Una vez más el escenario de Teatro Astral abre su espacio para la expresión del arte flamenco creado localmente. Con libro, diseño coreográfico y dirección general de Jorge Mazzini, la Compañía Flamenca de Arte Español presenta un ciclo de 13 funciones donde el baile y el cante cuentan distintas historias.

El ciclo está compuesto por tres obras diferentes que se alternan en la cartelera desde este mes hasta septiembre. Todos los montajes tienen cante y baile, pero el acento varía en cada una de las obras.

La reposición de Fiesta Flamenca es la más centrada en lo musical. Porque se trata de una propuesta de ida y vuelta. Entendiendo al flamenco como un organismo vivo que creció y cambió con las migraciones entre España y Latinoamérica, Mazzini crea sobre el escenario un territorio sin fronteras, donde Piazzolla duele en el cante, y el malambo norteño se puede sostener con zapatos de baile español y bata de cola.

“Aquí vamos por tangos, pero también hay una pareja de tango argentino. Lo que hacemos es poner en escena esa mixtura entre la cultura flamenca y la afroamericana que existe hace décadas –subraya–. Paco de Lucía llevó el cajón peruano para allá. Ahora todos lo vemos naturalmente integrado”.

Con la voz principal de Baldomero Cádiz y un sexteto de músicos que incluye tanto palmas como bajo y batería, las escenas se suceden habitando este territorio del cruce de las grandes aguas.

La segunda reposición del ciclo, Flamenco, Lorca y pasión, enhebra coreográficamente fragmentos cantados de su Romancero Gitano y una Suite de Yerma. “Lorca es flamenco. No sólo porque nació en Granada –sostiene Mazzini–, escribía en tiempos flamencos. Hay poemas, que aún sin música, están basados métricamente son una soleá por bulería. O una seguiriya, porque a pesar de que tenía mucho humor, era bastante trágico, como es ese palo”.

El estreno de esta temporada será el 28 de junio con La casa de Bernarda Alba. Y allí la apuesta es mucho más teatral. “He buscado un elenco que tenga posibilidades actorales. Todas las intérpretes llegan desde el baile. Pero a Bernarda la encarna Jorgelina Amendolara, que además es actriz”.

Con ese estreno el director cierra un tríptico sobre los textos dramáticos de Lorca, que comenzó con Yerma y Bodas de Sangre años atrás. “Yo tengo un especial interés cuando transcribo un texto dramático al movimiento, al flamenco en este caso, que se entienda la trama y que no se pierda la atmósfera que creó el autor”. Por eso el planteo de La Casa de Bernarda Alba tiene el tema de la represión política como telón de fondo y la represión sexual quitando el oxígeno para respirar. “Prevalece desde el vamos el dramatismo de la seguiriya. Ya desde el ingreso del cortejo fúnebre, son todos palos de descarga -analiza Mazzini-. Hay alguna pincelada festiva, pero el clima general es opresivo, como esa casa”.

El ciclo en su totalidad es una buena oportunidad, o tres, para entrar al flamenco desde todas las artes, desde todos los palos, desde todos los climas. Un lenguaje que no se agota. Un organismo vivo que seguirá cambiando.

Para agendar

Fiesta flamenca. El 4 de julio, 25 de julio, 29 de agosto y 19 de setiembre, a las 20:30.

Flamenco, Lorca y pasión. 21 de junio, 11 de julio, 15 de agosto y 5 de setiembre, a las 20:30.

La casa de Bernarda Alba. 28 de junio, 18 de julio, 22 de agosto, 12 de setiembre, a las 20:30.

En el Teatro Astral, Corrientes 1639. Entradas desde $ 5500.