Carlos Muzzio, el pilar que debutará con los Pumas a los 36 años y tendrá su chance en el Rugby Championship

Carlos Muzzio (izquierda), en la ventana de julio, en una práctica con el mendocino Rodrigo Martínez
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Atilio Ramírez es un periodista correntino, apasionado del rugby. Lo recuerda bien a Carlos Muzzio y dice que cuando las primeras informaciones que llegaban desde Francia decían que jugaba de pilar, algunos pensaron que se podía tratar de un error. Él mismo integró la asociación Aprune (periodistas especializados en rugby del Nordeste), que lo eligió como el mejor jugador de seven en 2005 y 2006. Porque jugaba como tercera línea y, ocasionalmente, como centro. Pero ahora, desde la primera línea y con 36 años, Muzzio se convertirá en el debutante más veterano en la historia de los Pumas. Y lo hará nada menos que en el inicio del Rugby Championship ante Sudáfrica, este sábado, en Porth Elizabeth.

Para poner la noticia en contexto, hay que aclarar que el puesto de pilar es muy específico en el rugby. Es una posición en la que no puede jugar alguien de manera improvisada. Al punto tal que si alguno se lesiona y no hay reemplazantes disponibles, el scrum no se disputa. Es un puesto peligroso y que requiere de una experiencia probada. No es un caso único. Agustín Creevy, por ejemplo, actuaba como tercera línea en San Luis, también, y terminó siendo capitán de los Pumas como hooker. Idéntico caso del actual coach de los Pumas, Mario Ledesma, que pasó por los mismos puestos en Curupaytí.

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Lo llamativo en este caso es que la transformación de Muzzio se produjo después de los 23 años, cuando ya estaba formado como jugador y había partido de la Argentina rumbo a Francia. Ya era demasiado grande para hacer cambios en el juego... Ahora será debutante a en la selección a los 36. Para encontrar casos semejantes hay que buscar a Julio Farías, que tenía 32 años, cuando jugó contra Francia en 2010, o Marcelo Ricci, que también tenía 32 cuando actuó ante España en 1987.

Carlos Muzzio en Mont de Marsan, durante un partido del Pro D2 de Francia
Manuel Blondeau


Carlos Muzzio en Mont de Marsan, durante un partido del Pro D2 de Francia (Manuel Blondeau/)

En San Patricio, de Corrientes, donde hizo toda su formación, marcaba diferencias por su potencia y tenía mucho try. Lo que actualmente se conoce como un ball-carrier. Dicen sus compañeros de la categoría 84 que era “un poco vago”. Pero no se referían a la práctica. Al contrario, lo reconocen como “un enfermo del entrenamiento”. Pero no le gustaba trabajar, quería, por todos los medios, intentar conseguir que el rugby fuera su forma de vida. Y por eso eligió enfocar todos sus esfuerzos en el deporte.

En 2007 se fue a Francia para vivir del rugby. Pero empezó en Saint Denis, del Federale 3 (la categoría más baja). El sueño se encontraba con obstáculos. Y eso de vago... lo dejó atrás. Tuvo que trabajar en una empresa de seguridad mientras se esmeraba en aprender el idioma y se entrenaba con el rugby.

Carlos Muzzio en su época de tercera línea, en San Patricio de Corrientes
Gentileza Atilio Ramírez


Carlos Muzzio en su época de tercera línea, en San Patricio de Corrientes (Gentileza Atilio Ramírez/)

En 2008 volvió brevemente a la Argentina por la fractura en una mano y en una entrevista con El Litoral, comentó: “Mi idea es alcanzar el máximo nivel en el rugby francés, me tengo confianza, lo intentaré. Si puedo llegar, llegaré; y sino, no hay problemas, por lo menos voy a saber que lo intenté. Pero creo que en cinco o seis años me van a ver acá de nuevo con la camiseta de Sanpa, me gustaría volver a jugar acá y terminar acá mi carrera”. Falló con el pronóstico. En 2010 fue contratado por Vannes, para jugar en el Federale 1 y su carrera empezó a ir en ascenso.

