Cobarde agresión en el fútbol colombiano
El fútbol es un deporte de contacto, por lo tanto los golpes y las fricciones suelen ser un común denominador. Es imposible que no existan, pero siempre dentro del marco de lo aceptable, de lo normal.
El fútbol es así. Combativo, donde la hombría bien entendida es parte integral de su esencia. No hay fútbol si no hay roce.

Lo que sucede es que ciertos futbolistas se creen más valientes o bravucones porque creen que “saben” pegar, sin darse cuenta que esa actitud los pinta como verdaderamente son: unos cobardes.
Este domingo, por la decimonovena jornada del campeonato profesional colombiano, Santa Fe recibía al campeón de América Atlético Nacional.

Cuando se jugaban 2 minutos del tiempo adicional, Javier López, defensor del conjunto local, le aplicó un codazo descalificador al volante John Mosquera, quien terminó con su ojo derecho completamente inflamado producto de la agresión.
Pero lo más insólito del caso es que el árbitro del partido Wilson Lamoroux, de frente y a pocos metros de la jugada, permitió que el juego continuara sin sancionar la acción.
Ahora se espera que la Dimayor actúe de oficio y le aplique a López la suspensión que merece luego de tan reprochable agresión, que ha recibido el rechazo general.
"Lo de Javier López estuvo muy mal hecho": Sebastián Támara https://t.co/1x5EfuzkxQ pic.twitter.com/vW5PvQCS4S
— Futbolred.com (@futbolred) November 7, 2016
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