Viven momento de terror los aficionados de los Warriors

Luego de propinar una inmisericorde paliza a los Rockets de Houston en su casa en el Juego 3 de la Final de la Conferencia del Oeste, los Warriors de Golden State se frotaban las manos para liquidar la serie en cuatro encuentros, una barrida que vendría bien en términos de descansar y prepararse para la última parte del trayecto.

Pero no contaban con que los locales iban a salir con el cuchillo entre los dientes y a jugar como quizás debieron hacerlo en el Juego 3, y de principio a fin mostraron carácter, determinación y un indomable deseo de seguir con vida en esta confrontación.

Houston se impuso 128-115 a Golden State y en buena medida gracias a que los texanos anotaron la descomunal cifra de 45 unidades para darse una verdadera oportunidad de, por lo menos, no ser barridos en casa.



Y perder un juego en una serie larga no es el problema, o la razón por la que puedan entrar en pánico los jugadores de los Warriors y sus fanáticos, eso es hasta cierto punto normal y no es alarmante.

Lo que puede causar una enorme preocupación es lo que pasó con Stephen Curry, el flamante MVP de la NBA, quien sufrió una estrepitosa y aparatosa caída en el Juego 4, cuando quería bloquear un disparo de Trevor Ariza, pero Steph se fue en blanco y no fue capaz de atinar, yéndose hacia la duela y golpeándose la espalda.



Curry ingresó a los vestidores a ser revisado para ver si no había sufrido una conmoción cerebral o alguna otra situación que se haya derivado de la caída, pero salió corriendo de regreso a la duela y pudo continuar.

Sin embargo, la organización de Golden State ahora mismo se debate sobre si usar en el Juego 5, este miércoles, a Curry o dejarlo descansar, pensando en que el resto de sus compañeros sea capaz de liquidar la serie y pensar en las Finales.

Lo sabremos muy pronto, mientras tanto, Curry puede sentirse enteramente afortunado, esquivo una bala que llevaba mucha precisión.