Carreras de las Estrellas: las victorias del potrillo que se compró desde un auto, la potranca que le sacó el invicto a su compañera y el velocista que cerró el mes soñado

Dark Love, con Eduardo Ortega Pavón, ganó por varios cuerpos el Estrellas Juvenile, en San Isidro
Dark Love, con Eduardo Ortega Pavón, ganó por varios cuerpos el Estrellas Juvenile, en San Isidro - Créditos: @HSI

El capítulo inicial de las dos jornadas inéditamente consecutivas que conforman esta temporada las Carreras de las Estrellas ofreció este viernes sus versiones para los caballos en actividad más jóvenes. En ese contexto hubo un denominador común en los tres ganadores de los clásicos que abrieron la serie en la pista de césped de San Isidro: Dark Love, Neverwalkalone y Ser Sincero afrontaron su primer desafío en las pruebas jerarquizadas y lo superaron como si fueran los experimentados que este sábado competirán en los restantes cuatro grandes premios programados por la Fundación Equina Argentina (FEAR).

Dark Love es el potrillo que venció por varios cuerpos en el Juvenile (G1), a poco más de un mes de haber salido de perdedor en Palermo en la arena pesada. Esta vez, en una superficie en la que no había competido en ninguna de sus dos competencias previas, no tuvo compasión con rivales con mejores pergaminos. Venía de vencer por 13 cuerpos y ahora lo hizo por 7, respondiendo a lo que Enrique Martín Ferro, su entrenador, sostiene desde antes del debut: “Es una máquina”.

El Gran Premio Estrellas Juvenile (G1)

Para Quique hubo una yapa, porque segundo terminó Empeñoso Craf, el otro ejemplar que presentaba en la carrera, y para la familia superó las expectativas, dado que tercero llegó Epityrum, al que prepara su hijo Nicolás. “Había visto desprenderse fácil a Dark Love y venía bajando las escaleras de la tribuna Oficial con la emoción del triunfo camino a sacarme la foto y le pregunté a Rodrigo cómo había llegado y me dijo que segundo. Y ahí mismo supe, además, que uno de Nico había sido tercero. No lo podía creer”, confesó Martín Ferro. Rodrigo es Bascuñán, que montó al escolta. Enseguida fue al encuentro del abrazo de Eduardo Ortega Pavón, el jinete vencedor.

El festejo del equipo de Neverwalkalone, la potranca brasileña con campaña argentina que encabezó el 1-2 del stud Rdi en el Juvenile Fillies (G1).
El festejo del equipo de Neverwalkalone, la potranca brasileña con campaña argentina que encabezó el 1-2 del stud Rdi en el Juvenile Fillies (G1). - Créditos: @HSI

Primer hijo ganador de Grupo 1 del padrillo In the Dark, Dark Love llegó al stud de Enrique después de haberlo comprado en un remate online. “Lo había visto en el haras Las Retamas y me gustó físicamente. Para la plata que teníamos en ese momento era a lo que podíamos aspirar, pero en la subasta comenzaron a peleármelo y ya lo teníamos casi perdido. Pero el dueño, al que le cuido hace muchos años y nos ha ido muy bien, le dio otra vez al botón de compra y nos quedó a nosotros. Estábamos sentados en un auto en ese momento”, recuerda el cuidador, sonriente. Ese lote 8 por el que pugnaron hace un año es hoy el tercer ganador en el más alto nivel del stud San Isidoro, aunque los anteriores habían sido hembras.

Otro 1-2 deparó el Juvenile Fillies (G1), también en 1600 metros, con Neverwalkalone como la primera brasileña en adjudicarse esa división para las potrancas. Derrotó por dos cuerpos a su compañera y compatriota No Fear, a la que le quitó el invicto. La diferencia entre ellas la marcó el desarrollo, con el camino más despejado para Neverwalkalone cuando llegaron a la recta final casi en el fondo del numeroso grupo. Ambas pertenecen a Stud Rdi, su criador y propietario. “Es el triunfo de todo el equipo. Desde los que trabajan en Brasil, donde la criamos, hasta los que las tienen en Argentina, donde las trajimos antes de domarlas”, repasa Beto Figueiredo, director de operaciones de la cabaña.

El Gran Premio Estrellas Juvenile Fillies (G1)

A la vencedora, que venía de lograr su primer éxito el mes pasado en la arena de San Isidro, la entrena Carlos Daniel Etchechoury y en sus tres salidas estuvo Adrián Giannetti en las riendas. A la segunda la prepara Alfredo Gaitán Dassie. Las dos son hijas de un padrillo japonés, Agnes Gold, que murió en 2021 y ya dejó una huella en la serie de las Estrellas con otro descendiente: Ivar se quedó con el Juvenile de 2019 antes de ser llevado a Estados Unidos, donde la cabaña lleva cada año sus mejores caballos. “Seguimos pensando en eso, pero es muy temprano para definir si alguna de estas potrancas irá. Se verá más adelante, según la evolución. Ahora, disfrutamos y agradecemos lo que estamos viviendo”, comentó Figueiredo, que se ilusiona con el regreso del campeón: “Ojalá Ivar sea como padrillo parecido al padre”. La primera producción nacerá en 2024.

La otra estrella del día fue Ser Sincero, un invicto entrenado en Palermo y con propietarios de La Pampa que parecen estar viviendo una fantasía. El representante del stud J.A. había debutado con una amplia conquista en la arena porteña y esta vez fue un rayo en el pasto, un terreno que no pudo reconocer en la víspera del Junior Sprint (G3-1000m). Eso no lo intimidó y volvió a imponerse con facilidad, guiado otra vez por el brasileño Francisco Gonçalves.

El Clásico Estrellas Junior Sprint (G3)

“Luego del debut quisimos que corriera entre ganadores, pero se anuló el llamado. Y cuando quisimos traerlo a reconocer la pista principal, no se podía porque únicamente estaba abierta para los que corrían los grandes premios. De todos modos, aunque no es lo mismo, lo vareamos en el césped de Palermo, aunque sea para dar un poco menos de ventaja”, describieron María Fernanda Álvarez y Walter Suárez, el matrimonio que comparte el entrenamiento del zaino de 520 kilos.

Ser Sincero, con Francisco Gonçalves, se adjudicó el Clásico Estrellas Junior Sprint (G3) y conservó el invicto.
Ser Sincero, con Francisco Gonçalves, se adjudicó el Clásico Estrellas Junior Sprint (G3) y conservó el invicto. - Créditos: @HSI

Para sus dueños es una temporada fuera de libreto. Nunca habían ganado un clásico y hace tres semanas festejaron el primero en Palermo, con Siriri Pampa, otro invicto, que tienen afincado en Santa Rosa y dominó el General Lavalle (G3). Ahora cuentan con dos grandes velocistas jóvenes, en el mejor mes que les deparó el turf en dos décadas buscando cumplir el sueño del campeón propio.