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El calvario de un ciclista presionado para doparse durante su carrera

El exciclista francés Christophe Bassons durante su etapa como profesional. (Foto: Pascal Pavani / AFP / Getty Images).
El exciclista francés Christophe Bassons durante su etapa como profesional. (Foto: Pascal Pavani / AFP / Getty Images).

Durante la segunda mitad de los 90 y la década de los 2000 el ciclismo vivió una etapa oscura con numerosos escándalos de dopaje que arruinaron la credibilidad de este deporte entre la prensa y los aficionados. En los últimos años se ha recuperado buena parte del prestigio perdido, pero aún no se ha olvidado aquella época y lo que sucedió vuelve de vez en cuando a la actualidad, como ha ocurrido tras las declaraciones del excorredor Christophe Bassons.

Este ciclista francés fue uno de los protagonistas de aquella época oscura y se dio a conocer tras el escándalo del Festina antes del Tour de 1998, cuando se descubrió un coche del equipo repleto de sustancias prohibidas, como EPO (entonces indetectable), hormona del crecimiento o testosterona, que evidenciaba que el dopaje estaba generalizado dentro de la escuadra francesa, en la que corrían figuras de esos años como Richard Virenque, Alex Zülle o Laurent Dufaux.

Laurent Brochard, Richard Virenque y Pascal Hervé, tres de los ciclistas implicados en el caso Festina de 1998. (Foto: Stephane Ruet / Sygma / Getty Images).
Laurent Brochard, Richard Virenque y Pascal Hervé, tres de los ciclistas implicados en el caso Festina de 1998. (Foto: Stephane Ruet / Sygma / Getty Images).

Dos de los corredores que fueron condenados por el escándalo, Armin Meier y Christophe Moreau, contaron que Bassons era el único ciclista del equipo que no consumía drogas. Aquello dio popularidad a este hasta entonces prácticamente desconocido ciclista francés, que empezó a colaborar con varios medios y a destapar algunos de los secretos relacionados con el dopaje dentro del ciclismo.

Por hablar sobre el uso generalizado de sustancias prohibidas en el pelotón, el galo fue repudiado por muchos corredores, incluido el propio Lance Armstrong, contra el que cargó en numerosas ocasiones antes de que admitiera su dopaje y le retiraran sus siete Tours de Francia años después de sus éxitos.

Lance Armstrong saliendo de someterse a un control antidopaje en el Tour de 1999. (Foto: Andreas Rentz / Bongarts / Getty Images).
Lance Armstrong saliendo de someterse a un control antidopaje en el Tour de 1999. (Foto: Andreas Rentz / Bongarts / Getty Images).

Bassons siguió compitiendo hasta el año 2001, pero llegó a tener incluso problemas con algunos de sus compañeros de equipo por su clara postura contraria al dopaje. Acabó colgando la bicicleta con solo 27 años y trabajó después como profesor de educación física.

Bassons compitiendo en el año 2000 con el maillot del equipo Jean Delatour. (Foto: Patrick Kovarik / AFP / Getty Images).
Bassons compitiendo en el año 2000 con el maillot del equipo Jean Delatour. (Foto: Patrick Kovarik / AFP / Getty Images).

Más de dos décadas después de su dura experiencia ha recordado aquellos años difíciles en una entrevista para el medio alemán ‘Sueddeutsche’ y ha declarado que el ciclismo aún está lejos de ser un deporte limpio.

Aunque nunca llegó a doparse, recuerda que recibió presiones y coacciones para que lo hiciera por parte de los equipos en los que compitió. “Estuve años sin hablarme con nadie en el pelotón, ni siquiera entre los que fueron mis compañeros. Me llegaron a ofrecer 40.000 euros al mes si me dopaba con EPO, 10 veces más de lo que ganaba, pero no lo lograron”, asegura.

Bassons se ganó al público con su postura contra el dopaje. En la imagen, fans levantan pancartas apoyándolo y cargando contra Armstrong. (Foto: Tim De Waele / Getty Images).
Bassons se ganó al público con su postura contra el dopaje. En la imagen, fans levantan pancartas apoyándolo y cargando contra Armstrong. (Foto: Tim De Waele / Getty Images).

En algunas ocasiones trataron de ponerle en situaciones desagradables para después hacerle chantaje y obligarle a que consumiera sustancias prohibidas. “Me llevaban mujeres al hotel para que engañara a mi esposa. Intentaron que hiciera cosas prohibidas, pero nunca me rendí. Intentaron poder acusarme, pero no me pudieron pillar en nada”, relata.

Al final, tanta presión le obligó a dejar el deporte. “No me arrepiento de nada, pero tan agobiado acabé que no subo a una bici desde que me retiré en 2001. Desde 1999 viví un calvario psicológico con el trato que recibí del ciclismo. En mi generación, el 99% de los ciclistas iban dopados”, afirma.

En la entrevista asegura también que el ciclismo actual sigue sin estar limpio. “Todo el mundo continúa viviendo en una gran mentira. Hoy en día el apoyo médico es mucho más extenso, por lo que puedes correr casi al mismo nivel que las personas dopadas. Pero este apoyo médico me asusta casi más que el dopaje”, explica.

El exciclista explica que el problema es la enorme presión a la que se somete a los corredores. “Te dicen que solo vale levantar los brazos en la línea de meta y llevar el maillot amarillo, que tienes que ser el mejor de todos. Al final tienes que ganar para tener un contrato profesional”, sentencia.

Bassons en una imagen de 2017. (Foto: Mehdi Fedouach / AFP / Getty Images).
Bassons en una imagen de 2017. (Foto: Mehdi Fedouach / AFP / Getty Images).

Bassons, que actualmente tiene 48 años, trabaja en Burdeos para el Ministerio de la Juventud y el Deporte de Francia, donde se encarga de asuntos relacionados con el dopaje.

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