Bochorno en el hipódromo

La pasión de este hombre por el turf trasciende todas las barreras. Por lo visto, no se conforma con mirar la carrera desde el palco esperando para saber si su apuesta es la ganadora.

El hipódromo de Leicester fue testigo de un suceso: un espectador saltó a las pistas y se puso a correr con los caballos. Se sabe, el dinero apostado en cada vuelta obliga a que todo salga perfecto. Por eso lo castigaron con la peor sanción: suspendido de por vida.

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