”. Allí, muerto en Buenos Aires, llega un día Diego Maradona. Pero el 10 decide bajar al infierno para rescatar a María. La pobre fue condenada porque hace más de treinta años cometió el pecado de suicidarse tras la muerte de “Pez de Oro”. Su amado pescador había muerto en el mar de Posillipo, cuando desafió a la tormenta porque quería ir a la cancha para ver a Diego. Maradona rescata a María. “La Mano de Dios”. Vuelve a su fila de pecadores y le dice a San Pedro: “¿y ahora qué otro milagro debo hacer para ir al paraíso?”. El milagro será hoy, si Lazio no le gana a Sassuolo, o mañana, si Napoli empata con Udinese. O en el partido siguiente. Porque, con 18 puntos de ventaja a seis fechas del final, Napoli, es un hecho, volverá finalmente a ser campeón de Italia luego de treinta y dos años.

El relato de Diego en el purgatorio forma parte de Ho visto Maradona, hermosa película del Festival de Cine de Buenos Aires (Bafici). El filme del director español Ximo Solano describe a Nápoles como la ciudad que convive con sus muertos “de modo natural”. Doscientos mil cráneos, huesos, cadáveres, expuestos en el cementerio de Fontanelle. “Los muertos no saben que están muertos”, dice el escritor Maurizio de Giovanni. “Diego”, añade el escritor anticamorra Roberto Saviano, “está presente, no se ha ido, nunca morirá en Nápoles”. El filme trascurre bajo letra y voz de Daniel Pennac. El gran escritor francés describe a Diego, a su cuerpo, como “un cubo musculoso que, cuando tiene una pelota en los pies, se convierte en danza”.

La Feria del Libro en La Rural, un espacio en el que también hay lugar para el fútbol
La Feria del Libro en La Rural, un espacio en el que también hay lugar para el fútbol - Créditos: @Fabián Marelli

Es imposible que cualquier edición del Bafici omita al fútbol. El hincha no es la película histórica de 1951 en la que Enrique Santos Discépolo se pregunta “qué sería de un club sin el hincha. ¡Sería una bolsa vacía!”. El hincha del Bafici 2023 es Renzo Cozza, que busca “abrazar” sus dos mundos supuestamente antagónicos. El que le trasmitió su familia fana y dirigente de River y su propio mundo: Renzo baila en una gran fiesta gay con una camiseta firmada por Enzo Francescoli. Bailan también en el Bafici los pibes campeones de Qatar. Pero no los de ahora. Sino los del Sub 20 de 1995. La selección que abrió la gran era de José Pekerman, capitaneada en Qatar por Juan Pablo Sorin, productor de Erase una vez en Qatar, junto con Sol Alac, su compañera. Hay imágenes inéditas de la fiesta argentina cuando Qatar era puro desierto. Emociona el propio Pekerman. El DT se recuerda de niño en su Ibicuy natal, Entre Ríos, orillas del Paraná, viendo cómo llegaba una tarde la avioneta que llevaba al pueblo “a Morales”, el crack de turno. Y él confesando su sueño de crack: “algún día”, le dice a su padre, “a mí también me van a llevar en avión”.

“La gran película del fútbol todavía está por hacerse”, me responde Solano, el director de Ho visto Maradona, cuando le digo que nunca fue fácil la relación entre cine y fútbol. “En un vestuario, deben pasar cosas increíbles, pero hay censuras y autocensuras, y demasiados intereses económicos. El día que se rompa el tabú”, sigue Solano, “once tipos dan para mucho. Son once hombres sin piedad”.

Bafici: el fútbol también deja su huella en el cine
Bafici: el fútbol también deja su huella en el cine

Más fácil suele ser con los libros. La Feria del Libro que también sucede estos días en Buenos Aires los ofrece por decenas. Luce como siempre el stand de librofútbol (Nueva pasión copera de Alejandro Fabbri y El juego europeo del británico Dan Fielsend, entre otras novedades). Está El Rey Leo (Sudestada), del colega francés Florent Torchut. Y el stand de Big Sur, con joyas no solo de fútbol, sino también de ciclismo, boxeo y ajedrez, entre otros. El stand de GES tiene la gran investigación de Carola Ochoa Los desaparecidos en el rugby. Y la fabulosa Al Arco celebra sus veinte años con nuevo libro de boxeo de Walter Vargas (Manos Enguantadas) y una próxima investigación del colega Pablo Lisotto sobre la tragedia de 1968 en la Puerta 12 que apunta para librazo (Una tarde de junio).

En un cine de la calle Lavalle vi Ho visto Maradona un martes. El día anterior, y a solo una cuadra de distancia, en un teatro de la avenida Corrientes, se reestrenó Las cosas maravillosas, dirigida por Mey Scápola. La actriz paraguaya Lali González encuentra luz en medio del dolor. “Tu madre se lastimó”, comunica el padre a la niña. En un momento, la actriz, al azar, pide al público si le pueden acercar un libro. Cualquiera. El que tengan a mano. Un espectador le pasa el suyo. El fútbol no tiene nada que ver con la obra. Pero el libro es La Tercera (Planeta), de Alejandro Wall y Gastón Edul, que lideró ventas después del Mundial y será presentado este viernes en la Feria del Libro. También están Qatar, volver a vivir (Juan José Panno, Octubre) e Ilusión Eterna (del colectivo de escritores Lástima a nadie, maestro). Dentro de la cancha, el fútbol puede ser un objeto difícil porque es “un drama sin guion”, como lo define algún cineasta. Y fuera puede ser una corporación llena de tabúes. Como sea, no hay indiferencia posible. Es Argentina. Y la pelota aparece en todos lados.