El Bombardero ataca de nuevo: Bryson DeChambeau hizo 60 golpes en una jornada tan especial que un jugador hasta se equivocó... ¡de hoyo!

La cancha del Caves Valley Club estaba a pedir del Bombardero y pasó lo que tenía que pasar: en un día inspirado, un pegador como Bryson DeChambeau hace un “desastre”. Como se suele decir en el ambiente, el estadounidense “la quemó”. Se sabe que es un jugador sin términos medios, que siente el golf tomando riesgos. Con su potencia se anima a hacer cosas que otros golfistas, más conservadores (y lógicos), ni se plantean. Al menos, no en todos los hoyos...

DeChambeau es uno de los golfistas de esos que un aficionado disfrutaría verlo in situ para observar esa aceleración de su swing y sentir el impacto. Pero también se lo aprecia más en detalle a través de las transmisiones televisivas, logrando distancias admirables o trayectorias impensadas. Imagina un tiro y lo ejecuta. Aunque a veces la resultante no sea del todo satisfactoria. Lo que se sí es seguro es que no va a renunciar a sus principios.

El Bombadero DeChambeau y un approach, en una jornada brillante (CLIFF HAWKINS/)

Así fue que, luego de los 68 golpes (-4) de la vuelta inicial, se lanzó a los segundos 18 hoyos en el BMW Championship, en Maryland. Bomba de acá, bomba de allá, en el hoyo 5 ya estaba -5. Era “el día”. Y terminó el 16 con su segunda águila del día para ponerse -12. Un birdie más le permitiría integrar el selecto grupo de 12 jugadores que han bajado los 60 golpes en el PGA Tour. Dos birdies o un águila, el récord de 58. Y no anduvo lejos: en el 17 tiró para bajar desde 3 metros y en el 18 desde 2 metros, pero la pelota no cayó lo suficiente.

Fueron en total 8 birdies y dos águilas, estos últimos en los hoyos de par 5 del 4 y del 16, desde 4 y 2 metros respectivamente. Los birdies fueron en el 1, 2, 5, 7, 8, 11, 12 y 14. Completó el recorrido de ida en ¡29!, su mejor registro como profesional. Impresionante por dónde se lo mire. Con esa brillante actuación, DeChambeau selló su 60 (-12), para un total de 128 (-16) con el que lidera el torneo. Un recorrido marcado por sus aciertos en las salidas y también sobre el green. “Entraron muchos putts, muchas cosas salieron bien”, puntualizó DeChambeau ante la televisión. “Me esforcé y nunca pensé demasiado sino hasta los últimos hoyos... Y simplemente no fui capaz de atinar esos putts”, dijo sobre la chance que tuvo de presentar una tarjeta aún más baja.

En la historia del golf profesional, tres jugadores marcaron 58: el estadounidense Jim Furyk, en 2016, por el PGA Tour; el alemán Stephan Jaeger, también ese año, en el Web.com, y el japonés Ryo Ishikawa, en 2010, en el Japan Tour.

Los golpes de Bryson y las chances para llegar a 58

Ahora bien, cualquiera pueda pensar: “Con ese score, debe lleva una luz importante de ventaja”. Error: la cancha la aprovecharon muchos. Por eso, su compatriota Patrick Chantlay marca a sólo un golpe, luego de sendas vueltas de 66 y 63 (10 birdies y un bogey). Y antes de la suspensión por falta de luz, el español Jon Rahm también estaba con -15, a falta de tres hoyos. Luego de sus 64 del primer día, Rahm marchaba con -7, producto de cinco birdies y un águila. Sin dudas, otro gran animador de la competencia.

Luego, con -12, en el cuarto puesto, figuran el coreano Sungjae Im (67-65) y el español Sergio García (65-67).

Emiliano Grillo se alejó de los principales puestos (Nick Wass/)

El argentino Emiliano Grillo, en tanto, complicó su clasificación para la siguiente etapa. Luego del buen arranque con 67 (-5), en la segunda vuelta marcó 73, con tres birdies y cuatro bogeys. Por ello, quedó en el puesto 38º, con 140 (-4).

El BMW Championship es la segunda etapa de la FedEx Cup, con 9.500.000 dólares en premios. La primera, The Northern Truts, en New Jersey, fue ganada por Tony Finau.

Ojo: estás en el hoyo equivocado...

¿El blooper del día? Lo protagonizó el noruego Victor Hovland. Luego de sus 70 de la jornada de apertura, esperaba ansioso su salida en los segundos 18 hoyos. La hora se acercaba y algo no estaba bien. Le tocaba jugar con los locales Xander Schauffele y Brooks Koepka. “¿Qué pasa que no llegan?”, pensó. Y ahí advirtió que en realidad estaba en el tee del hoyo 10, cuando debía estar... ¡en el 1! Pegó una corrida sin creer que le hubiese pasado eso, llegó, saludó a sus compañeros y, todavía medio agitado (y avergonzado), conectó su golpe de salida. Hizo el par 4 en ese comienzo “atípico” y concluyó con 69 (-3), para ubicarse en el puesto 35º, con 139.