'Bronco' Lara, el peleador mexicano que gana, noquea y emociona. Y lo mejor de él todavía no lo vemos

'Bronco' Lara viajó a Nottingham, Inglaterra, para firmar una actuación de ensueño: noqueó al campeón Leight Wood en su casa y con su gente. (Action Images/Ed Sykes)
'Bronco' Lara viajó a Nottingham, Inglaterra, para firmar una actuación de ensueño: noqueó al campeón Leight Wood en su casa y con su gente. (Action Images/Ed Sykes)

En el boxeo hay caminos que están recorridos antes de trazarse. Mauricio Bronco Lara pertenece a esa colección de privilegiados. Su pegada, su porte, su carácter indomable. Dicen que cuando algo puede salir mal, va a salir mal. Hay presagios que no se pueden esconder bajo la alfombra: horas enclavadas en el reloj de lo inevitable. Pero al Bronco no le interesan ni la lógica ni los pronósticos.

Era una víctima en ojos de los victimarios: tenía que enfrentar al campeón mundial regular del peso pluma de la AMB, el inglés Leight Wood. Y tenía que hacerlo de visita. Toda la Arena Motorpoint, en Nottingham, opacó la entrada del mexicano. No escuchaba su canción de fondo y su sombrero de charro fungía como señal de peligro: es el rival, el visitante; hay que hacerle sentir que no es bienvenido. Y en el ring Wood hizo lo suyo. El local tenía que pelear con inteligencia, porque proponer un intercambio desenfrenado de golpes con Lara no era opción.

Lara se ha ganado la fama de noqueador, y no es en vano. 19 de sus 26 victorias han sido por la vía rápida. Ha perdido dos peleas y empatado una: a sus 24 años no puede presumir de un récord perfecto, pero sí de un historial en el que prevalecen la valentía y dedicación. En su familia sólo se hablaba de boxeo. Su padre lo practicó y fue natural que él siguiera esos pasos. El apodo se le ganó por una condición innegable en su carácter: la determinación, a veces excesiva, al grado de ignorar las instrucciones de su esquina, según recogió Izquierdazo.

Un gancho de izquierda acabó el sábado con la incertidumbre. Previo a la pelea, su padre le mostró videos de toda la familia y sus mensajes de apoyo. Como en los días en los que todo va a salir bien. El golpe de Lara, en el séptimo round, torció el relato en su favor: iba perdiendo en las tres tarjetas de los jueces, y remontarle por puntos a un peleador local requiere de un milagro. Wood, protagonista de la que muchos llamaron 'pelea del año' en 2022 ante el irlandés Michael Conlan, intentó levantarse del mazazo del mexicano, pero su entrenador no autorizó que continuará la pelea, para hacer válida una premisa que puede salvar vidas: preferible un golpe menos que un golpe de más. En los vestidores, los dos púgiles se encontraron y Lara se alegró de ver bien a su rival: "Gracias por la oportunidad. Tú familia te espera en casa, y en México tienes una casa conmigo".

Las hazañas no son nuevas para Lara, que en febrero de 2021 venció por nocaut, y también como visitante en Inglaterra, al entonces campeón del mundo Josh Warrington. El Bronco tuvo la mala suerte que en aquel combate no estuviera en juego el cinturón mundial de Warrington, pues la pelea fue pactada únicamente a diez asaltos. En septiembre de ese año recibió la oportunidad, pero la pelea se detuvo apenas en el segundo round por un choque de cabezas.

Lara es, ante todo, un peleador emocionante y esa condición escasea en un deporte acostumbrado a la atención desmedida y que, en los últimos años, ha visto como se escurren racimos de talento sin encontrar la forma de hacerlos atractivos para el gran público. Cuando se canceló la pelea contra Wood, en septiembre del año pasado, parecía que una oportunidad más se le iba de manera injusta, pues el británico se había lesionado.

Con este triunfo, el mar de oportunidades se abre para Lara, que forma parte del club mexicano de la perfección en las 126 libras: todos los campeones del peso pluma son mexicanos: Emanuel Navarrete (OMB), Rey Vargas (CMB), Luis Venado López (FIB) y Leo Santa Cruz, campeón de la AMB (título ordinario). Es difícil pensar en combinaciones entre ellos, pues pertenecen a organismos y, sobre todo, empresas promotoras diferentes (solo Santa Cruz y Vargas, que están con PBC, han hablado formalmente de una futura pelea. Pero la AMB podría ordenar una pelea entre Santa Cruz y Lara para tener a un solo campeón del organismo. También son una opción la revancha con Wood, por contrato, y una tercera pelea con Warrington. Lara ya sabe que nada es imposible y que después de enfriar dos veces al vehemente público inglés, lo mejor está por venir en su carrera.

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