Whiteside, talentoso pero problemático

La partida de LeBron James a Cleveland, tras cuatro años de esplendor, glamour y éxito en Miami, dejó al Heat contra las cuerdas o en cuenta de cero bolas y dos strikes, es decir, en muy malas condiciones.

El dueto Chris Bosh-Dwyane Wade no ha sido capaz por sí solo de echar a andar la maquinaria del Heat en aras de regresar a los lugares preponderantes de los que gozó en años recientes, de ser el equipo emblema en la Conferencia del Este.

Los recién llegados, los jugadores que se quedaron, las lesiones, los resultados, todos estos factores empezaron a combinarse de mala manera, al grado de estar al borde de considerar echar por la borda la temporada, pues el equipo no caminaba ni se veía por dónde pudiera levantar.

Cuando de repente llegó el mundialmente desconocido Hassan Whiteside. Si uno buscaba en los anales de la historia de dónde provenía el jugador de 2,13 metros de estatura, sólo existía el registro de que perteneció al Thundering Herd de Marshall en el baloncesto colegial y que fue reclutado en 2010 por los Kings de Sacramento en la segunda ronda del Draft de ese año. Permaneció hasta 2012 con el equipo de la capital californiana.

Después de su bastante discreta y corta estadía en la NBA, el gigante se dedicó a jugar al basquetbol en otras partes del mundo, como China y Líbano, hasta que regresó a los Estados Unidos a la NBDL o liga de desarrollo.

Y esta temporada, cuando todo parecía venirse encima para el Heat, aparecen con la contratación de Whiteside y en apenas su primer partido de vuelta en la NBA, dejó un claro mensaje, que llegó para quedarse.

Y no tardó mucho para empezar a probar que tenía algo porqué estar en la NBA y el 4 de enero registró su primer doble doble al anotar 11 puntos y recobrar 10 rebotes ante los Nets de Brooklyn.

Pocos días después, en un triunfo ante los Clippers, recién acabado ese juego, en una entrevista tras anotar 23 puntos y descolgar 16 tableros, dijo que lo que quería es que su rating como jugador del NBA 2K15 fuera elevado, una extraña-bizarra  petición que fue concedida.

Desde entonces, Whiteside se convirtió en un motor, en una razón por la que la campaña del Heat empezaba a enderezarse y a volver a poner las metas claras, como clasificarse a los Playoffs.

Pero de manera simultánea que se iba descubriendo el gran potencial de Hassan sobre la duela, con su poderío y dominio en ambos lados del balón, también una cruda realidad fue develándose poco a poco, que era su temperamento…

A falta de menos de tres minutos para concluir el tercer cuarto del partido celebrado en la American Airlines arena entre Miami y los Celtics de Boston, que estaba apretado al momento, Whiteside simple y sencillamente enloqueció. Por la espalda, sin motivo alguno, derribó por el lado ciego a Kelly Olynyk.

Los oficiales le echaron un vistazo a la jugada, como lo harán ustedes, y de manera irreversible, notaron que lo justo era expulsarlo.



Al término del juego, el capitán y símbolo de Miami, Dwyane Wade, claramente mostró su frustración y no tuvo pelos en la lengua para comentar lo que le dijo a la estación de radio 104.3 The Ticket sobre todo porque no es la primera ocasión en la que las emociones dominan a Hassan.

“Ya tuvo bastante consejo por parte de los veteranos. Pero llega un momento en el que tú tienes que hacer las cosas. Hay tantas cosas que la gente puede seguirte diciendo, pero tú lo tienes que hacer, no por ti, sino por los otros tipos que están aquí y hacen sacrificios. A aquellos a quienes ves jugar lastimados y por todo lo que pasa. Eres parte de un equipo, de una organización”, le dijo Wade a los reporteros.
“Todos tenemos nuestros momentos, egoístas. Pero no puedes seguir teniéndolos, porque tienes que ser útil y que te puedan tomar en cuenta. Y ahora mismo, si continúa actuando así, no lo es”, remató.

Ahora, para colmo de males, existe la posibilidad de que la NBA suspenda algunos encuentros a Whiteside. Si no aprende después de esto, entonces quiere decir que no está mentalmente preparado para lidiar con todo lo que es la mejor liga de baloncesto del mundo y, como tantas veces ha pasado, sólo irá a engrosar la lista de los pretendientes que nunca pudieron probar pertenencia.