'El chiringuito' refleja la atmósfera envenenada en el Barcelona de Joan Laporta

Jota Jordi en 'El chiringuito de jugones'. (Fuente: Twitter/@elchiringuitotv)
Jota Jordi en 'El chiringuito de jugones'. (Fuente: Twitter/@elchiringuitotv)

La victoria de Joan Laporta en las últimas elecciones por la presidencia del Barcelona fue un soplo de aire fresco y esperanza para los culés, pero ahora se están dando de bruces con la realidad. De hablar en su día en 'El chiringuito de jugones' de poder fichar a Erling Haaland a suplicar a varios jugadores que abandonen el club.

No hay día en el que la polémica no rodee al nuevo Barça de Laporta, que ha heredado una entidad endeudada y necesitada de medidas desesperadas. Las llegadas de Sergio Agüero y Memphis Depay a coste cero (excluyendo sus fichas), fueron tomadas como un golpe en la mesa del presidente. Sin embargo, la cruda realidad es que aún no pueden ser inscritos, igual que la continuidad de Lionel Messi no puede ser anunciada por una masa salarial desorbitada en la plantilla.

La atmósfera que se respira está envenenada y eso se demuestra, como ha pasado en el programa de Josep Pedrerol (de vacaciones), en que hasta en la presentación de una nueva estrella, solo se habla de lo negativo. La polémica con Depay es que se le haya dado la bienvenida sin dorsal, una presentación sin dorsal, y la incertidumbre de si va a poder llevar uno. Claro, para ello, jugadores con salarios desmesurados deben salir del club y no parecen muy por la labor.

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Tan mal están las cosas que Jota Jordi, uno de los voceros culés más famosos, está tratando de apelar al "amor propio" de los jugadores a los que se les ha comunicado que no cuentan para el club con el fin de que se vayan. Así, sin más, con especial mención a Antoine Griezmann y Samuel Umtiti. Pedirles que por la gracia de Dios renuncien a un gran salario que el propio Barça les ofreció.

Acerca de Messi, Jordi asegura que el acuerdo es total, pero que si no se vende lo suficiente para poder pagarle la rebaja que ha aceptado, habría que volver a negociar con él y hablar con Javier Tebas, presidente de LaLiga. Se requiere un milagro o un favor.

Un halo de luz en este asunto es que, según él, los "pesos pesados" del vestuario están dispuestos a rebajarse el salario, así como los jugadores de La Masía. Pero claro, no sería suficiente. De hecho, las informaciones que apuntaban a que los Piqué, Busquets, Albas y Sergi Robertos no han hecho más que empeorar el ambiente interno.

En este último tema, Jota Jordi saca la cara por Laporta, asegurando que no ha sido él que ha ido diciendo todo lo mencionado contra los peces gordos: "Habrá sido otra persona". Deja, por tanto, en el aire posibles filtraciones.

Se viven tiempos convulsos que Laporta consiguió suavizar durante poco tiempo. El barcelonismo es pesimista y tiene sus motivos. Lo que sí parece es que es las formas y el modus operandi no han cambiado mucho con respecto a la anterior directiva de Josep Maria Bartomeu en cuanto al trato personal. Matheus, que ha pasado sin pena ni gloria como en su día Keirrison, ha rajado esta semana asegurando que le comunicaron su despido por email.

Cuenta atrás contra el desastre.

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