Brasil volvió a los lujos y hoy está muy por encima de Uruguay, que da sensación de final de época

Neymar remata frente a Uruguay; en Manaos, Brasil fue muy superior en el desarrollo y lo trasladó al resultado en la fecha 12 de la eliminatoria sudamericana para el Mundial Qatar 2022.
Andre Penner

A Brasil no hay con qué darle. Bajo el calor de Manaos, el equipo de Tite se divirtió de manera impiadosa y goleó por 4-1 a una decadente selección uruguaya que, como diría una crónica policial, se entregó sin ofrecer resistencia.

La triple ventana de eliminatorias deja las peores noticias posibles a la selección del Maestro Tabárez. No sólo en lo numérico: 1 punto sobre 9 disputados, 7 goles en contra y 1 en favor, fuera de los puestos de clasificación directa para Qatar 2022. Sino, y fundamentalmente, en lo futbolístico. Si el baile padecido frente a Argentina podía tener la coartada de los tantos fallados en la primera media hora, esta vez no quedó ningún espacio para la excusa.

Compacto de Brasil 4 vs. Brasil 1

Iban 10 minutos cuando Fred, que se había hecho dueño de la pelota desde el comienzo, recibió de Raphinha y buscó con mucha clase el pique de Neymar entre los centrales. El 10 durmió la pelota en el pecho, gambeteó a Fernando Muslera y definió abajo entre las piernas de Nahitan Nández. Fue el primer acto de una función a toda orquesta.

A la lentitud y la descoordinación celeste, la verde-amarela opuso toda la gama de virtudes conocidas del viejo fútbol brasileño, ésas que en estos tiempos exhibe solamente muy de vez en cuando. Pausa y seguridad en el toque para salir desde atrás, aceleración de tres cuartos en adelante a partir de la indescifrable habilidad de Lucas Paquetá, Raphinha y un motivadísimo Neymar. Caños, tacos, paredes, sombreros, pisadas, cambios de frente exactos... el repertorio completo para ridiculizar a un rival que estaba groggy desde el primer round.

Raphinha y Neymar celebran; fueron demasiado para un pobrísimo Uruguay.
Andre Penner


Raphinha y Neymar celebran; fueron demasiado para un pobrísimo Uruguay. (Andre Penner/)

El 2-0 llegó a los 20, nacido de un desborde de Paquetá por la izquierda y terminado con un anticipo de Raphinha en el segundo palo. Y más tarde, antes del descanso, Neymar una vez y Gabriel Jesus pudieron ampliar la ventaja.

Enfrente, Uruguay fue empeorando su imagen jugada tras jugada. Como en esos partidos de domingo después del asado entre un equipo de pibes y otro de ilustres veteranos, la diferencia de velocidad de reacción y de dominio de pelota, pero también de organización colectiva, fue haciéndose abismal. Figuras reconocidas como Diego Godín, Sebastián Coates, Luis Suárez y Edinson Cavani sufrieron lo indecible, siempre superados unos, siempre anticipados los otros, mientras Fred y Fabinho les movían y les escondían el balón a Federico Valverde, Matías Vecino y Rodrigo Bentancur. Sólo Muslera se negó al desastre, hasta donde pudo, con varias atajadas de mucho mérito.

Los cambios desfiguraron el encuentro a medida que avanzaba la parte final. Emparejó un poco Uruguay gracias a la energía de Lucas Torreira y algunas carreras del también ingresado Fernando Gorriarán; se conformó con llegar de contragolpe Brasil, sin pasar sustos en la defensa y sin interesarle mucho el dominio del mediocampo. Pero incluso en esa postura continuó siendo superior, más preciso y concreto para lastimar en cada ataque. Antony volvió a mostrar que tiene un sitio en el plantel, Lucas Veríssimo fue tan solvente como Marquinhos y Gabriel Barbosa cumplió con su cuota.

Neymar elude a Fernando Muslera y abre el tanteador en Manaos; se pone pesada la noche para un visitante que en esta triple ventana sacó un solo punto y tuvo -6 en goles, y así y todo permanece quinto en la eliminatoria, en el puesto de repechaje.
Andre Penner


Neymar elude a Fernando Muslera y abre el tanteador en Manaos; se pone pesada la noche para un visitante que en esta triple ventana sacó un solo punto y tuvo -6 en goles, y así y todo permanece quinto en la eliminatoria, en el puesto de repechaje. (Andre Penner/)

El resultado final dependió de la voluntad y la puntería brasileñas. Un contraataque quirúrgico finalizado por Raphinha puso el 3-0 a los 12 minutos de la segunda mitad. Un tiro libre de Suárez maquilló a los 31. El VAR validó un cabezazo de Gabigol a los 38.

Brasil consolidó su posición de líder regalándose un festín. Uruguay se complicó la vida para llegar al Mundial, y aunque posiblemente nadie discuta el futuro a corto plazo del Maestro Tabárez, la sensación fue triste, desalentadora, casi de fin de época.