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Canelo Álvarez y los exagerados precios para su pelea en México: hasta 50 mil pesos

Canelo Álvarez pondrá en juego el campeonato indiscutido de peso mediano contra John Ryder en el Estadio Akron. (REUTERS/Fernando Carranza)
Canelo Álvarez pondrá en juego el campeonato indiscutido de peso mediano contra John Ryder en el Estadio Akron. (REUTERS/Fernando Carranza)

Canelo Álvarez volverá a pelear en México el próximo 6 de mayo ante el británico John Ryder. Este combate, en el que se pondrán en juego los cuatro títulos mundiales del tapatío, enmarca su regreso al país luego de más de once años de competir en Estados Unidos. La vuelta ha generado mucha expectativa, pero la salida de los boletos a la venta trajo consigo precios sorpresivos para los aficionados del boxeo que han contemplado la opción de asistir al Estadio Akron para presenciar la pelea.

Eso sí, no se esperaba que fueran baratos, pero incluso esa precaución ha sido superada. Los precios van de los 350 pesos, el más barato pero hasta la parte superior del estadio, a los 50 mil pesos en ringside. Los únicos boletos accesibles son los que están alejados del ring y eso relativamente: porque el boleto más caro de la parte superior puede costar 2 mil 500 pesos. Después, a partir de las gradas bajas, los precios rebasan la barrera de 3 mil pesos para llegar hasta 7 mil. Y luego vienen las zonas exclusivas. Bronce en 15 mil pesos, plata en 25 mil, oro en 30 mil; oro plus, 35 mil; platino, 40 mil; diamante en 45 mil y el citado ringside en 50 mil.

Es cierto que los precios pueden resultar menos 'caros' si se compara con lo que cuestan los de una función organizada en Estados Unidos. Por ejemplo, para la última pelea de Álvarez en Las Vegas, contra Gennady Golovkin en septiembre pasado, los boletos más accesibles rondaban los 14 mil pesos. Mientras que los más caros estaban en unos 100 mil pesos. Pero el contexto debe tomarse en cuenta al hablar de estos precios, porque ningún espectáculo deportivo propio de México cuesta ese dinero. Por ejemplo, para un partido de futbol de Liga MX, cualquier boleto que supere los mil pesos ya se considera inaccesible, incluso tomando en cuenta que se trata de un partido "clásico" o de una fase final.

También se puede hablar de que este no es un evento cualquiera, de que, como lo han dicho Canelo y los promotores, esta función pudo realizarse en Estados Unidos o Medio Oriente, pero la intención es que Álvarez pelea frente a su afición. Y eso le ha sido correspondido. Los altos precios no han impedido que haya largas filas virtual y presencialmente. La página de Ticketmaster ha tenido filas de más de 20 mil personas y en las taquillas del Akron se ha reportado de fans que durmieron en las inmediaciones para alcanzar boletos.

El precio de ver a Canelo Álvarez en México se asemeja más a los parámetros de la Fórmula 1. En el último Gran Premio de México, el boleto más barato empezaba en 3 mil 500 pesos hasta llegar a los 29 mil pesos de la 'zona verde'. Y durante mucho tiempo esa ha sido una crítica a la Fórmula 1: que sea excesivamente elitista. Para ver el partido de la NFL en el Azteca entre San Francisco y Arizona, en noviembre pasado, un fan debía desembolsar de 900 a 9 mil pesos (precios de prevente, porque la reventa infló los boletos a tal punto que los más caros llegaron a estar en 4 mil el más barato y 113 mil el más caro).

Pero finalmente la F1 y la NFL son espectáculos deportivos internacionales (aunque haya una implicación nacional por Checo Pérez, vienen los mejores pilotos del mundo en un paquete entero; es decir, el espectáculo no gira en torno a él). Son ligas internacionales que cobran como lo hacen en cualquier otro lado. El asunto con el regreso de Canelo Álvarez tenía que ser diferente: era el regreso de un mexicano pero ahora encumbrado, un boxeador con poder de decisión, cuyo espectáculo sí gira en torno a él. Canelo no es un complemento; es el protagonista total.

Y como protagonista total, se esperaría que, si ya decidió hacer una pelea en México y ver reducidas sus ganancias, los precios se ajustaran al bolsillo mexicano. Eso, ajustarse. Porque nadie regala su trabajo, pero también se debe ser consciente de lo que representa gastar tanto dinero para un aficionado en este país. Con los precios que tendrá acceder a su pelea, y todavía falta esperar cuánto se van a elevar en la reventa, la dinámica en el Estadio Akron será la misma que en las arenas de Las Vegas: mucho glamour ante las cámaras, pero con los verdaderos fans sintiéndose ajenos a un momento que, en teoría, fue diseñado para que ellos pudieran estar ahí.

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