"Chaquito" venció un mal y logró triunfar

Maritza Villagómez

CIUDAD DE MÉXICO, marzo 3 (EL UNIVERSAL).- Como de película. La historia profesional de Santiago Giménez, que apenas comienza a escribirse en el futbol mexicano y europeo, pudo no haber sucedido, pues en su adolescencia una trombosis en el hombro derecho le pudo truncar el camino.

Actualmente, "El Bebote" vive una de las mejores etapas de su carrera bajo la playera del Feyenoord durante su primera etapa en el Viejo Continente. "Estaba en riesgo su salud, su vida, no fue fácil. Creo que la determinación de él, tener en la mente, la fortaleza que tenía él. Yo le decía a Santi: ‘a mí ya no me importa si juegas o no juegas, a mí me importa tu vida’, y él me decía que quería jugar al futbol, que no le importaba otra cosa que no fuera jugar al futbol", contó Christian "Chaco" Giménez, su papá.

Era 2018, y Giménez estaba en el Sub 20 de Cruz Azul, le detectaron un coágulo en el hombro y le tuvieron que realizar tres operaciones, los trombos no fueron al pulmón o a la cabeza, y por eso la historia es otra.