Lo de Charles Leclerc va muy en serio en la Fórmula 1: barrió en el Gran Premio de Australia y consiguió un grand chelem

Charles Leclerc ovacionado por una concurrencia impactante en Albert Park; el piloto de Ferrari dominó a placer durante el fin de semana del Gran Premio de Australia y es holgado líder en la Fórmula 1.
WILLIAM WEST

¿Cómo contener a los hinchas de Ferrari? Frustrados durante tantos años a pesar de la grandeza de su historia, ahora tienen un comienzo esplendoroso de la mano de Charles Leclerc, el chico de Mónaco que muestra su talento desde hace algunos años pero que recién en éste tiene un auto a la altura de su destreza.

El del Gran Premio de Australia, su cuarto triunfo en la Fórmula 1, fue un aburrimiento de espectáculo en la delantera: así de superior fue Leclerc en Melbourne, y no sólo porque ganó por 20 segundos de diferencia. Dominó de principio a fin esta tercera fecha del calendario, desde los inocuos entrenamientos del viernes hasta la bandera de cuadros del domingo. Logró un grand chelem, un mérito que apenas habían conseguido 25 pilotos en la historia, y que alguno de los grandes (Alain Prost) nunca registró. ¿Qué es? Obtener la pole position, ganar la carrera, encabezarla desde la largada hasta la meta y establecer el récord de vuelta.

Todo eso realizó el piloto de 24 años gracias a un coche abrumador. “El auto fue increíble hoy. Guau. Qué carrera”, comentó por la radio en el giro de honor. Y no, no hay forma de que los tifosi no se entusiasmen muchísimo. “Los últimos tres fueron difíciles para el equipo, así que es muy bueno estar en esta posición”, dijo Leclerc antes del podio. Esa posición es estar liderando el Mundial de Pilotos con casi el doble de puntos que su escolta, 71 a 37. Avasallante.

Ese escolta es George Russell, otro de la nueva generación. El inglés ocupó el último espacio del podio, su primero como piloto titular de Mercedes. En el otro, segundo, quedó Sergio Pérez, el único representante de Red Bull que completó los 58 giros. ¿Qué pasó con Max Verstappen? Mala suerte, por segunda vez en tres fechas: el Honda que impulsa su coche se plantó cuando el campeón marchaba como escolta de Leclerc a falta de 19 vueltas. Pero no estaba realmente como para ganar en Albert Park.

La única amenaza seria de su parte después de la partida ocurrió cuando se relanzó la carrera luego de un auto de seguridad. Verstappen se puso casi a la par del Ferrari número 16, pero por el único error de Leclerc en toda la carrera: fallar en la relargada. Así y todo, el monegasco mantuvo la delantera. Y se fue. No lo vieron más, salvo algún rezagado cuando debió dejarlo pasar.

Lewis Hamilton. Todo un tema. Muy buen movimiento inicial, para saltar de quinto a tercero. El Mercedes no camina cuanto debería y fue víctima del Red Bull de Pérez. Y después, de la aleatoriedad que genera la salida del auto de seguridad: la sortija de posiciones en esa situación hizo que el siete veces campeón quedara detrás de su compañero, Russell, y allí detrás permaneció Lewis el resto del tiempo.

Del resto queda la buena noticia de la reaparición de McLaren (Lando Norris, 5º; Daniel Ricciardo, 6º), tras el casi papelón de la inaugural Bahréin; la eterna mala fortuna de Fernando Alonso, que con astucia y safety car mediante puso a su Alpine transitoriamente tercero, pero terminó padeciendo en los giros finales y concluyó último, y el pésimo fin de semana de dos figuras: Sebastian Vettel, que debutó en la temporada tras padecer coronavirus y abandonó después de chocar de frente y de cola contra una pared, y Carlos Sainz, que apenas se mantuvo una vuelta en la pista. Es el compañero de Leclerc y, por ende, tiene el mejor modelo de este amanecer de 2022, pero un error de manejo lo depositó en la trampa de leca.

Leclerc condujo el mejor auto, y le puso habilidad sin errores significativos. Por eso el grand chelem. ¿Primero de varios?