Daniel Osvaldo: triste, solitario y final...

Me tomo el atrevimiento de utilizar el título del escritor y periodista argentino Osvaldo Soriano, que vaya casualidad tiene el mismo nombre que el protagonista de este episodio que sucedió este jueves en el Parque Central de Montevideo.

Daniel Osvaldo.
Entrenamiento de Boca Juniors.
22 de marzo de 2016.
Complejo Pedro Pompilio.
Foto: Javier Garcia Martino / Photogamma. Foto: Javier Garcia Martino / Photogamma (5499_22032016boca14)
Daniel Osvaldo. Entrenamiento de Boca Juniors. 22 de marzo de 2016. Complejo Pedro Pompilio. Foto: Javier Garcia Martino / Photogamma. Foto: Javier Garcia Martino / Photogamma (5499_22032016boca14)

 

Pablo Daniel Osvaldo, el ahora ex delantero de Boca Juniors tuvo un triste y solitario final. Triste por la situación en si misma. Solitario porque nadie lo obligó a cometer semejantes desatinos. Y final porque la historia no tiene vuelta atrás.

Guillermo Barros Schelotto llegó para poner orden en todos los sentidos de la palabra. Orden futbolístico y orden disciplinario, por sobre todas las cosas. Y lo está cumpliendo. Ayer no soportó la actitud caprichosa de Osvaldo y mucho menos que, para coronar la barbaridad, haya fumado en pleno vestuario. Inaceptable e incomprensible en un profesional de primer nivel. Discutieron y el técnico se hartó.

Lo echó. No quiere saber nada más de él. Se lo comunicó a la Comisión Directiva y, como corresponde, recibió apoyo total.

Nadie, ni al más pesimista, se le hubiese imaginado un final así luego del (aparente) buen resultado que había obtenido Boca Juniors en la ida de los Cuartos de Final de la Copa Libertadores ante Nacional.

Mientras que los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto celebraban el 1 a 1 en el Parque Central, Pablo Daniel Osvaldo, de manera sorprendente, abandonaba el campo de juego sin saludar a sus propios compañeros, a los contrarios y a sus propios hinchas que habían llegado a Montevideo para alentar a su equipo.

Las versiones varían. Algunos sostienen que se enojó porque su técnico lo hizo ingresar al partido para disputar apenas los cinco minutos finales, otros que estaba fastidiado porque durante el calentamiento previo fue blanco de varios proyectiles arrojados desde la platea local y otros, tal vez la acusación más grave, especulan con que fumó en el vestuario delante de sus compañeros y cuerpo técnico en un evidente acto de posible rebeldía.

Osvaldo, al finalizar el partido, habló ante las cámaras de FOX Deportes y a pesar de haber señalado que no estaba enojado, su cara y expresión no transmitían precisamente eso.

Evidentemente su actitud no fue la de un profesional de su experiencia y menos aún en un torneo como la Libertadores y después de haber conseguido un resultado que no es para nada desfavorable en la dura batalla rumbo a la Semifinal.

La historia llegó a su fin. Osvaldo deberá hacer sus maletas y buscar un nuevo destino. Y aprender que más allá de sus antecedentes que lo avalan como un gran futbolista, eso no alcanza. Hay que saber actuar, hay que saber comportarse, hay que saber respetar, por más enojo que pueda acumular sea por la razón que sea.

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