No hemos aprendido nada del año de locura de Carlos Alcaraz

MURCIA, SPAIN - SEPTEMBER 23: The tennis player Carlos Alcaraz at the Palace of San Esteban in Murcia, on 23 September, 2022 in Murcia, Spain. The tennis player Carlos Alcaraz, world number 1 in the ATP rankings and winner of the US OPEN has made history in the world of tennis at only 19 years old. In addition, Alcaraz is the youngest person to receive the Gold Medal of the Region of Murcia, awarded by the Autonomous Community on the 40th anniversary of the creation of the Statute of Autonomy. (Photo By Edu Botella/Europa Press via Getty Images)
Carlos Alcaraz celebra su número uno del mundo en el enésimo acto publicitario del mes de septiembre. (Photo By Edu Botella/Europa Press via Getty Images)

Carlos Alcaraz eligió el torneo de Astaná, un ATP 500 con una pinta estupenda, para hacer su regreso a las pistas tras conseguir del tirón el US Open y el número uno del mundo. Es cierto que en medio quedaron un par de partidos individuales en Copa Davis, pero aquello fue cosa de un fin de semana y en una competición por equipos, así que me permitirán que me la salte. El líder más joven del ranking se enfrentaba por primera vez al todo o nada de las eliminatorias y su rival, que en un principio iba a ser el danés Rune, acabó siendo el experimentado belga David Goffin.

De Goffin hay que decir que se clasificó para el torneo como "lucky loser", es decir, que perdió en la previa, pero le repescaron por ranking. Es el número 66 del mundo. Ahora bien, también hay que decir que fue un jugador soberbio en su juventud (ahora tiene casi 32 años), un "top ten" con problemas en los grand slams, pero con una habilidad tremenda para dominar el ritmo de los partidos y mover a su rival a su antojo. Le faltaba potencia, sí, pero tenía técnica y paciencia para parar un tren.

Goffin siempre ha sido una moneda al aire y después de su lesión, aún más. Ahora bien, es Goffin. Que te toque en primera ronda de un torneo relativamente menor es una pequeña desgracia. Puede pasarte lo que le ha pasado a Alcaraz: que por mucha potencia y mucho talento que tengas, acabes cayendo en la red de uno de los mejores restadores del circuito y pierdas. ¿Es raro que eso suceda? Desde luego. ¿Es raro que suceda en dos sets? Basta con recordar que hacía once meses, desde París-Bercy, que Alcaraz no ganaba ni un solo set en un partido.

Ahora bien, ¿es un escándalo?, ¿significa algo?, ¿se puede sacar alguna conclusión? Contundentemente, no. Y esto es algo que no deberíamos aprenderlo ahora que el chico es número uno del mundo, sino que deberíamos traerlo sabido de casa. "Es que ha sufrido la presión", dicen algunos. Pues no tiene por qué. Es cierto que él mismo mencionó este verano tras una derrota en la gira norteamericana que lo de ser tercer cabeza de serie de un Masters 1000 le había venido grande... pero la presión no lo explica todo en el deporte, aunque a veces nos acostumbremos a ello.

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Lo que le ha pasado a Alcaraz es lo normal viendo la tralla que lleva encima este año: le toca un buen rival, en un torneo un poco en mitad de la nada del calendario, con un efecto de descompresión lógico teniendo en cuenta de donde viene y pasa lo que pasa. De hecho, le ha pasado más veces. Recordemos que Alcaraz empezó la temporada de tierra batida con una derrota en primera ronda en Montecarlo contra Sebastian Korda. Cuando tuvo que cambiar de superficie y pasar de nuevo a la pista de cemento, volvió a perder a las primeras de cambio, esta vez contra Tommy Paul en el Masters 1000 de Montreal.

Esto quiere decir que a Alcaraz le cuestan los inicios, tarda un tiempo en coger sensaciones, y eso le ha vuelto a pasar cuando el circuito ha entrado en su fase indoor. Aparte, insistamos en ello, cumplió diecinueve años en mayo. Esta no es una excusa que le vaya a durar toda la vida, pero desde luego que se puede aplicar ahora. ¿Qué queremos de él? Ha ganado un grande, es número uno del mundo, tiene serias posibilidades de acabar así el año... ¿y no se puede permitir malos partidos?

Alcaraz sigue siendo un jugador de rachas y es normal que así sea. Tiene muchísimo que aprender. Para que todo le salga bien en su carrera, es importante que esto se entienda desde los dos lados: que el jugador y su cuerpo técnico tengan claras sus enormes carencias... y que el aficionado sepa que no está ante un jugador veterano, maduro, ya hecho tenísticamente. No, a Alcaraz le faltan muchas cosas y la más importante es la regularidad. Eso, en torneos a cinco sets, se nota menos. Puede desconectar un set y medio y aun así remontar.

En los torneos a tres sets -la inmensa mayoría- estas lagunas le cuestan más caras. Contra Goffin empezó 2-1 con break a favor y llegó a verse 2-5. Empató a 5 y perdió los cinco juegos siguientes. En total, cedió su saque en cinco ocasiones sobre diez posibles cuando venía de dar una exhibición en Nueva York. Que un postadolescente coquetee con el "arriba y abajo" es lo más normal del mundo. No todos son Björn Borg. Hasta final de año, a Alcaraz le queda Viena, París y las ATP Finals. Tal vez ahí podamos empezar a sacar algunas conclusiones, pero tampoco demasiadas. Es muy joven, eso es todo. Démosle un poco de margen.

Vídeo | Goffin vs Alcaraz (7-5, 6-3)

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