La brasileña Ana Marcela Cunha gana el oro en natación de aguas abiertas femenina

Ana Marcela Cunha, de Brasil, celebra la obtención del oro en el Parque Marino de Odaiba - Tokio, Japón

TOKIO, Japón, 4 ago (Reuters) - La brasileña Ana Marcela Cunha ganó este miércoles el oro en natación en aguas abiertas femenina de los Juegos Olímpicos de Tokio, una prueba de 10 kilómetros, al terminar la carrera un poco más rápida que el pelotón.

La neerlandesa Sharon van Rouwendaal, que aspiraba a revalidar su título de los Juegos de 2016 en Río, se llevó la plata con un tiempo de llegada inferior a un segundo por detrás de Cunha, y la australiana Kareena Lee se hizo con el bronce.

"No había planeado que ocurriera así, pero estoy muy contenta", dijo Cunha, luciendo una melena verde y amarilla fluorescente perfectamente coordinada con su uniforme brasileño.

Cunha cuenta con cinco títulos de campeona mundial individual, pero no había conseguido ninguna medalla en los Juegos Olímpicos.

Las nadadoras surcaron las aguas del Parque Marino de Odaiba, con nubes bajas en un cielo azul que a veces proporcionaban una agradable sombra contra el sol abrasador

Sin apenas viento y con poca corriente, la carrera se convirtió en un espectáculo de resistencia y táctica en el agua caliente a medida que subían las temperaturas.

La alemana Leonie Beck iba en cabeza a falta de una vuelta, hasta que las atletas empezaron a abrirse en abanico para adelantarse unas a otras, reposicionándose para el oro.

Fue Cunha quien se puso al frente y trazó la mejor línea en una curva a falta de poco más de un kilómetro, tomando una ventaja que logró mantener hasta el final.

"El agua está bastante caliente, y sabía que esto sería un problema para la gente al final" si no se hidrataban, dijo Van Rouwendaal.

La neerlandesa decidió quedarse atrás al principio de la carrera de manera táctica, pero no pudo alcanzar a Cunha en la última vuelta.

"Era más bien una opción segura para conseguir la medalla... Creo que ha sido mi mejor resultado en agua caliente", dijo.

(Reporte de Sakura Murakami; edición de Lincoln Feast y Michael Perry, traducido por Tomás Cobos)