Brian Lozano y el pecado de un futbolista que llora sus penas con un alto salario

Brian Lozano dijo que había perdido la pasión por el futbol y la gente lo criticó por ello. (Foto: Manuel Guadarrama/Getty Images)
Brian Lozano dijo que había perdido la pasión por el futbol y la gente lo criticó por ello. (Foto: Manuel Guadarrama/Getty Images)

Brian Lozano fue duramente cuestionado por externar su sentir y decir que había perdido la pasión por el fútbol. Ese acto totalmente humano, como manifestar las desmotivaciones que surgen cuando la profesión no marcha bien, le merecieron una fuerte condena pública.

El atacante uruguayo publicó en sus redes sociales que, aunque no pensaba llegar a ese punto, su pasión por el deporte que tanto le había dado estaba disminuyendo. A tal declaración, la respuesta que tuvieron algunos fue contundente: minimizaron ese problema comparándolo con las dificultades de otros sectores sociales, como si el momento personal del jugador fuera intrascendente. El impacto fue tal que el Huevo decidió dar de baja su cuenta de Twitter.

Y sí, posiblemente los problemas de Brian Lozano sean ajenos para una mayoría que tiene que enfrentar otros retos en el día a día, pero eso no quiere decir que no existan; el deportista también es humano y puede elegir no ser un superhéroe.

Un futbolista no es un ente superior o alguien ajeno a los episodios oscuros y a problemas con su trabajo: ni la fama ni el dinero borrarán una condición que todos compartimos, la de ser humanos; sin embargo, algunas personas que no gozan del privilegio de ganarse la vida a través de jugar con el balón pueden entenderlo diferente.

Pero además de humanizar a estas figuras, también es prudente señalar que, así como los futbolistas tienen problemas de gente normal, las herramientas con las que cuentan para gestionarlos son superiores a las del colectivo popular.

No toda la gente en México puede pagar una terapia, acompañamiento o lo que sea que pueda ayudar para solucionar los problemas; en cambio, Lozano sí tiene ese apoyo: los clubes cuentan con psicólogos para enfrentar situaciones de esta índole.

Además, si quisiera pagar ayuda privada lo podría hacer. Según el portal Salarysport, con Santos, el charrúa percibía un sueldo de más de 300 mil pesos a la semana; el salario mínimo hoy por hoy ronda los 5 mil pesos mensuales, la diferencia es abismal.

Y aunque hubo un sector de aficionados que sí trató de mostrar empatía ante el estado de Lozano, también existieron los "fans" que, además de minimizar, pidieron que se fuera de Santos, pues ya no lo consideran una pieza importante en el equipo.

Con el plantel lagunero, el nacido en Montevideo se volvió figura, pero en 2020 sufrió una fractura de tibia y peroné que lo alejó de su mejor nivel y de las canchas por al menos 16 meses. Esto repercutió en su juego, pero no borró su legado como “santo”: ganó el Clausura 2018 y a la afición, al menos por un tiempo.

En la presente campaña su futuro como lagunero es incierto, apenas en dos jornadas sumó un gol y una asistencia; no obstante, diversos medios reportan que se irá de México para jugar con el Peñarol de Uruguay, incluso su representante, Rubens Navarro, dijo que es una opción real.

La salud mental en los futbolistas es un tema que ha tenido auge en los últimos tiempos; así como la gloria es máxima, la presión también lo es. Ese rol de “héroe” que todos los aficionados han impuesto debe ser cumplido, y sino lo hacen, la condena no tardará en llegar.

Un estudio de FIFPRO realizado en 2015 reveló que el 38% de los futbolistas profesionales en activo ha sufrido síntomas de depresión, con una notable falta de apoyo evidenciada en la industria.

Lozano fue pieza clave en la obtención del último campeonato de Santos en el Clausura 2018. (Foto: Manuel Velasquez/Getty Images)
Lozano fue pieza clave en la obtención del último campeonato de Santos en el Clausura 2018. (Foto: Manuel Velasquez/Getty Images)

Chicharito una voz que respalda a Lozano

Los problemas mentales pueden aparecer en cualquier persona. Javier Chicharito Hernández también ha hecho público cómo la ansiedad y depresión han estado en su vida.

“Me llegó la depresión porque me cansé de no ser yo. Tenía heridas que no había sanado y también quería llenar vacíos que tenía. Lo que me llevó a la depresión fue tocar fondo para aceptar que había un vacío existencial que nunca voy a llenar. Ninguno de nosotros lo vamos a llenar. Hay un vacío existencial que no hace sentido entre más sueltas, más te llena. Hasta es ilógico porque uno tiene que tener para sentir certeza y para mantener cosas”, aseguró el delantero en una plática en mayo del presente año.

El camino en pro de la salud mental de los futbolistas sigue siendo largo, Hernández, quien ya estaba consolidado como un referente nacional, recibió, además de muestras de apoyo, burlas por hablar de su estado mental y de las complicaciones que este le trajo.

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