El dramático momento que atraviesa el fútbol argentino

El dramático momento que atraviesa el fútbol argentino

La violencia en el fútbol argentino no es un tema secundario. La violencia en el fútbol argentino es desde hace décadas un tema sin solución. Y hablo de la violencia fuera del terreno de juego, la de las tristemente célebres Barras Bravas.

Nadie parece dispuesto a solucionarlo a tal punto que crece día a día a pesar de que ahora quieran intentar el regreso de los visitantes a los estadios, una idea tan ridícula como peligrosa.

Sin embargo esa violencia no se remite exclusivamente a esos grupos corruptos. Ahora la violencia se ha trasladado adentro del campo de juego, protagonizada por los propios jugadores quienes ya ni siquiera respetan a sus propios colegas.

Van a cada pelota como si se tratara de defender la vida misma, arrasando con todo lo que se les pone por delante, sin medir consecuencias, sin pensar que enfrente hay un colega, un compañero de profesión por más rival que sea.

En los últimos tiempos el fútbol argentino ha vivido situaciones de extrema agresión, con patadas criminales.

Vale recordar la de Leonel Vangioni de River Plate a Cristian Pavón de Boca Juniors por un partido de pretemporada. O la de Agustín Orión, arquero de Boca, a Carlos Bueno, delantero de San Martín de San Juan. Ambas con consecuencias graves, con fracturas incluidas.

Este fin de semana el tema se agravó con la ya conocida plancha de Carlos Tevez a Ezequiel Ham de Argentinos Juniors. El chico de 21 años sufrió la fractura expuesta de tibia y peroné y estará entre seis y ocho meses fuera de acción.

Y aquí aparece también la figura del árbitro Luis Álvarez ni siquiera amonestó al jugador de Boca Juniors, en una falta que merecía roja directa.

El tema no sólo recorrió el ambiente del fútbol argentino. Dada la fama del “Apache”, el mismo trascendió las fronteras, escuchándose todo tipo de opiniones.

A pesar de semejante acción, parece que nada se aprende. Este mismo lunes, dos días después, en el partido Belgrano-Atlético Rafaela, el futbolista Guillermo Farré casi le rompe la rodilla a Adrián Bastia de Atlético Rafaela, ¡y el árbitro Pablo Díaz dejó seguir la acción como si nada!

¿Qué sucede en el fútbol argentino? ¿La presión por no perder superó a la de ganar? ¿Quién tomará las medidas pertinentes? Porque por el momento nadie del Tribunal de Disciplina salió a repudiar estos hechos y mucho menos a actuar de oficio, algo que deberían hacer a la brevedad.

Así están literalmente matando al fútbol. Ya, lamentablemente, no es sólo cuestión de las Barras Bravas de afuera. Ahora las Barras Bravas parecen haberse mimetizado en los propios jugadores. Y eso ya más que grave es gravísimo.

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