Anuncios

Wilkins, “maltratado” por Bird

Al mencionar los nombres de Dominique Wilkins y Larry Bird, de inmediato en la memoria se agolpan grandes y gratos recuerdos en distintos colores y adornados por números 21 y 33.

En la década de los 80, el alero de los Atlanta Hawks y el delantero de los Boston Celtics, se enfrascaron en duelos dentro de la duela que han quedado enmarcados como auténticos clásicos, ya sea en temporada regular o en Playoffs. Un recordatorio para las actuales generaciones en cuanto a cómo deberían disputarse los encuentros de postemporada.

Muestra de ello fue el clásico Juego 7 de las semifinales de la Conferencia del Este de 1988, donde Dominique terminó con 47 y Larry con 34, pero al final, Boston prevaleció.



Hace unos días, el ahora comentarista de los Halcones de Atlanta, compartió una anécdota sobre Larry Bird, una que data de cuando el jugador nacido en París, Francia, recién había llegado a la NBA.

Es de todos sabido que Bird tenía la fama de ser arrogante, fanfarrón y meterse en la cabeza de los rivales al decirles cosas que los sacaran del juego, un maestro de lo que en inglés es llamado como Trash Talking, o el equivalente a llenarle de vituperios la cabeza al oponente.

Pero no es una práctica que haya sido privativa de Larry, otros grandes como Michael Jordan, Magic Johnson, Charles Barkley, Reggie Miller y algunos otros, han recurrieron muchísimas veces a ese jarabe mandibular para sacar de quicio a sus contrincantes, pero lo que engrandecía aún más a todas estas estrellas de la NBA era que respaldaban su dicho con las acciones.

Wilkins relató al sitio web del diario Boston Herald que el estrella de los Celtics, el legendario número 33, lo dejó sin palabras por la manera en la que lo trató.

“Una de las primeras veces que jugué contra él, me dirigí hacia él antes del salto entre dos inicial para saludarlo. Se quedó parado, mirándome con una cara petrificada y con sus manos detrás de la espalda”, relató Dominique al rotativo. “Y yo me quedé anonadado. Luego, ya nos estábamos preparando para el inicio del partido y me dice ‘tú no perteneces a esta liga compadre’. No podía creerlo, pero todo pasó tan rápido que no sabía qué pensar”.

Siguió relatando Nique: “Luego, ellos tuvieron el balón y lo estaba cubriendo cuando me dice ‘no puedes conmigo’, y luego, pum, mete un triple. Después regresó y me dijo ‘cometieron un error al ponerte a marcarme, compadre’, y luego metió otra canasta de tres puntos”.

Eso encendió, calentó, le hirvió la sangre a uno de los mejores dunkers de todos los tiempos.

“Un poco después, en un rompimiento, fue tras de él, salté y él trató de impedirlo, pero me lo llevé hasta el aro. Se cayó y se golpeó en el soporte del tablero”, comentó Wilkins. “Se levantó y dijo, ‘me agradas novato, tienes agallas’. Fui feliz por un segundo, y luego me dijo ‘pero de todos modos te voy a anotar 40 puntos esta noche’”.

De acuerdo al relato de Nique, el juego en alusión sería el que se disputó el 5 de abril de 1983, en la ya desaparecida Omni Arena de Atlanta.

Wilkins remató: “Pero no se lo permití, sólo anotó 39”.

Los Celtics ganaron 117-95 ese encuentro y Bird encestó el 81.8 por ciento de sus tiros al aro esa noche.

En el libro The Book of Basketball,de Bill Simmons, el autor relata una anécdota de Larry Bird en Navidad. Era un partido entre Boston y los Pacers de Indiana. El juego estaba calentándose cuando Larry se acerca a una esquina y le dice a Chuck Person, te tengo un regalo, pon atención. En la siguiente jugada, regresa Bird, le dan el balón, y tira. Encesta y se voltea para donde está Persona y le dice “Merry Fucking Christmas”…

Les compartimos también una entrevista en la que Dominique Wilkins habla de la rivalidad con Bird, entre otras cosas.