Chile pone plazo de validez a la profesionalización de su fútbol femenino

Santiago, 6 mar (EFE).- El primero de abril de 2022, apenas tres semanas después de su llegada a La Moneda, el presidente de Chile, Gabriel Boric promulgó una ley para cambiar la fisonomía y la precariedad en el fútbol femenino que obliga a la profesionalización de las jugadoras en un plazo máximo de tres años.

Un anuncio enmarcado en las políticas feministas del nuevo gobierno progresista chileno que el mandatario realizó en la cancha del Club Palestino, uno de los más potentes de la frágil liga femenina de Chile, escoltado por las jugadoras de la primera plantilla, de los equipos de formación e integrantes de la selección sub'17, que se perfila como el futuro de un deporte que crece de forma sostenida, pero sin haberse podido sacudir la precariedad.

Un año después, apenas se ha avanzado en la profesionalización, pese a que el plan es muy flexible: además de los tres años de plazo, de momento los clubes sólo están obligados a que el 50% del plantel cobre por el trabajo de jugar al fútbol.

Las pocas afortunadas que lo hacen, no pueden vivir aún tampoco del deporte de élite: la mayoría de ellas solo reciben el salario mínimo nacional, establecido en unos 400.000 pesos (unos 480 dólares) y deben compatibilizar los entrenamientos, los desplazamientos y los partidos con otros oficios.

En la actualidad, únicamente ocho equipos (unas 200 jugadoras) compiten en la primera división del fútbol femenino chileno, que al igual que el masculino apenas cuida su cantera: pocos son los clubes que tienen categorías inferiores y menos las academias o lugares donde las jóvenes y adolescentes puedan dar rienda suelta a una afición que crece entre las mujeres.

Y hay apenas mujeres entre los cuadros directivos, en el cuerpo de entrenadores, técnicos, médicos, fisioterapeutas y otros oficios del fútbol, donde los salarios son incluso más vergonzantes.

A nivel deportivo, esta precariedad también tiene reflejo. Aunque Chile es el país de origen de una de las estrellas mundiales del fútbol femenino, Tiane Endler, guardameta del Olympique de Lyon, ganadora de la Champions, galardonada con el premio "The Best "de la FIFA en 2022 y finalista este año, la selección nacional está en franco declive.

Semanas atrás, fue vapuleada por Haití y apartada del próximo mundial en el partido de repesca, al que llegó tras ser superada por grandes selecciones del continente americano, donde el fútbol femenino está más avanzado y concita más interés en las gradas, casi siempre semivacías de la liga nacional.

El desencanto fue tan grande que el seleccionador tuvo que dimitir y Endler amenazó con abandonar la selección si no se introducían cambios estructurales para atajar una crisis económica y deportiva que, no obstante, es transversal a todo el fútbol chileno, masculino y femenino.

(c) Agencia EFE