Yahoo Noticias Polémicas decisiones arbitrales y un final con escándalo en Medellín
El Huracán de los Milagros se quedó afuera de la Copa Libertadores. No hay nada que reprochar en cuanto a entrega, amor propio y coraje. Ni al propio Globito de Parque Patricios y mucho menos al Atlético Nacional de Medellín, el mejor equipo de la fase de grupos que si bien no fue un dechado de virtudes en la llave de Octavos, pasó con absoluto merecimiento.
Pero el fútbol siempre deja lugar para la polémica. Y en el partido de vuelta jugado el martes por la noche en el Atanasio Girardot hubo por demás.
El árbitro del partido, el venezolano José Argote, tuvo su rol protagónico pero no justamente por el lado de la justicia que debería imponer.
Cobró un penal dudoso, de esos que dejan lugar a la interpretación. Algunos dirán que fue, otros que no. En este caso le damos la derecha por más que la jugada no sea muy clara y genere controversia. (Ver video al minuto 2 con 10 segundos).
Lo que sí resulta inadmisible fue la expulsión de Federico Mancinelli. ¿Qué le cobró? ¿Este hombre no entiende que el fútbol es un deporte de contacto y que en la mayoría de los casos los jugadores simulan lo que no es? (Ver video al minuto 6 con 50 segundos).
Ahí comenzó otro partido. A Huracán le costó sostener el resultado y sucumbió ante la superioridad del rival. El tremendo golazo de Ramón Ábila, candidato al mejor de la Copa, (Ver video al minuto 11 con 40 segundos), fue sólo un espejismo que le dio algo de vitalidad, pero no alcanzó.
El final fue de escándalo. Todo Huracán se le fue encima al mediocre Argote. Insultos, reclamos que de nada vale y que no valdrán jamás. ¿O acaso iban a revertir la historia? Definitivamente no. Pero la impotencia, la bronca acumulada por dos jugadas claves que los dejaron con las manos vacías llevaron a esa reacción final que no se justifica, pero que en cierta manera se entiende.
Atlético Nacional avanzó y se lo merece por todo lo bueno que está demostrando. Huracán quedó afuera luego de una serie de infortunios (recordemos lo que pasó en Venezuela) pero con la cabeza bien en alto.
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