Boca: Luis Advíncula hizo un esfuerzo heroico que conmovió a la Bombonera, mientras Almirón sufre por las bajas

Advíncula, a puro esfuerzo; el jugador peruano fue la figura de Boca en la Bombonera
Advíncula, a puro esfuerzo; el jugador peruano fue la figura de Boca en la Bombonera - Créditos: @Pablo Elías

Ya se había ganado los aplausos hace varias semanas, por un par de goles decisivos. En la noche del martes, lo envolvió la ovación de la Bombonera. Luis Advíncula se convirtió en la gran figura de Boca en esta Copa Libertadores. Vale recordar: gol crucial en la segunda fecha, con ese zurdazo para el empate parcial cuando el Xeneize perdía en su cancha contra Deportivo Pereira; luego, otro gol de zurda para el triunfo sobre Colo Colo, en Santiago. Y en la noche del martes, actuación con mucho de épica, ya que terminó el partido lesionado, y sin poder salir porque el DT Jorge Almirón ya había utilizado las tres ventanas de cambios.

En el desquite contra el Cacique chileno, Advíncula volvió a destacarse. Tuvo un muy buen comienzo de partido, con algunas intervenciones en ataque, en esa nueva función de carrilero por derecha en la que le confió Almirón. Estuvo cerca de anotar, con un remate potente que le sacó el arquero Brayan Cortés. Sorbe el final del primer tiempo, asistió a Oscar Romero, pero el paraguayo no pudo en el mano a mano con el arquero visitante.

Ya en los últimos minutos, llegó el desenlace con aire dramático; fue a luchar una pelota en la mitad de la cancha, pero al intentar un despeje, no cayó bien y se tomó el muslo derecho, con una evidente dolencia en el isquiotibial. La opción lógica era el reemplazo, pero Almirón hizo un gesto claro: “Ya utilizamos las tres ventanas, seguí si podés”. Muy temprano, había salido Langoni, por un tirón. Luego entraron Merentiel y Equi Fernández, pero “la Bestia” apenas duró cinco minutos en la cancha: otra lesión muscular. El entrenador de Boca se tomaba la cabeza, sin poder creer todas las adversidades por problemas físicos que sufría su equipo.

La orden fue seguir. Y Advíncula cumplió. Se mantuvo de pie; de a ratos, trotó. Cuando hizo falta, retrocedió. Enrojecieron las palmas de los hinchas cuando se arrojó a los pies de un atacante para cortar un ataque chileno. Terminó como pudo. Su esfuerzo fue importantísimo para un triunfo exigido de Boca, muy ajustado, sin sobrar nada. Y por eso se ganó los cánticos de apoyo, los aplausos de pie. Porque Advíncula, además de jugar bien, cumplió a rajatabla con esa ley no escrita de dejarse la piel y algo más en el campo de juego.

“Fue una distensión de ligamento. Le harán estudios, por supuesto. Pisa mal en una jugada y se le dobla la rodilla. Y siguió corriendo. Me sorprendió. Tuvo tres o cuatro intervenciones que levantaron a la gente. Lo de Luis fue muy emocionante. Lamentablemente, algunos jugadores se lastimaron, y en el segundo tiempo sufrimos esas bajas. Son cosas que tenemos que analizar”, remarcó Almirón.

Advíncula, encima de Weigandt, el autor del gol para el triunfo xeneize
Advíncula, encima de Weigandt, el autor del gol para el triunfo xeneize - Créditos: @Mauro Alfieri

El panorama, en este contexto, es muy preocupante. Porque Boca ya tenía varias ausencias por problemas físicos: Martín Payero, Exequiel Zeballos, Gonzalo Morales y Agustín Sandez. Se sumó Marcos Rojo, horas antes del partido contra Colo Colo, con un desgarro. Y el partido con el Cacique chileno llenó la enfermería del club: Langoni, Merentiel y Advíncula. Más una ausencia obligada extra: la de Sebastián Villa, desvinculado del plantel tras el fallo judicial que lo declaró culpable por violencia de género contra su expareja.

Son muchas bajas para este momento de Boca, aun con el alivio de que no deberá jugarse a todo o nada en la última fecha de la Copa, pero sí con la certeza de no descuidar el torneo local, ya que la idea es mantenerse en la zona de ingreso a las copas, y para eso no puede sumar más derrotas en la Liga Profesional. Por eso, Boca respiró porque sigue adelante en la Copa Libertadores, pero no le quedó mucho más para celebrar.