A pesar de los cambios, pelotero cubano seguirá siendo vital en los planes de los Marlins

Los cambios han sido muchos, uno de ellos en primera base.

Pero el papel de Yuli Gurriel dentro de los Marlins parece asegurado, de acuerdo con lo dicho por el manager Skip Schumaker previo al comienzo del tercer encuentro contra Filadelfia el miércoles en el loanDepot park.

Gurriel compartía tiempo de juego con Garrett Cooper antes de que este fuera enviado a los Padres, pero ahora hará algo similar con Josh Bell, quien llegó justo 15 minutos antes del cierre de cambios directos en Grandes Ligas procedente de Cleveland.

Schumaker no ve motivo alguno por el cual el desempeño de Gurriel en la primera mitad de la temporada sea modificado sustancialmente en la segunda, cuando los Marlins realizarán su ofensiva final para llegar a los playoffs con algunos de los puestos comodines en la Nacional.

“Él está listo para cualquier situación’’, comentó Schumaker, quien resaltó la disposición del cubano para asumir cualquier reto en el terreno.

“Lo ponemos en el juego y ya está listo. Cuando estamos de viaje, él está en el gimnasio a las 10 en punto de la mañana. Practica en la jaula de bateo’’.

Esta disposición a asumir roles cruciales en momentos críticos ha sido vital para unos Marlins que han tenido que lidiar con muchísimas lesiones este 2023 y el veterano ha ayudado a la organización a conseguir importantes victorias, además de mostrar una férrea ética de trabajo, a pesar de sus 39 años.

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Por el momento, Gurriel desafía las expectativas con su energía y agilidad en el campo, y a medida que avance la contienda esa experiencia será cada vez más importante para mostrar el camino hacia el éxito a muchos jugadores que todavía no saben lo que es ganar de manera consistente.

“Es un jugador mayor, pero no lo puedes decir por la forma en que corre y se lanza por las pelotas’’, señaló Schumaker.

“Esta actitud combativa y apasionada por el juego ha sido una fuente de inspiración para el equipo, especialmente para los jugadores más jóvenes’’.

Al analizar los números, queda claro por qué Gurriel es un jugador indispensable para los peces porque después de la pausa estelar ha mantenido un impresionante promedio de bateo de .297, lo que demuestra su consistencia y habilidades en el plato.

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Pero quizás una de las estadísticas más notables es su rendimiento en situaciones desafiantes donde batea para un impresionante .312 cuando el equipo está en desventaja y baste decir que cuando aparece en la alineación, Miami presenta récord de 33-24.

“Ha sido fundamental para el equipo y para mí como entrenador novato’’, recalcó Schumaker.

“A pesar de tener a otros jugadores como Bell y Burger seguirán viéndolo en el campo porque realmente nos ayuda a ganar partidos. Ustedes lo verán en acción’’.