Chiquimarco dejó su huella en la Libertadores

El árbitro mexicano Marco Antonio Rodríguez se caracteriza por ser un profesional de mano dura, un rigorista, una especie de Javier Castrilli moderno.

No vacila cuando debe sacar una roja, es una marca registrada que lo ha hecho famoso y a la vez criticado (y odiado) por la mayoría de sus compatriotas.

Chiquimarco, como se lo conoce en el mundo del fútbol, ya dejó marcado su nombre en la historia de la Copa Libertadores.

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El pasado martes arbitró el duelo entre Atlético Nacional y Nacional en el estadio Atanasio Girardot de Medellín. Cuando se jugaban apenas 20 segundos, expulsó al futbolista Alejandro Bernal del conjunto local, siendo la más rápida en la historia de la competencia continental.

¿Fue para tanto? A simple vista parece que no. Y no es cuestión de que el partido recién comenzaba, en realidad si la falta lo amerita no hay tiempos ni momentos para una expulsión, sólo que en este caso no parece que hubo mala intención ni tanta dureza en la acción.

Lo cierto es que una vez más el juez mexicano mostró la tarjeta que más le gusta: la roja.

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