Motivado por la tragedia

Nicolas Batum fue nombrado Jugador de la Semana en la Conferencia del Este, galardón que consiguió por primera vez en su carrera. Su mente definitivamente estuvo muy enfocada en la cancha de baloncesto, no queda la menor de las dudas, siendo factor para los Charlotte Hornets. Pero también estuvo pensando en su natal Francia.

“No puedo pensar en ello. Pero tengo que pensar en ello, aunque también que sobreponerme y mantenerme fuerte”, le dijo Batum al Sporting News.

La hermana de Batum estaba en París cuando una bomba estalló a las afueras del Stade de France, en las inmediaciones de la capital francesa, cuando jugaba la Selección de Francia ante la de Alemania. El estallido detuvo el encuentro. Dos horas después del ataque, los Hornets tenían un partido, así que Batum se puso la camiseta y anotó 28 puntos y capturó ocho rebotes en contra de los Toros de Chicago.





El ejército francés lanzó un contraataque en Siria contra uno de los bastiones del Estado Islámico, el presidente Fraçois Holande declaró los ataques en París como actos de guerra y actuó en consecuencia. Unos 45 minutos después de que esa noticia se difundió, los Hornets tenían que jugar de nueva cuenta y se despachó con su máximo total en la temporada, al anotar 33 puntos ante su anterior equipo, los Portland Trail Brazers.

“Te inspira. Cuando miras a todos los jugadores franceses, como ayer y el fin de semana, todos tuvimos grandes juegos, Evan Fournier (Orlando), Kevin Seraphin (New York), Tony Parker y Boris Diaw (San Antonio), tuvimos grandes partidos porque usamos eso para mostrar que seguimos teniendo confianza, que somos gente fuerte”, comentó Batum.

Y vaya que sí. Fournier anotó 39 puntos en dos juegos; Seraphin duplicó su promedio al anotar 12 tantos el domingo y Parker aportó 16 unidades en 25 minutos el sábado.

Pero ninguno de ellos brilló del modo en el que Batum lo hizo, quien se ganó el reconocimiento al Jugador de la Semana como un reconocimiento a su juego sobresaliente. Antes del partido del domingo, en Charlotte se entonó La Marsellesa, algo que tocó las fibras más sensibles de Batum, quien nació en Lisieux, a dos horas al occidente de París.

“Eso significa mucho para mí. Sólo quiero agradecer a la organización de los Hornets por hacer eso. Es muy valioso para mí, para nosotros, para el país, porque estamos pasando momentos difíciles, así que se aprecia. Tuve que jugar bien y hacerlo por nosotros los franceses, por mi país, y por mi equipo también”, comentó.





Una de las preguntas que se le hicieron a los jugadores franceses fue acerca del tema del islam. Particularmente Batum desecha la posibilidad de que esto sea el fiel reflejo de esa religión.

“No creo que esto tenga que ver con la gente musulmana. Conozco a muchos musulmanes, tengo amigos que son musulmanes y son gente de lo más agradable que se puedan imaginar. No pienso que esto tenga qué ver con la religión. No son ellos, esto tiene que ver más con gente estúpida, es eso”, respondió Nicolas.

Mientras la historia se sigue desenvolviendo en el otro lado del charlo, tanto en el medio oriente como en la capital francesa, Nicolas Batum tiene un trabajo que cumplir: jugar lo mejor posible para los Charlotte Hornets.

Esa labor la ha desempeñado a cabalidad la pasada semana, y ya le entregó frutos, pues en medio de la tragedia que invadió a su país halló una inspiración y la canalizó del mejor modo posible.