Carlos Slim y el fracaso que demostró que ni él puede vencer a los jerarcas del futbol mexicano

Carlos Slim en un evento de la Fundación Telmex en septiembre del año pasado. (REUTERS/Raquel Cunha)
Carlos Slim en un evento de la Fundación Telmex en septiembre del año pasado. (REUTERS/Raquel Cunha)

Carlos Slim es reconocido por Forbes como el empresario más rico de México y el noveno más rico del mundo —patrimonio estimado en más de 81 mil millones de dólares—. Es principalmente conocido por sus inversiones en el ámbito de las telecomunicaciones, pero también ha incursionado en el futbol mexicano. Primero lo hizo con los Pumas, cuando fue presidente del Patronato de ese club y consiguió el bicampeonato de los torneos Clausura y Apertura 2004.

Y ocho años más tarde, en 2012, compró el 30% de acciones de Grupo Pachuca, con lo que tuvo participación tanto en los Tuzos como en el León. Ahí cosechó éxitos deportivos y también comerciales: ganó otro bicampeonato con León (2013-2014) y logró una meta inaudita hasta ese momento: romper el duopolio televisivo de Televisa y TV Azteca, para hacer que los partidos del León fueran transmitidos por Fox Sports en 2012 (Pachuca se sumó en 2015).

Parecía que las cosas le iban muy bien a Slim en su nuevo negocio, el del futbol mexicano. Pero eso cambió en el 2017. En septiembre de ese año Slim retiró su participación de Grupo Pachuca. La movida fue sorprendente para la opinión pública, pero en realidad el empresario no quería irse del futbol, sino entrar a otro apéndice del negocio: el de los derechos de transmisión de la Selección Mexicana, cuya renovación iba a discutirse ese año.

Fue entonces, tres semanas después de retirar su participación en Grupo Pachuca, que Slim presentó una oferte conjunta al lado de NBC y Telemundo: querían hacerse de los derechos para Estados Unidos. Las versiones respecto a las cifras son variables, pero en cada una de ellas, la que presentaban Slim y sus aliados era más potente. Según recogió El País, la oferta de Slim y compañía era de 260 millones de dólares y la de Televisa y TV Azteca, de 200 millones de dólares. Por su parte, El Financiero reportó que la primera oferta era de 200 millones y la de las televisoras mexicanas de 75. Mientras que en una entrevista de esta semana con ESPN, Andrés Fassi, vicepresidente del Pachuca en ese momento, contó que las cifras tenían esos márgenes: 230 millones contra 120.

"El problema no pasa por el Piojo Herrera o por Almada. Los culpables (del estado del futbol mexicano) somos los dirigentes y los dueños del futbol mexicano, porque seguimos anteponiendo intereses personales, como lo son las televisoras. Imagínate que hace unos años fuimos a una votación para que ingresaran a la Federación Mexicana de Futbol 230 millones de dólares. Había dos opciones: que ingresaran 230 millones o que ingresaran 120 millones, y ganó la de 120 millones. Imagínate si habrá intereses. Nos tenemos que sacar la careta", expresó Fassi, ahora en Juárez FC.

La entrevista de Fassi puede ver desde el minuto 13:00

En ese momento, Alejandro Iraragorri, presidente del Santos elegido junto a otros cuatro directivos para formar parte de la Comisión que discutiría la comercialización de los derechos, dijo que existía una cláusula de renovación automática con los poseedores de los derechos, Televisa y TV Azteca, la cual databa del año 2010, última vez en que se habían discutido los términos. También informó que fueron doce los equipos que aprobaron la oferta de Televisa y TV Azteca, y cuatro que no lo hicieron (Pachuca, Monterrey, Tigres y Lobos BUAP). El hoy también propietario de Atlas dijo que los derechos podrían volver a ser comercializados en el año 2026, una vez que finalice el Mundial de Norteamérica, y que para ese entonces no habrá una clausula de renovación automática.

Carlos Slim fracasó en su encomienda de hacerse con los derechos de la Selección Mexicana y eso que la oferte que proponía era mucho más alta. Actualmente, Marca Claro transmite los partidos de León y Pachuca, pero la señal es compartida con Fox Sports, empresa con la que hubo un conflicto el año pasado cuando éstos le tumbaron la transmisión de un León-América a Marca Claro, propiedad de Sim, antiguo socio de ellos. Ni Carlos Slim tuvo el poder ni el dinero para superar a lo que Andrés Fassi definió, en la misma entrevista, como "un club de amigos".

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