Boca: el caso Sebastián Villa, la postura del club y qué dice el protocolo creado para casos de violencia de género

Sebastian Villa, ante otro escándalo que lo involucra con una denuncia grave
Javier García Martino - Photogamma

La nueva denuncia por violencia de género otro temblor dentro de Boca. El equipo, concentrado en el Hotel InterContinental y con la mira puesta en la semifinal de la Copa de la Liga ante Racing, que se jugará este sábado desde las 17 en la cancha de Lanús, se enteró este viernes en la hora del almuerzo con la noticia que involucra al delantero colombiano.

Una joven denunció al Villa. Dijo que abusó sexualmente de ella e intentó matarla en su casa de un barrio privado de la zona de Canning, tras lo cual le ofreció 5000 dólares para evitar que realizara la denuncia, según confirmó su abogado. De acuerdo al escrito, que fue presentado este viernes ante la Justicia, la joven relató que el hecho ocurrió el 26 de junio del 2021 y que debió ser asistida en un Hospital Penna, pero que no realizó la denuncia, a pesar de la recomendación de los médicos que la atendieron, porque en ese momento se encontraba en estado de shock y que padecía “miedo” y que estaba “paralizaba”.

Hasta el momento, Sebastián Villa permanece en la concentración y Boca, como club, no tomó ninguna medida. ¿Qué dice el protocolo del club? Justamente, Boca como institución empezó a encarar el tema internamente tras las denuncias recibidas por Crisitan Pavón y el delantero colombiano.

Sebastián Villa y otro foco de conflicto
Sebastián Villa y otro foco de conflicto


Sebastián Villa y otro foco de conflicto

Boca aprobó en septiembre del año pasado su Protocolo de Prevención y Acción Institucional para casos de discriminación, acoso y violencia por razones de género y orientación sexual con sanciones como la amonestación, suspensión, cesantía y expulsión que podrían caberle a Villa. El delantero, de 25 años, con otra causa elevada a juicio oral por lesiones ocasionadas a su expareja en 2020, fue acusado por una joven con la que inició otra relación ese mismo año por un episodio de violencia de género, abuso sexual y tentativa de homicidio.

El hecho denunciado encuadra como punible de sanción dentro del reglamento que Boca institucionalizó por impulso de la titular del Departamento de Inclusión e Igualdad, Adriana Bravo, hoy también vicepresidenta tercera de la entidad. Esa norma “contempla todos los hechos de violencia en razón de género que se produzcan dentro de las instalaciones del club o que afecten a éste, como así también todas las personas, sin necesidad de distinguir el tipo de modalidad que los vincule con la institución”.

El protocolo regula “los comportamientos, acciones, omisiones y conductas realizadas por sus autoridades, dirigentes, asociados, asistentes, invitados, participantes, deportistas, auxiliares, empleados/as, terceros/as que presten servicios permanentes o temporales, gratuitos u onerosos, que colaboren con la institución, que se encuentren en la institución o en cualquiera de los ámbitos de aplicación y/o cualquier otra persona que se reconozca afectada en el ámbito de la institución o que afecten al mismo”.

El festejo de Villa tras el gol marcado a River, en el actual campeonato
El festejo de Villa tras el gol marcado a River, en el actual campeonato


El festejo de Villa tras el gol marcado a River, en el actual campeonato

Las situaciones de violencia reconocidas por ese reglamento alcanzan el ámbito físico, psicológico, sexual, económico y patrimonial y simbólico. Entre las modalidades de violencias especificadas, la acción de Villa podría enmarcarse en el inciso a del artículo 6, “Violencia domestica contra las mujeres”, que describe como “aquella ejercida contra las mujeres por un integrante del grupo familiar, independientemente del espacio físico donde ésta ocurra, que dañe la dignidad, el bienestar, la integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, la libertad, comprendiendo la libertad reproductiva y el derecho al pleno desarrollo de las mujeres”.

”Se entiende por grupo familiar el originado en el parentesco sea por consanguinidad o por afinidad, el matrimonio, las uniones de hecho y las parejas o noviazgos. Incluye las relaciones vigentes o finalizadas, no siendo requisito la convivencia”, agrega. La activación del protocolo requiere de la presentación de una denuncia de la víctima o allegado a ella ante el Departamento de Inclusión e Igualdad del club, según lo dispuesto en Boca.

Una vez producida, el Departamento de Inclusión e Igualdad deriva a la persona denunciante a un equipo interdisciplinario creado especialmente para el caso a los fines de una escucha activa y presencial. Cumplida esa etapa, Boca puede iniciar un sumario contra la persona denunciada o archivar el caso. Si hubiere sumario, la resolución quedará a cargo del Tribunal de Disciplina del club, que deberá tener por parte al Departamento de Inclusión e Igualdad.

Sebastián Villa festeja su gol durante el partido que disputan Boca Juniors y Vélez Sarsfield
Mauro Alfieri


Sebastián Villa festeja su gol durante el partido que disputan Boca Juniors y Vélez Sarsfield (Mauro Alfieri/)

”Ante la inobservancia de este Protocolo por los responsables de su implementación, la persona que manifestó la violencia en razón de género podrá presentarse ante la Comisión Directiva de la Institución personalmente, por escrito o por correo electrónico manifestando el incumplimiento respectivo, quienes deberán exhortar al Departamento de Inclusión e Igualdad al cumplimiento del Protocolo”, concluye la norma.

En su anterior caso de violencia de género, el club no tomó una medida final con el jugador porque todavía no había sido aprobado el protocolo. En mayo de 2020, el presidente Jorge Amor Ameal había dicho: “Es un tema sensible para Boca, sus dirigentes y para todo el mundo. Está en manos de la justicia, pero mientras tanto él sigue siendo jugador del club. Nosotros queremos ser esclavos de la justicia y cuando ésta se expida no nos temblará el pulso”.

El 26 de marzo de este año, Adriana Bravo había explicado la situación en una entrevista con Télam: “En la entidad no había protocolo de actuación contra la violencia cuando fueron denunciados los casos de los futbolistas profesionales Sebastián Villa y Cristian Pavón, que enfrentan casos judiciales por violencia de género y abuso sexual. Fueron situaciones que se manejaron a través de la justicia. En ese momento no teníamos un protocolo activo, recién se aprobó en septiembre del año pasado”, justificó la dirigente, consultada por Télam sobre la postura institucional sobre el tema. Y agregó: ”Nosotros lo activamos cuando viene una víctima y denuncia. No lo podemos activar si alguien dice ‘a mi hija le están pegando’. Tiene que venir la damnificada a denunciarlo. La familia puede acompañar, nosotros como club podemos dar contención y asesoramiento pero no podemos presionar a la victima para que venga a denunciar”.