Hubo más contratiempos. Se separó de su mujer y su hija, Catalina, quedó en la Argentina. “Conseguir un lugar en el rugby fue muy difícil, pero nada como estar lejos de mi hija. Entonces en mi cabeza nada es difícil al lado de eso. De cierta manera es lo que me da fuerza, porque digo que tengo que hacer que esto que hago valga la pena”, contó en otra entrevista en 2012.

Carlos Muzzio se convirtió en un especialista del scrum y es muy valorado en el rugby francés
Alexandre Dimou


Carlos Muzzio se convirtió en un especialista del scrum y es muy valorado en el rugby francés (Alexandre Dimou/)

En 2012 lo contrató Tarbes, del Pro D2, la segunda categoría de Francia, el lugar en el que ya pudo dedicarse con exclusividad al deporte, sin trabajos extras. Y Mont de Marsan, un club con mucha tradición de la misma categoría, es su casa desde 2014.

Ese paso, después de tanto sacrificio, fue considerado como “un sueño”. Por ese entonces, pensar en los Pumas era imposible. Otra referencia suya de El Litoral, de ese tiempo. “Nunca jugué en ningún seleccionado nacional. En la Argentina, a veces, cuando venís de provincias como la mía no te dan mucha bola. Sería genial poder jugar para mi país, pero tengo la impresión de que es un círculo muy cerrado”, se lamentaba. Otro pronóstico errado.

Así explicó Mario Ledesma su convocatoria. “Lo veníamos viendo desde hace un tiempo, como varios jugadores que están en esa categoría. Estamos en un momento en el que queremos desarrollar a otros jugadores, como Rodrigo Martínez, de 22 años, y Federico Wegrzyn, de 24, pero también necesitamos jugadores con más experiencia. Hablé mucho con él y con Mauricio Reggiardo, que está entrenando en la segunda de Francia y lo conoce bien. Mauricio me dijo ‘vas a llamar a un hombre’. Así que está por su vehemencia y por el gusto por la combatividad. Imagino la alegría de la gente de San Patricio. Se lo merece”.

El Pro D2 es un torneo muy físico. Cada partido es una batalla. Es menos dinámico que el Top 14 y, por eso, las formaciones fijas cobran una importancia superior. El scrum es el momento del juego en el que se definen la mayoría de los partidos. Los primeras líneas -y especialmente los pilares- son los que definen quién gana esa batalla.

Muzzio, de 1,80m y 110 kilos, es un dominador de duelos en la primera línea. El tercera línea que se convirtió en un pilar, juega en el certamen que representa una “masterclass” del scrum. A pesar de ser veterano, rara vez se pierde un partido. En la última temporada jugó 21 encuentros (15 de ellos como titular). Eso sí, no parecen quedar hábitos de su etapa de seven. Se convirtió en un jugador de una función muy específica y hace siete años que no apoya un try.

Carlos Muzzio, con la camiseta de San Patricio, en el año 2006
Carlos Muzzio, con la camiseta de San Patricio, en el año 2006


Carlos Muzzio, con la camiseta de San Patricio, en el año 2006

En 2016 vistió la camiseta de Argentina XV en la Nations Cup en Rumania. Pero el momento máximo llegó en julio, cuando fue convocado para la ventana internacional para enfrentarse con Gales. No tuvo la chance de jugar en esos partidos. Ahora sí.

Las bajas por lesiones de Mayco Vivas (desde enero) y Federico Wegrzyn (en la última ventana), y el retraso de Facundo Gigena para llegar a Sudáfrica por demoras en los tests de Covid-19 jugaron en favor de su sueño. Se abrió una puerta inesperada, a los 36 años, después de una vida de sacrificio. Y será jugador de los Pumas.